Bernardo y leviatan critica

Bernardo y Leviatán es un libro que mantiene el suspenso, la historia se desarrolla en un entorno futuro y se centra en dos personajes principales, el Doctor Bernardo Seler y Tómas Bit. El doctor quien es nuevo en la clínica con personas con trastornos mentales, ha llegado y escogió un pabellón en específico, en este pabellón se encuentra la historia de Tómas Bit, que durante las sesiones que tendrán cada día serán de gran importancia para el desarrollo de este libro. La parte más destacada de estas sesiones es que, la única condición para que Tómas acceda a tomar las sesiones con el doctor, es que se lleven a cabo ciertas reglas, de lo contrario el doctor debe retirarse y evitar mantener comunicación con el paciente, un ejemplo es que a Tómas no le gusta que entren a su habitación con aparatos electrónicos, el prefiere que sus sesiones sean un poco más anticuadas.

El doctor, quien pretende ganarse la confianza de Tómas sigue las reglas que este le dio, y solamente de esta forma las sesiones van tomando continuidad. Después de varias sesiones, las pláticas se vuelven intensas cuando Tómas decide contar parte de su historia y de cómo llego a la clínica, pues Tómas no era su verdadero nombre, y su apellido Bit, también era falso.

Las sesiones le dan forma a la historia, el suspenso y asombro son más densos a medida que el lector se adentra más y más en la historia de Tómas, su vida es totalmente contraria a la que pueden imaginar. Tómas solía ser un programador exitoso que trabajaba en su hogar, sus altos conocimientos en programación hicieron que lo contrataran para un proyecto de gran relevancia social, todo esto después del atentado del once de septiembre, cuando una nación entera y el mundo pudo ver  el atentado terrorista a las torres gemelas. El programa en el que se alisto Tómas consistía en adjuntar toda la información disponible sobre los ciudadanos para poder prevenir futuros delitos que atenten en contra de la sociedad.

Después de haberle contado su pasado, el doctor decide investigar por su cuenta, lo que ocaciona que Tómas actué de una forma violenta y le advierte que ha puesto en peligro la vida de ambos.

Finalmente el archivo de la Humanidad comienza una serie de persecución donde aparecen más personajes pero mencionan que Tómas era quien espiaba realmente a los hombres del futuro que menciona en el libro.

El objetivo que le tome a este libro es que debemos tener cuidado al compartir nuestra información en cualquier medio informativo o social, en la lectura nos hablan de una sociedad muy avanzada tecnológicamente, pero todo lo que vemos actualmente y lo consideramos como ciencia ficción, pude llegar a tener un lugar en la realidad en algún futuro. Hoy en día somos muy dependientes de la tecnología y las inteligecias artificiales están en su desarrollo, pienso que si no se logra un dictamen a nivel mundial sobre controlar estas ia algún día pueden rebasar el potencial del ser humano

El libro es muy interesa, podría resumirlo lo más que pueda, pero es tan extenso que omitiría muchos datos e ideas importantes, pero como idea principal puedo percibir que es un poco de la realidad que estamos siendo observados por medio de nuestros dispositivos que utilizamos diario, nuestra información es tan fácil de obtenerla con un solo clik y nuestra privacidad se ve cada día menos personal, pues las redes sociales y diferentes plataformas digitales se han encargado de adjuntar todo sobre lo que hacemos, como había mencionado anteriormente; debería existir una corte o ley que haga que las inteligencias artificiales de diferentes platarformas digitales que existen desactiven o cierren programas que violen en contra de la privacidad, puede ser, escáner de reconocimiento facial, lector de huellas dactilares, etc.

Definitvamente recomiendo este libro, no solamente por que me agrado, si no porque esta historia podría describir perfectamente lo que puede suceder en el futuro, y los vestigios de nuestro pasado seremos solamente nosotros, depende de nosotros que limite debemos ponerle a la tecnología, pues nadie sabe quién está detrás de nuestra pantalla del celular, computadora, Tablet, etc.

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