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Aura(final Alternativo)


Enviado por   •  22 de Mayo de 2013  •  1.372 Palabras (6 Páginas)  •  1.266 Visitas

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. . .

Las hojas amarillas se quiebran bajo tu tacto; ya no las respetas, ya solo buscas la nueva aparición de la mujer de ojos verdes: "Se por qué lloras a veces, Consuelo. No te he podido dar hijos, a ti, que irradias la vida. . ." Y después: "Consuelo, no tientes a Dios. Debemos conformarnos. ¿No te basta mi cariño? Yo sé que me amas; lo siento. No te pido conformidad, porque ello sería ofenderte. Te pido, tan solo, que veas en ese gran amor que dices tenerme algo suficiente, algo que pueda llenarnos a los dos sin necesidad de recurrir a la imaginación enfermiza. . ." Y en otra página: "Le advertí a Consuelo que esos brebajes no sirven para nada. Ella insiste en cultivar sus propias plantas en el jardín. Dice que no se engaña. Las hierbas no la fertilizaran en el cuerpo, pero si en el alma..." Más tarde: "La encontré delirante, abrazada a la almohada. Gritaba: 'Sí, sí, sí, he podido: la he encarnado; puedo convocarla, puedo darle vida con mi vida'. Tuve que llamar al médico. Me dijo que no podría calmarla, precisamente porque ella estaba bajo el efecto de narcóticos, no de excitantes. . ." Y al fin: "Hoy la descubrí, en la madrugada, caminando sola y descalza a lo largo de los pasillos. Quise detenerla. Pasó sin mirarme, pero sus palabras iban dirigidas a mí. 'No me detengas —dijo—; voy hacia mi juventud, mi juventud viene hacia mí. Entra ya, está en el jardín, ya llega’. . . Consuelo, pobre Consuelo. . . Consuelo, también el demonio fue un ángel, antes..."

No había más. Allí terminan las memorias del general Llorente: "Consuelo, le demon aussi etait un ange, avant..."

Y detrás de la última hoja, los retratos. El retrato de ese caballero anciano, vestido de militar: la vieja fotografía con las letras en una esquina: Moulin, Photographe, 35 Boulevard Haussmann y la fecha 1894. Y la fotografía de Aura: de Aura con sus ojos verdes, su pelo negro recogido en bucles, reclinada sobre esa columna dórica, con el paisaje pintado al fondo: el paisaje de Lorelei en el Rin, el traje abotonado hasta el cuello, el pañuelo en una mano, el polisón: Aura y la fecha 1876, escrita con tinta blanca y detrás, sobre el cartón doblado del daguerrotipo, esa letra de araña: Fait pour notre dixieme anniversaire de manage y la firma, con la misma letra, Consuelo Llorente. Veras, en la tercera foto, a Aura en compañía del viejo, ahora vestido de paisano, sentados ambos en una banca, en un jardín. La foto se ha borrado un poco: Aura no se verá tan joven como en la primera fotografía, pero es ella, es el, es. . . eres tú.

Pegas esas fotografías a tus ojos, las levantas hacia el tragaluz: tapas con una mano la barba blanca del general Llorente, lo imaginas con el pelo negro y siempre te encuentras, borrado, perdido, olvidado, pero tú, tú, tú, siempre tú. Piensas ¿cuál es la probabilidad de que te esté pasando esto?, te preguntaras con gran impaciencia ¿Por qué sigues viendo esa escena cada vez que tus manos de deslizan a tu rostro?

Después de que vuelves a leer y releer todos los documentos, llegaras a un solo fin y pensaras que todo esto que estás viviendo no es real porque todo lo que está pasando es imposible, que es un sueño burdo y de mal gusto que te está juagando tu mente.

Crees que lo mejor será ir a dormir, te acuestas en tu cama, ni siquiera te quitas lo zapatos porque para ti todo esto es un sueño, cierras los ojos, parece que te has quedado dormido, mientras tanto recuerdas que Aura te había citado esta noche en el cuarto de la señora Consuelo, despiertas, exaltadamente y empapado de sudor, te encuentras en una gran oscuridad, has olvidado por un instante todo aquello que creíste que era un sueño, tratas de mirar tu reloj pero esta noche, el traga luz no muestras más que un pequeño resplandor muy lejano, esta noche no hay luna, y si la hay, parece que las nubes espesas no quieren que esos rayos toquen ningún rincón de tu cuarto ni de la casa entera.

Sales del cuarto donde estabas recluido después de tan impactante hallazgo, piensas con más claridad en las imágenes, crees que solo es una coincidencia genética, que tanto Aura como la señora Consuelo se parezcan

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