ANALISIS SOBRE LA TEORIA NEOCLASICA
sharidani16Ensayo13 de Octubre de 2016
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ANÁLISIS SOBRE LA TEORÍA CLÁSICA, CIENTÍFICA, NEOCLÁSICA Y LAS IMPLICACIONES DE LA TEORÍA DE RELACIONES HUMANAS
Antes de comenzar a establecer conexiones entre los distintos postulados que conforman gran parte de la Teoría general de la administración, es importante señalar muchos de los aspectos característicos que contribuyen a la formulación de los mismos y que, de algún modo, generan trascendencia y aplicabilidad entre ellos.
Los orígenes del enfoque clásico de la administración se remontan a las consecuencias de la revolución industrial; período en el cual existía un crecimiento acelerado y desorganizado de las empresas, junto con la necesidad de aumentar la eficiencia y la competencia de las organizaciones para obtener el mejor rendimiento posible. De ahí la necesidad de estudiar la administración como clave para el éxito organizacional, orientada a diversos enfoques que constituirían el concepto administrativo que se ejecuta en la actualidad.
En orden cronológico, la primera teoría en dar un concepto claro de “Administración” fue la teoría científica de Frederick Taylor (1911). Ésta teoría colocó su énfasis en las tareas realizadas por los operarios, que permitirían alcanzar una mayor eficacia gracias al control de tiempos y movimientos para evitar el desperdicio y la fatiga humana. Dentro de las características principales de ésta teoría se encuentran:
- La idea del trabajador como máquina.
- La carencia de sistemas efectivos de trabajo.
- La ausencia de incentivos económicos.
- La rigidez y el empirismo en la toma de decisiones.
- El desconocimiento de las habilidades de los obreros al incorporarlos en su labor.
La administración, según Taylor, debía asegurar el éxito organizacional y establecer métodos que permitieran alcanzar la productividad y la eficacia; algunos de los mecanismos que utilizó para esto fueron: El estudio de tiempos y movimientos, la eliminación del desperdicio, la especialización del trabajador, el uso de la regla de cálculo, las rutas de producción, los departamentos por producción, la estandarización y supervisión funcional y los costos de producción, entre otros. Del mismo modo, amoldándose al concepto de teoría, Taylor estableció 4 principios para la Administración científica, como lo fueron:
- Planeación: Sustituir la improvisación y los métodos empíricos por la planeación científica.
- Preparación: Seleccionar a los trabajadores según sus aptitudes y entrenarlos para producir.
- Control: Controlar el trabajo para garantizar que se cumpla según el plan.
- Ejecución: Distribuir las responsabilidades para que el trabajo sea disciplinado.
De manera casi inevitable, y obedeciendo a los gajes de la época, dentro de los postulados de la administración científica se fueron encontrando fisuras que, poco a poco, irían desmontando el impacto que había causado en su momento. A raíz de lo anterior, aparecieron ciertas concepciones críticas sobre la teoría de Taylor que harían énfasis en un sinnúmero de observaciones que se encontraron dentro de la misma. Algunas de estas críticas fueron: Mecanicismo de la administración científica, Súper-especialización del operario, Visión microscópica del hombre, Ausencia de comprobación científica, Enfoque incompleto de la organización, Limitación del campo de aplicación, Enfoque prescriptivo y normativo y Enfoque de sistema cerrado.
En segunda instancia, y a modo de dar respuesta a los diferentes interrogantes y vacíos que dejó la administración científica, aparece la Teoría clásica de la administración fundada por Henri Fayol (1916). Al igual que la científica, el objetivo del enfoque clásico era la eficiencia, pero vista desde un enfoque más estructural, es decir, pretendía conocer qué estructura debería tener una organización, vista como un todo, para poder ser realmente eficiente, y a su vez, determinar que elementos de la administración y cuáles principios generales debería seguir el administrador dentro de su actividad.
Dentro de los aportes de la teoría clásica al concepto y ejercicio de la administración actual encontramos:
- El establecimiento de las funciones básicas de la empresa: Función técnica, Función comercial, Función financiera, Función de seguridad, Función contable y la Función administrativa.
- Tareas de la administración o elementos administrativos: Planear/Prever, organizar, dirigir, coordinar y controlar.
- Concepto de administración.
- Proporcionalidad de la administración.
- Principios generales de la administración.
- El proceso administrativo: Planeación, organización, coordinación, dirección y control.
De igual forma que la teoría científica, el enfoque clásico estableció unos principios que rigen todo proceso administrativo, dentro de los cuales encontramos:
- División del trabajo: Especialización para aumentar eficiencia.
- Autoridad y responsabilidad: Dar órdenes y esperar obediencia.
- Disciplina: Obediencia y respeto de las normas.
- Unidad de mando: Ordenes de un solo superior.
- Unidad de dirección: Una cabeza y plan para cada grupo.
- Subordinación de intereses: Primacía de los intereses generales a los particulares.
- Remuneración del personal: Justa y garantizada satisfacción del personal en términos monetarios.
- Centralización: Concentración de la autoridad en la alta jerarquía.
- Cadena escalar: Línea de mando que va desde lo más alto a lo más bajo.
- Orden: Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar.
- Equidad: Amabilidad y justicia para alcanzar la lealtad.
- Estabilidad del personal: Larga duración del puesto de trabajo.
- Iniciativa: Visualizar un plan y asegurar su éxito.
- Espíritu de equipo: Armonía y unión entre las personas.
Las concepciones críticas no faltaron para esta teoría, donde se resaltaban muchos vacíos en sus postulados y afirmaciones, sin desconocer, claro está, la importancia radical que representaron en la formación de la administración que gestiona las empresas a lo largo de la historia. Algunas de esas críticas realizadas fueron: Enfoque simplificado de la organización formal, Ausencia de trabajos experimentales, ultra racionalismo del concepto de administración, enfoque incompleto de organización, enfoque de sistema cerrado y “Teoría de la maquina”.
En tercer lugar encontramos a una de las teorías más controversiales, y diametralmente diferente a lo anteriormente estudiado: Es la Teoría de las Relaciones Humanas, por Elton Mayo (1925-1932). Este enfoque de la administración tiene su origen en la necesidad de humanizar y democratizar los procesos administrativos, así mismo, encontró sus comienzos en el desarrollo de las ciencias humanas y algunos experimentos desarrollados en la época.
El objetivo principal de la teoría humanística está orientado hacia el logro de la productividad mediante la satisfacción del trabajador, del mismo modo, estudia al componente humano de la organización y se preocupa por él, prestando especial atención al bienestar que generan las relaciones humanas dentro de una empresa. Dentro de sus características principales encontramos: El estudio de la organización como grupo social, el énfasis en las personas, la delegación plena de autoridad, la autonomía del trabajador y la confianza y apertura. La influencia más significativa, que permitió fundamentar de manera concreta a esta teoría, fue el famoso “Experimento de Hawthorne”, el cual, dividido en cuatro fases, estudió los efectos de las condiciones físicas sobre los rendimientos de los obreros, así como las condiciones de trabajo más satisfactorias, la organización informal y las relaciones entre la lealtad formal e informal por parte de los trabajadores dentro de la organización.
Esta teoría, en particular, a parte de las distintas concepciones críticas que generaron sus postulados (Enfoque inadecuado de los problemas empresariales, concepción romántica del obrero, contraposición a la teoría clásica, énfasis en los grupos informales, etcétera) desprendió unas implicaciones que darían el verdadero sentido al objetivo y el enfoque de ésta. Dentro de las implicaciones más importantes encontramos: Liderazgo, motivación, comunicación, dinámica de grupo y trabajo en equipo.
Por último, encontramos a la teoría neoclásica de la administración, en la cual se hará un especial énfasis para efectos de estudio. Este enfoque, en particular, está estructurado por las diversas concepciones de distintos autores que no pretendieron una alienación hacia una misma orientación; destacando entre ellos a Peter Drucker (1950). La característica principal de la teoría neoclásica fue su énfasis en la praxis de la administración, en contraposición a los enfoques de las teorías anteriormente vistas, donde muchos de los postulados se quedaban en el papel, es decir, no consideraban la aplicabilidad de los mismos ante una verdadera organización. Para los neoclásicos, la teoría solo cobra valor cuando se pone en práctica. A raíz de esto, buscaron desarrollar conceptos palpables y concretos, de real aplicación. Aquí se resalta una de las diferencias más significativas entre la teoría neoclásica y el enfoque clásico, sabiendo que este último debió pagar las consecuencias de ser pionero en el campo de la administración, como lo es la ausencia de trabajos experimentales que pudieran comprobar la aplicabilidad de sus postulados y principios a una empresa.
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