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Resumen De Los Pasos De Lopez

Mabel8726 de Mayo de 2014

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Ibargüengoitia, Jorge. Los pasos de López. México: Editorial Booket, 2013.

Capitulo I

El narrador de la historia es Matías Chandon quien comienza a describir todos los sucesos que ocurren a partir de su llegada a un sitio llamado Cañada. Matías se dirigía a Cañada para convertirse en jefe de artificieros. En aquel lugar ve por primera vez a un sacerdote llamado Periñon. Aunque posteriormente se entera que aquel padre no había tenido una historia como cualquier otro hombre: Periñon había sido un buen estudiante en el seminario y consiguió un estudio en Salamanca, sin embargo ya estando allá, comenzó a jugar y apostar por lo que perdió todo el dinero que tenía, cambio de opinión y decidió regresar al país. Matías se dirigía a la casa de los corregidores de Cañada, quienes le ofrecieron un lugar donde hospedarse mientras se decidía si se quedaría o no con el puesto de jefe de artificieros. En su viaje también conoció al padre Pinole; quien tenía la fama de ser un chismoso, al licenciado Manubrio; quien tomaría decisiones importantes más adelante en la historia. Un día el licenciado Manubrio le contó a Matías sobre una revolución que se había generado en Huetamaro y le advirtió: “-Le he contado este caso, don Matías- terminó diciendo el licenciado-, para que sepa qué terreno pisa.”

Capitulo II

Finalmente y después de un largo viaje, Matías llega al pueblo de Cañada y conoce por primera vez a la familia Aquino, Diego y su esposa Carmelita, quienes eran los corregidores del lugar. Al ver a la esposa de Diego, Matías queda impresionado por su belleza. Le dieron la bienvenida y después le mostraron toda la casa y la habitación en donde se quedaría. Una vez instalado, Diego y Carmelita comenzaron a preguntarle sobre la procedencia su familia, si era criollo, si tenían minas, si eran ricos, entre otras cosas, a lo que Matías respondió: “-Mi familia no es distinguida ni rica- seguí-, no tenemos parientes condes ni alcundieros ni ninguno de nosotros ha abierto una mina. Somos de Chiriguato.” Después de un rato, Diego se retira, por lo que Carmelita y Matías quedaron a solas y éste comenzó a tener interés por la corregidora.

Capitulo III

Al día siguiente, Diego levantó temprano a Matías para presentarle a unos amigos (que más tarde algunos ellos, incluido el corregidor, serían los jueces en las pruebas que Matías tenía que realizar para ingresar al batallón de Cañada). Le presento al sacerdote Periñon, a quien ya había visto anteriormente, al presbítero del pueblo que llamaban Juanito y al capitán Ontananza, quien dirigía a los Linzeros de Abajo. Ontananza comenzó a charlar con Matías y sin percatarse de ello, ya había comenzado la prueba para su ingreso al batallón. Ontananza lo estaba examinando y cuestionando, hasta que finalmente Matías comprende el asunto y procura responder de la mejor manera que puede, a demás deja ver su descontento por las pocas o nulas oportunidades que tienen los criollos ante los españoles, ya que son estos últimos los que acaparan los mejores puestos en el país.

Capitulo IV

Por la mañana, se acercaba la hora del examen de Matías, éste desayunó con Diego, sin embargo habían acordado en no llegar juntos al lugar donde se llevaría a cabo la prueba, para evitar malos entendidos con los otros jueces. Una vez en el lugar, Matías conoce a los que serían sus competidores por el puesto, el primero era Pablo Berretega (de origen español) y Pepe Caramelo, con lo que sus esperanzas de ganar las pruebas disminuyeron grandemente. En el lugar, se encontraban personas muy importantes, entre ellas los corregidores y el capitán Adarviles, quien sería juez calificador y el que dirigiría cada una de las pruebas. Matías fue un desastre en las pruebas, inclusive en el examen escrito, que corrió a cargo de Diego, fue el mismo corregidor quien le pasaba en un papelito las respuestas del mismo. Aun así, el jurado decidió que el más apto para el puesto era Matías, y fue nombrado comandante de la batería y jefe de los artificieros.

Capitulo V

Así que una vez terminada la prueba, todos salieron a celebrar, pero fue tal la borrachera que Matías despertó hasta el otro día al atardecer. Cuando por fin despertó, prosiguió a buscar a todos, pero no había nadie en la casa de los Aquino. Matías preguntó a uno de los criados a dónde se habían ido todos, éste le contestó que los señores habían ido a la tertulia y que ellos mandarían a alguien por él en cuanto se levantara. Más tarde, llegó un carro con el sacerdote Periñon dentro, éste al ver a Matías le dijo que subiera, que lo llevaría a donde se encontraban los corregidores: a la Casa del Reloj. En ese lugar organizaban obras de teatro, reuniones, tardeadas, entre otras cosas. Se trataba de un grupo selecto el que podía pertenecer a la tertulia, y ahora que Matías tenía un puesto importante, los miembros querían que él perteneciera al club. Cuando llegaron, a Matías le pareció todo aquello muy extraño y encontró a más personajes de los que él se imaginaba, los asistentes se encontraban ensayando una obra llamada la precaución inútil, la cual presentarían el día del santo de Carmelita. Después de la presentación con todos los miembros, Carmelita le exclamó a Matías: “-Ya eres de los nuestros- dijo.” Cuando Salieron de la casa del reloj, un sirviente le dijo a Diego y Carmelita que el obispo de Begonia había llegado inesperadamente y que iba a hospedarse en la casa de La Loma, donde vivían los corregidores, al ver la situación, no tuvieron más remedio que pedirle a Matías que se quedara en otro lugar a dormir.

Capitulo VI

Unos días después, el obispo abandonó el lugar y siguió su camino. Como ya era definitiva la estancia de Matías en el pueblo, Carmelita decidió ayudarle a buscar una casa de renta que él pudiera costearse con su salario, sin tener éxito, no quedó otra solución que rentarle a Matías un cuarto cerca de la corregiduría, Matías aceptó. Mientras Carmelita le mostraba el lugar, Matías la miro y le besó la mano, sin percatarse que detrás de ellos estaba Diego, pero éste no dio señales de enojo o de haberse percatado del hecho, nunca supo Matías si Diego vio o no ese acontecimiento.

Capitulo VII

Una vez instalado Matías en su nuevo hogar, el sacerdote Periñon fue el primero en buscarlo, éste le comentó que lo llevaría a La Casa del reloj para realizar su rito de iniciación e integración a la Junta de Cañada y sería el mismo Periñon quien lo apadrinaría. Sin embargo, éste le advirtió a Matías que no re burlara o hiciera comentarios sobre su rito de iniciación, ya que fue un requisito inventado y diseñado por el mismo Diego. Cuando ambos llegaron, Matías vio a todos los que había conocido anteriormente, pero ya no lo vio todo aquello tan extraño, en ese momento Diego le hizo jurar que tendría que ser fiel hasta el final con la Junta y que nada de lo que se hablara en las reuniones podía divulgarlo, Matías aceptó y todos quedaron contentos al ver que tenían un nuevo miembro, después comenzaron a decirle a Matías el verdadero objetivo de la Junta: una revolución en contra de los españoles y dirigir la independencia de la Nueva España. Entre ellos empezaron a hablar de armas, estrategias militares que entregaron a cada uno de los miembros, verificaron el equipo que les haría falta y se dieron cuenta que aún había que afinar algunos detalles, pero que se resolverían más tarde, prácticamente les faltaba poco para dar el golpe que ellos tanto anhelaban.

Capitulo VIII

Como ya casi todo lo tenían previsto y cada uno de los miembros conocía lo que iba a hacer el día del cordonazo o de la revuelta, Matías ensayaba por su parte muchas veces, ya que no quería equivocarse. Corrigió los errores que detectaba en sus tropas y por fin después de tres ensayos, consiguió cambiar la mayoría de los errores que sus soldados cometían. Matías casi no simpatizaba con nadie, un día y aunque no conocía muy bien a Adarviles, en una fiesta se hicieron amigos, puesto que Matías lo acompañó a porque éste se encontraba muy ebrio y difícilmente podía caminar, Adarviles en su estado inconveniente, le propuso a Matías que fueran a divertirse a un prostíbulo pero le negaron la entrada. Poco después Adarviles lo invito a cenar a su casa y fue entones cuando Matías se enteró que estaba casado y tenia hijos pequeños. Se hicieron buenos amigos y descubrió que lo que mas temía Adarviles no era la pelea que podía avecinarse sino que alguien delatara todo el plan.

Capitulo IX

Como anteriormente se había mencionado, hacían falta más armas, así que Diego y Carmelita buscaron a Matías y le pidieron que fuera en carro desde Cañada hasta Muerdago con Cecilia (quien era otra de las integrantes de la Junta de Cañada y más tarde esposa de Matías) por las armas, que se trataban de 40 machetes, no habría ningún problema para Matías, puesto que su misión sería en jueves, que era su día de descanso. A demás, los corregidores le pidieron que fuera portando su uniforme, ya que por los alrededores se encontraban agentes aduanales que inspeccionaban todos los caros que encontraban a su paso y por si los veían, él tuviera el valor y la confianza de decir que llevaba prisa y que no revisaran el carro con las armas. Matías en un principio se puso temeroso y dudo del plan, pero al final aceptó, así que al día siguiente a muy temprana hora, él y Cecilia partieron a Muerdago, por lo que nadie se dio cuenta. En el trayecto ambos fueron muy callados, casi ni se hablaron, finalmente se encontraron con el herrero, les entregó los machetes y regresaron

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