AUSENTISMO – PRESENTISMO – ABSENTISMO

AUSENTIMO – PRESENTISMO – ABSENTISMO

Por

Md. Juan Carlos Pérez Correa

Especialista en Gerencia de la Salud Ocupacional

El termino ausentismo tan usado en el medio laboral para identificar la ausencia en el trabajo de una persona ya  bien sea por un permiso, por una licencia o por una incapacidad,  recientemente se está cuantificando y está siendo  parte de las preocupaciones de los financieros en lo que tiene que tiene que ver con los gastos directos de personal. Ya está muy claro  que cuando los trabajadores toman unos días de baja por enfermedad, el impacto financiero que sufre la empresa no se deriva únicamente de las tareas específicas que deja de desempeñar ese trabajador enfermo. A menudo el impacto se nota en el resto de la empresa, en especial si el trabajador forma parte de un equipo cuyo output debe obtenerse en un plazo determinado. Sin embargo, hasta hace poco tiempo era muy difícil que las empresas pudiesen cuantificar el impacto del ausentismo laboral utilizando datos fiables.  Cuando los investigadores calculan el costo acumulativo de las pérdidas en productividad, las estimaciones de los costos totales para la economía en general relacionados con el ausentismo laboral por enfermedad aumentan un 33%. Pero, tal vez, lo más importante es que estos análisis pueden justificar que las empresas gasten más dinero en mejorar la calidad de las prestaciones sanitarias de sus empleados. Los programas que ayudan a los empleados en caso, por ejemplo, de enfermedad crónica podrían ser rentables si las bajas disminuyesen y la productividad mejorase. No obstante, los ejecutivos necesitan ver las cifras antes de decidirse a afrontar semejantes gastos, sobre todo en la actualidad, cuando el gasto sanitario está fuera de control y algunas empresas sienten la tentación de dejar de ofrecer prestaciones sanitarias. Para ilustrar este concepto con cifras, los investigadores identificaron 35 empleos pertenecientes a 12 sectores con diferentes tipos de funciones de producción y luego entrevistaron a más de 800 directivos para determinar las consecuencias financieras del ausentismo laboral. En base a dichas entrevistas, estimaron “multiplicadores de los salarios” para cada empleo, donde el multiplicador refleja el coste para la empresa como porcentaje del salario diario del trabajador que está de baja. El multiplicador medio era 1,28, lo cual significa que, debido al impacto sobre la productividad global, el costo de una baja en el empleo medio es un 28% superior al salario del trabajador^[1].

A medida que progresa, se tecnifica y se  sistematiza el control de la gestión del recurso humano y se apoya en teorías y aplicaciones financieras, estadísticas y contables como los costos ABC y los sistemas de medición de producción por hora, llamado también sistema de tiempos y movimientos,  se  pone en moda un término llamado presentismo.

En Suramérica el presentismo está enfocado desde una perspectiva diferente a la forma como se enfoca en la comunidad Europea. Al revisar la literatura, nos llama la atención el manejo que se da al término desde un aspecto más de privilegios laborales. En las legislaciones de Suramérica está permitido y regularmente generalizado la costumbre de aplicar primas por convenciones sindicales a la asistencia al trabajo incluso por sobre los estímulos a la productividad. Entonces se acuñó el término a aquellas personas que laboran enfermos con el fin de no perder estas primas o no perder sus trabajos aun cuando su estado de salud desencadena en baja en la productividad. Por lógicas razones esto es muy difícil de medir y de conceptualizar. Algunos autores incluso en sus definiciones son tajantes en excluir del termino aquellas cusas de no producción aun cuando se esta en el trabajo pero por motivos que no son enfermedad, verbo y gracia las desconcentraciones, las llamadas telefónicas, el mal uso del Internet entre otros.

En Europa especialmente en España en cambio hacen una división académica entre lo que es el presentimo por enfermedad y el presentismo por otras causas o más bien llamado absentismo.

Sin embargo tiene algo en común ambos sin distingo alguno afectan la producción final de la empresa y aunque todo el tiempo se discute en que medida el uno más que el otro, lo claro es que casi podría decirse que es lo mismo no ir a trabajar que ir sin la disponibilidad psíquica, física y mental para hacerlo^[2].Yo creo que lo mejor es que aunque en casi todas las definiciones se excluyen situaciones de uso malicioso del tiempo como por ejemplo mal uso del correo, charlas en momentos de trabajo y muchas otras distracciones ajenas al trabajo propiamente dicho. Finalmente el termino presentismo, “Presenteeism”^[3],  en este proyecto involucra y contiene a toda situación que haga que un trabajador este en el trabajo sin estar completamente en el y lo más importante sin producir lo que realmente puede producir con sus capacidades y entrenamiento pleno.

El costo del presentismo en forma directa  es importante no solo porque este  costo atribuido es un costo más  oculto,  al estar  el trabajador en el trabajo pero sin  cumplir eficazmente,  y en la medida en que es imperceptible no se interviene,  ni esta en ningún plan de acción o cronograma de gestión empresarial. Este costo, con todos sus inconvenientes y conflictos, lo asume la organización y  muchas veces el propio afectado, pues los resultados no son óptimos y derivan situaciones administrativas y disciplinarias perjudiciales al trabajador.

Los empleadores están cada vez más preocupados acerca de la amenaza que empleados enfermos representan en los lugares de trabajo -dijo Brett Gorovsky, un analista de COACH, un proveedor de información sobre leyes empresariales y corporativas de Estados Unidos, que llevó adelante el estudio-. El presentismo puede afectar de manera muy notoria el resultado final, aunque a menudo no se lo reconoce.

Conozcamos un poco la evolución, problemática y situación actual del En Chile que es uno de los Países en donde más bibliografía se encuentra, se enfoca mucho al aspecto de la patología no confesada y a la labor en condiciones de enfermedad y en algunos Países Centro Americanos ven el problema desde el punto no de tipo económico sino como un factor que favorece el error en los actos médicos^[4].

Un interesante artículo se presenta en INCAE, BUSHINESS SCHOOL, escrito por el Dr. Guillermo Edelberg^[5]. En él se cuestiona inicialmente el que en algunos Países del mundo se pague una prima de asistencia ya que es imposible y contradictorio, que se pague a un trabajador dinero adicional por ir a trabajar. La postura sindical ante este tipo de motivaciones que aunque son del orden económico es discrepante porque finalmente lo que hacen es que un trabajador por necesidad concurra al trabajo enfermo para subsanar necesidades económicas.

Dentro de los estudios a tener en cuenta las Administradoras de riesgos profesionales, hacen algunos paralelos tomando en cuenta  los impactos económicos del fenómeno asentista y presentista desde el punto de la accidentalidad, pero definitivamente dan un peso mucho valor al primero sobre el segundo^[6]. Si se expone que por cada lesión grave o incapacitante que se presente en una empresa, se reportan entre 9 y 11 eventos que no requieren incapacidades, podría extrapolarse  al campo de la enfermedad general y decir que esta proporción puede estar muy aproximada y probablemente incluso mayor.

Tomando como base este documento y sabiendo que en ningún momento está diseñado para evaluar el presentismo y su impacto económico en las empresas,  si podría decirse que la aplicabilidad por su metodología es la que se requiere en una evaluación de perdidas dentro del ámbito presentista. Hay cuatro factores que tiene que ser pilares del programa: La identificación de la situación sobre al cual se va a trabajar, es decir en el contexto del presente trabajo, tanto el presentismo visto desde la óptica de estar enfermo en el trabajo como desde el aspecto del ente que se sienta en su puesto de trabajo pero no necesariamente con el objetivo de dar el máximo de su productividad.

Establecer estándares de evaluación dentro de unos parámetros estrictos de seguimiento con el fin de no desenfocar estadísticas y basados específicamente en mediciones de tiempos y movimientos, producción  en contra de tiempo y en  las empresas de servicio, la actividad frente al objetivo.

La medición en su mediante tablas, segu9imientos a estadísticas de producción por épocas de tiempo y frente a puestos específicos críticos de productividad. Las encuestas a patronos, supervisores y funcionarios y finalmente el análisis de los aspectos recaudados para obtener conclusiones.

Finalmente no tendría objeto un trabajo como el que se propone sin la intención de proponer medidas de control y seguimiento que contribuyan en las empresas a monitorizar la producción que sea relevante y que dependa del área de intrínseca de personal sin afectar derechos constitucionales ya ganados por los trabajadores y mucho menos atropellando a las personas dentro de su libre expresión de personalidad del que hacer.

Dice para contextualizar este último párrafo Dan Petersen que la medición del desempeño (Productividad)  la motivación individual son tan de la mano que podrían considerarse sinónimos.

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