Caso Enron, visión ética

UNIVERSIDAD DE PIURA

CAMPUS LIMA

Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales

Programa Académico de Administración de Empresas

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Caso Enron

Alumno:

Josué Carnero

Curso: Ética de Negocios

17 de abril de 2016

Profesor: Ignacio Soto

Ciclo: 2016 – 1

Hacia el año 1985 en Texas, se formaba la empresa energética que en pocos años sería una de las más reconocidas a nivel mundial, además de representar un modelo para las nuevas empresas americanas. Ken Lay fue el capitán de este bote, que poco a poco se fue hundiendo, debido a la codicia de los altos directivos, los escándalos contables, el tráfico de dinero y demás.

El comienzo de esta historia resultaría alentador para la mayoría de emprendedores y entusiastas que necesitan de ese empujón anímico para empezar; y es que Ken Lay se jactaba de ser un hombre que vino desde abajo, empezó repartiendo periódicos y a lo largo de su juventud se vio interesado en el rubro energético. Llego a ser presidente de la Houston Natural Gas, la cual más tarde se fusionaría con  Inter North, dando paso a lo que se conoce como Enron; nombre que es sinónimo de fraude y sufrimiento en los Estados Unidos.

Todo parecía normal, de hecho, lucia mejor que genial; pero esto no fue una consecuencia de la buena administración de parte de los ejecutivos de Enron, sino más bien una jugada planeada; ya que como dicen muchos profesores de marketing: “La percepción del cliente es lo más importante”. Eso buscaban ken Lay y su equipo, el cual estaba formado por Jeffrey Skilling, Andrew Fastow, la firma auditora Arthur Andersen y demás cómplices, todos ellos con la misma calidad ética y profesional, es decir nula. Para hacer corta la explicación, lo que hacían ellos para ganarse el pan era inflar el precio de sus acciones y venderlas una vez estas estaban en un precio bastante alto , en otras palabras vendían humo como si fuera oro. Uno pensaría que el único delito que cometieron estos señores fue el de estafar a la gente que compraba las acciones, pues no; para que las acciones adquirieran ese precio alto ellos manipulaban el mercado a su antojo, muchas veces a costa del beneficio de la población.

Los altos ejecutivos de Enron eran todos unos expertos en los temas del engaño, vivían para eso; pero hubo un hombre el cual maquino todo desde su puesto, un hombre el cual incluso después de haber sido descubierto, y sentado frente al banquillo de los acusados, seguía manifestando su inocencia. Este  hombre es Jeff Skilling, CEO de la compañía y responsable de muchas de las artimañas elaboradas por la empresa para maquillar sus deudas. Como todo hombre inteligente, malicioso y planificador, Skilling no se quería “ensuciar” las manos elaborando dichas tretas, por lo que contrato al que sería el ejecutor de estas, Andrew Fastow. Estos dos juntos fueron los que mantuvieron la compañía a flote por varios años, y no solo eso; sino que además lograron engañar a todo el país, el cual los premiaba por su innovación y buen desempeño.

Cada vez que el barco se empezaba hundir por alguna deuda que salía a flote, los contadores y financieros; encabezado por el presidente Fastow, sacaban un truco debajo de la manga y hacían que la empresa “volviera a la vida”. Pues tal como lo decían periodistas y analistas de negocio: “Enron es una caja negra, en donde solo se puede ver como entra el dinero”. Una de las más recordadas artimañas realizadas por los ejecutivos fue el convenio con Blockbuster, el cual consistía en hacer uso del famoso banda ancha, el negocio era innovador ya que se fundamentaba en rentar películas por internet, esto hizo que las acciones de Enron se incrementaran significativamente, además de hacer  quedar a Enron como una empresa adelantada a su época, logrando varios reconocimientos. Contrario a todo lo que se mostraba, el negocio con blockbuster iba de mal en peor, las personas no consumían de la forma en la que Enron decía que lo hacían. Esta sería una de los principales motivos por el cual la empresa sería descubierta como fraudulenta.

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