TRES FASES DE LA ECONOMIA

19 de abril de 2013

“LAS TRES FASES DEL DESARROLLO DEL CAPITALISMO EN LA INDUSTRIA”.

Por: BEATRIZ MARIA MARTINEZ ANGULO.

El desarrollo de los modelos económicos a través de la historia, han estado siempre marcados por un amplio debate, de acuerdo a las diferentes posturas filosóficas en cada uno de los sectores de la sociedad; cada uno argumentando y sustentando desde su punto de vista, una verdad irrefutable y completa. El autor de este escrito, se centra principalmente en todas las variables que convierten al capitalismo en un modelo económico desigual, explotador y poco equitativo para el desarrollo de la relación patrono – obrero. Es importante partir de la premisa del contexto social y época en la cual fue escrito; una Europa dividida entre modelos de pensamientos totalmente diferentes, y estados que se centraban en impulsar sus economías, de tal manera que se consolidaran como las potencias de la post segunda guerra mundial.

Décadas después, se puede inferir que la realidad económica no ha cambiado sustancialmente, han evolucionado los sistemas productivos, y se ha tecnificado la industria a nivel mundial, haciendo más eficientes, rentables y óptimas las industrias, sin embargo el contexto e impacto social es el mismo.

Para simplificar el análisis, se puede tomar como ejemplo, la industria nacional; Colombia como país tercermundista ha evolucionado tratando de acopiar y sincronizar su producción a la impuesta y marcada por un mundo competitivo y globalizado. Posterior a la apertura económica, vivió el fenómeno de ver su obligada transformación de país agrícola, principalmente cafetero, a un país transformador de materias primas, que debe competir o rezagarse en la esfera mundial.

Este cambio en el modelo económico nacional, y su adopción a la apertura económica, importaron competidores extranjeros al mercado productivo local, produciendo una triste y sistematizada extinción y quiebra de cientos de empresas nacionales, cuyo manejo y producción artesanal no pudo competir de igual a igual con la tecnicidad, automatización y eficiencia productiva de las multinacionales extranjeras. Como caso particular, el eje cafetero a parte de su consolidad producción cafetera, contaba con un sector textil de prestigio, renombre y vital importancia para la economía local. Este sector económico con la llegada de diversos actores competitivos al mercado, se vio casi extinto en su concepción, marcado por una desolada y marginal representación de “maquila” a empresas extranjeras; fenómeno fácilmente explicable en la gigantesca brecha tecnológica de la industria local, versus la extranjera; esta última más tecnificada, produce con menos personal y con mayor eficiencia en sus procesos su producto terminado. No basto para competir la plusvalía generada en los procesos artesanales por la mano de obra colombiana, esta vez los niveles y estándares de productividad de las empresas extranjeras, fueron en su momento inigualables para la industria local.

Actualmente, el mercado nacional está encabezado principalmente por empresas cuyo capital o procedencia del mismo es extranjero. Las pocas empresas representativas nacionales, han tenido en su mayoría que buscar aliados, capitales o inversión trasnacional para subsistir. Como efecto colateral, este nuevo contexto ha acabado sistemáticamente con los sindicatos e históricos nacionales, y casi ha condicionado e imposibilitado el surgimiento de nuevos. Sin embargo, si se observa a la otra orilla, tampoco se encuentra un panorama más alentador en sus resultados; puesto que, los países que en su momento incursionaron y adoptaron como suyas, posturas económicas y sociales afines al autor, terminaron fracasando y migrando al criticado capitalismo.

En síntesis, la única salida viable para la economía nacional, es incrementar el valor agregado y factor diferenciador

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