Referente Teorico

Referente Teórico

La convivencia es una palabra que escuchamos a diario en diferentes sitios, y lo que más se dialoga es que está se encuentra ausente en la actualidad, como algo que ya se perdió, resulta extraño escuchar el concepto de convivencia como un elemento presente en nuestras vidas de forma eterna ya que es “La acción de vivir en compañía de otro u otros”, es decir es la acción del compartir en tu hogar o el sector en el que habitas. Un manual de convivencia es un modelo de cómo las personas deben actuar ante un grupo u entorno donde habiten otras personas, ya sean familiares, o un sector.

García (2007) comenta que un manual de convivencia, es la idea de plasmar en un escrito como debemos aprender a comunicarnos y compartir con los demás, supone un alto grado de apertura, en el cual ayude la participación real, la revisión y reajustes de normas sustentadas en valores; establecidas por el consenso participativo, cooperativo y reflexivo de los seres humanos.

Asimismo, Garrell (2013) en cuanto a la convivencia ciudadana explica que las personas adultas, en su rol de mediador y generador de un clima favorable en la comunidad deben buscar diferentes alternativas que ayuden a cambiar ideas y comportamientos en los niños para poder convivir en armonía. Para ello sugiere la aplicación de la educación en valores dentro del hogar, de tal manera que se promueva el diálogo, la participación, la crítica y la discusión.

Es así, que una educación en valores, tiene una razón de ser más profunda, ir hacia la solidaridad social, orientar en el proceso educativo de los jóvenes la práctica del amor, de la responsabilidad, de la solidaridad, de la participación, del respeto, de la justicia, de la autonomía, como parte de los criterios éticos universales; los cuales se constituyen en referentes para sus actitudes y conductas. También es cierto que la educación en valores debe crear un ambiente en la escuela donde los valores que se proclaman se vivan. Si se habla de democracia por ejemplo, que se viva la participación, para que entre todos generen el ambiente apropiado con normas claras, precisas y pertinentes en las diversas comunidades.

Es importante que en la escuela se promueva en la acción el aprendizaje de normas. Lo que implica enseñar al alumno a conocerse a sí mismo, a valorarse, a aprender cómo interactuar con los otros y el entorno; tomando en consideración los diferentes tipos de relaciones que se generan en el ambiente escolar: docentes-alumnos; alumno-alumno; familia-institución; escuela-comunidad. Con la finalidad de que se formen como sujetos capaces de analizar críticamente y aportar en el mejoramiento del mundo que le rodea desde el conocimiento, actitudes y comportamientos que posibilitan su desarrollo integral en un clima de convivencia armonioso.

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