TEMA I LOS DERECHOS ANTIGUOS DEL MEDIO ORIENTE
mayeya6520 de Noviembre de 2013
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ÍNDICE
Pag.
Introducción 2
1.1 Derecho e Historia
Capítulo I.
Fondo Histórico General
a) El Paleolítico. 3
4
b) El mesolítico y la revolución neolítica 6
c) Mesopotamia 8
d) Egipto 10
e) China y la India 10
f) Las invasiones arias 11
g) Israel 11
Los Albores del Derecho 12
El Derecho de los primeros imperios y Monarquías del Medio Oriente 14
1.2 LOS GRANDES SISTEMAS JURÍDICOS CONTEMPORÁNEOS COMO PRODUCTO DE LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA.
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CONCLUSIÓN 16
INTRODUCCIÓN
La Historia va más allá de los hechos y/o sucesos que nos cuentan los libros así se pretende que la humanidad la perciba como una necesidad que busca dar valor a los hechos pasados, que preparan el presente para entenderlo y ayudar el futuro, logrando que este sea mejor, y tratar de quitar una idea equivocada, de que solo la historia estudia lo acontecido y no como la ciencia que va ofreciendo el conocimiento de la realidad y movimiento de la sociedad así como su evolución.
Esta analogía es en relación a la historia universal, que ha mi punto de vista es muy atrayente, ya que los conocimientos previos con los que contaba eran escasos y vagos, en realidad no sabía en qué línea cronológica habían acontecido los hechos, mucho menos las características de las civilizaciones, y las aportaciones que hicieron y que todavía en nuestros días sigue teniendo relevancia y sus aportaciones se siguen utilizando.
El hombre no puede vivir solo, desde la época prehistórica el hombre depende de sus semejantes para cazar, reproducirse, etc. De ahí que nazca el derecho como el instrumento regulador de las relaciones humanas.
La noción de sociedad hace surgir la noción de derecho. Una norma no puede anteceder las necesidades sociales ya que no habría convicción para cumplirla. El derecho nace como un conjunto de normas que tratan de enmendar las carencias de la sociedad y que dependen de la existencia de una jerarquía que las haga cumplir. Sin un órgano que garantice el cumplimiento de las normas, el derecho pasa a ser puro papel.
1.1 DERECHO E HISTORIA
CAPÍTULO I: LA REVOLUCIÓN NEOLÍTICA Y LOS PRIMEROS IMPERIOS DEL MEDIO ORIENTE
FONDO HISTÓRICO GENERAL
a) El paleolítico. Hace aproximadamente 700,000 años apareció el hombre de Java y el de Pekín, que supieron hacer uso del fuego. Durante los próximos centenares de milenios, en circunstancias sumamente duras, el hombre no sólo logra sobrevivir, sino que también continúa la serie de inventos técnicos que le ayudan a arrancar a la naturaleza su subsistencia, el hombre primitivo, con manos y cerebro todavía en desarrollo incipiente, estaba muy defectuosamente equipado para la lucha por la vida. Su principal defensa inicial haya consistido en huir y ocultarse.
La habitualización de la conducta en sí misma es productiva, ya que proporciona la oportunidad de descargar la mente, haciéndola libre para motivaciones superiores y combinaciones polifacéticas que solo la economía de la habitualización hace factibles; y la cristalización de las primeras instituciones estatales
Arnold Gehlen, “Urmensch und Spatkultur”
En las mitologías escuchamos aún un último eco del pavor del hombre Primitivo, tan indefenso, frente a los enormes poderes destructores que lo amenazaban; observamos igualmente en el totemismo, y en los rasgos de animales de tantos dioses y demonios primitivos, residuos de la envidiosa admiración del hombre paleolítico por las superiores capacidades de los seres irracionales. Como la cacería de los grandes animales se efectuaba en forma colectiva, fue esencial para la coordinación de las tareas, el desarrollo de idiomas primitivos, diferentes según las diversas partes del mundo. Tanto el carácter colectivo de esta cacería, como la necesidad de distribuir la carne, en caso de éxito, suponen la existencia de familias primitivas. Este hombre paleolítico ya no se contenta con los objetos que le ofrece la naturaleza, sino que comienza a ajustar los rasgos del medio ambiente al fin para el cual los necesita. Encontramos en esta etapa utensilios adaptados, de piedra, cuerno y el hueso, y también las primeras huellas de un arte primitivo, ligado a la magia.
Con este primer homo faber comienza también la importante fase de las cuatro épocas glaciales, todas ellas pertenecientes a la era paleolítica.
La primera época glacial (la de Günz)
La segunda época glacial (Mindel)
Tercera época glacial (Risz)
Durante la cuarta época glacial, de 120,000-10,000 a.C. (Würm), empero, este hombre de Neanderthal cede su lugar al hombre de Cro-Magnon, de hace unos 30,000 años, verdadero comienzo del homo sapiens, que caracteriza al paleolítico superior.
Es a esta última fase del paleolítico a la que se debe un arte interesante (famosos murales en grutas de Francia y España, como las de Altamira, etcétera) que sugiere la existencia de una religión orientada hacia la obtención del éxito en la cacería, tema de vital importancia. También la manera de enterrar a los muertos apunta claramente hacia la existencia de una vida religiosa.
b) El mesolítico y la revolución neolítica
Alrededor de 10,000 a.C., cuando comienza la fase interglaciar en la que actualmente nos encontramos y cuando retroceden los glaciares, expandiéndose los bosques, las condiciones más favorables para la vida, aunadas a la inteligencia superior del hombre del tipo Cro-Magnon, provocan varias innovaciones técnicas de consideración: se inicia el importante interludio del mesolítico (que por lo que se refiere al Medio Oriente, dura aproximadamente de 10,000-5,000 a.C): los hombres de esta fase viven en chozas de paja y en grutas, reunidos en pequeñas comunidades; elaboran el hacha de piedra y la flecha; se desarrolla un primitivo comercio gracias a ciertos medios de transporte, tales como canoas y trineos; se perfecciona la alfarería; los adornos abstractos dan más personalidad a los utensilios y, lo más importante, se inicia el ennoblecimiento de ciertas plantas (granos, y uvas) y la domesticación de algunos animales (como el perro, el caballo o ciertas aves).
Este cambio aumentó la importancia de la mujer dentro del grupo social. Dado que el hombre estaba dedicado a la cacería y a las largas caminatas, necesarias para la recolección de frutas, y que la mujer, ligada a la choza por los periodos de embarazo y por el cuidado de los hijos, se ocupaba más bien del ennoblecimiento de las plantas y de las primitivas tareas agrícolas, la creciente importancia de la agricultura está acompañada de un predomino de la mujer (a la cual contribuyó quizá la conexión mágica entre “mujer” y “fertilidad”). En el desarrollo de muchas sociedades primitivas observamos así, cómo esta revolución neolítica es caracterizada por cierto “matriarcado”, las mujeres no sólo dirigían la vida económica, sino también la mágico-religiosa (predominaban las sacerdotisas); por ello son, generalmente, más antiguas las diosas que los dioses. Los ritos nocturnos y la veneración a la Luna (no al Sol) caracterizaban la religión matriarcal; hubo ritos de fertilidad e íntimas ligas ente lo sexual y lo religioso. También la vida de familia sufre el influjo del matriarcado: el parentesco se formaba a través de la línea materna.
El asombroso descubrimiento del “otro mundo”, al que el alcohol, producto del ennoblecimiento de la uva, da entrada, se conecta con las religiones neolíticas, y así se explica que hayan sido las mujeres las que primero se dedicaron al expendio del alcohol.
Después del intervalo mesolítico, la humanidad inicia la fase neolítica en diversas épocas, según la religión de que se trate: en América y en el norte de Europa, esta “revolución neolítica” se llevó a cabo miles de años después de haberse manifestado en el sur de Europa, en Egipto y en Mesopotamia.
c.) Mesopotamia.
Tiene especial importancia, como antecedente de la cultura occidental, la fase neolítica de Mesopotamia (“tierra entre los ríos”, región irrigada por el Éufrates, el Tigris y sus afluentes, y coincidiendo actualmente, grosso modo, con Irak). Como se trata de una región con poca piedra natural, la población comenzó a construir aldeas de ladrillo, una vez que la nueva agricultura permitió la vida sedentaria, a partir de unos diez mil a cinco mil años antes de Cristo. En estas aldeas comenzó a desarrollarse una jerarquía social y cierta división de labores, que, ambas, han dejado sus huellas en la creciente diferenciación de los utensilios y de los objetos de lujo, que nos muestran los hallazgos arqueológicos.
La división de labores llevó a un comercio intenso, a su vez provocó la necesidad de contar, calcular y registrar. Así se desarrolló en Mesopotamia la escritura, primero pictográfica y luego fonética, cuyas letras cuneiformes fueron grabadas en arcilla fresca, con ayuda de una pajita.
El pueblo los sumerios, no semítico, procedente de Asia Central, pronto llegaron a dominar sobre los demás pueblos que encontraron en Mesopotamia meridional y formaron la gran cultura de Sumeria.
La cultura primitiva de Mesopotamia fue de aldeas; algunas adquirieron prosperidad,
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