CONCLUCION: Capitulo 1 Hijos de la intimad
Vickii SantillanApuntes23 de Octubre de 2017
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CONCLUCION: Capitulo 1 Hijos de la intimad.
Pude entender que Dios nos está llamando a que seamos hijos de Él, que podamos mostrar al mundo que él es nuestro padre eterno, que él nos creó, formo desde el vientre de nuestra madre. Poder portar la naturaleza de Dios solo va a nacer de la intimad y el amor que tenga con mi padre. Dejando las estructuras de lado, la religión.
Nuestro padre quiere ver toda nuestra vida reflejada en él, que cuando nos conozcan, no vean a una hija religiosa estructurada, sino que puedan realmente ver una hija que tiene la naturaleza del padre, que expresa la naturaleza divina en poder, carácter, y gloria. Que ahí se cumpla su palabra de “El que me ve, ve al que me envió” (juan 12:45)
Tenemos que volver a nacer pero del amor de Dios, volver a la esencia, que es el regazo del padre y desde ese lugar unirnos y derribar los muros que nos han separado por siglos.
Necesitamos experimentar el amor, el carácter el poder y la gloria del Dios vivo a través de nuestras vidas llevando palabras, abrazos a los demás.
La gente no necesita discursos o sermones ellos quieren ver y probar a Dios a través de nuestras vidas, para poder ser esos portadores que muestran la naturaleza de Dios.
Debemos morir a todo lo que es nacido del mundo y nacer del Espíritu. Como lo hizo Nicodemo. El a pesar de su religión quiso ir mas allá de todo lo que el estudio y preparo toda su vida, el comenzó a sentir un vació en su interior que no podía llenar con su religión estructurada. El vio en Jesús la gloria, pudo darse cuenta que Jesús venia de arriba por todo lo que él hacía, los actos cotidianos de su vida no encajan en las ecuaciones humanas. A Nicodemo le impacto tanto Jesús que no le importó si tenía que perder su reputación, control y posición con tal de conocer eso que le impacto de Jesús él sabía bien que no era alguien nacido de la carne por eso es que el deseo de Nicodemo creció a tal punto que el también necesitaba ser un hijo del Espíritu. Poder dar ese paso por Dios es lo primero que debemos hacer para acercarnos a Él. Morir para volver a nacer pero del Espíritu.
Si no nacemos del Espíritu no vamos a poder ver el reino de Dios. (Juan 3:3)
Tenemos que empezar a identificarnos como hijos de Dios todos los que nos vean, vean la naturaleza del Padre en nosotros, que en todo lugar donde estén producirán que los cielos se abran, que el Espíritu descienda de forma visible a través de mi vida puedo lograr que los demás vean al Padre. El deseo tiene que salir de cada uno de nosotros para poder llegar a ser hijos del Espíritu y lograr complacer al Padre con nuestro carácter y forma de ser mostrándole que lo amo dejando de lado nuestros deseos y priorizándolo solo a Él.
CAPITULO 2: Hijos del viento
Ser hijos del viento es nacer del Espíritu y crecer en la madures del padre a tal punto de dejarlo todo por el que me Amo primero, como lo redacta en -Juan 3:6 “lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, Espíritu es”. Es tener el ADN de aquel que fue capaz de dejar su trono y dar su vida para que otros la obtengan. Existe una dimensión de intimidad con Dios y pasión por su presencia en la cual tu espíritu y el de Dios se entrelazan y literalmente eres poseído por El. El Espíritu comienza a determinar cada paso, movimiento y se empieza a ver a Cristo en ti.
Invisibles e impredecibles: El viento no se ve, pero se oye. Así hay que empezara a ser tener un sonido, donde se pueda hablar y declarar las manifestaciones del cielo. Ser invisibles, cuando quieras verlos solo veras al Espíritu en ellos. Ser impredecibles es otro punto clave, donde podemos lograr que el espíritu santo guie nuestras vidas a ser como él quiera, mata toda religiosidad estructurada que nuestras vidas tiene, pensando en el “orden”, dejamos de lado lo que Dios quiere lograr hacer. Los hijos del viento son impredecibles. Son guiados y movidos por Dios en todo. Son aquellos que le preguntan … ¿qué quieres hacer hoy? Te permito que irrumpas todos los planes que yo tengo formado en mi día. El control humano será transformado en temor Divino. El orgullo en dependencia. El pecado en santidad. Y la esclavitud en libertad.
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