Cazadores de microbios

CAZADORES DE MICROBIOS

Dr. Paul de Kruif

Capítulo 1

Introducción

Desde tiempos remotos el hombre ha buscado explicar el porqué del mundo que lo rodea. Han existido diversas versiones de la “verdad” a lo largo del tiempo, esto se debe a la creación de nuevas hipótesis que se van teorizando y llegan a ser una verdad entre los individuos, pero en el mundo actual del siglo XXI no nos basamos en rumores o creencias de los qué pasa y el porque pasa a nuestro alrededor, el mundo de la ciencia es lo que nos rodea ahora.

Para que algo se crea se debe comprobar, debe ser observable y tener fundamentos sólidos para poder presentarlos ante la sociedad, sino se corre el riesgo de ser condenados de charlatanes.

La lectura nos habla del descubrimiento de un mundo nuevo para nuestro personaje principal, el asombro, el orgullo, el esfuerzo y la envidia que estos descubrimientos pueden traer.

El capítulo relata la vida de Antonio van Leeuwenhoek , un holandés nacido en Delf, su vida y trayectoria en su infancia, juventud es declarada como cotidiana, siendo hijo de una familia respetable que fabricaba cestos y cerveza, trabajando en una tienda de Amsterdam y posteriormente tener su propia tienda de telas en su natal Delf.

No fue hasta años después que su afición por tallar lentes y su curiosidad por saber como las cosas pequeñas se podrían observar de un tamaño considerable lo llevaron a la creación de diversos y numerosos aparatos que servirían como los primeros microscopios en la historia.

Habiendo sólo lupas y lentes de aumento que lo mas pequeño que lograban distinguir era un ácaro de queso, esta descubrimiento fue increíble para las sociedad científica en desarrollo.

Desarrollo

Comienza con la mención de Antonio Van Leeuwenhoek, el hijo de una familia respetada que fabricaba cerveza y cestos, lo interesante que muestra es la hazaña, el logro que tuvo este hombre al realizar los primeros microscopios vistos por el hombre en el siglo XVII. En esa época los hombres de ciencia aun no eran vistos como profesionistas por lo que tuvo por que esperar hasta que la primera sociedad científica se creara pues los hombre creían en supersticiones que no eran comprobadas.

Este holandés nacido en Delf, creció y se desarrollo como cualquier otro ser humano en esa época trabajando y formando una familia, gracias a esta formación lejos de las doctrinas de su época fue que su descubrimiento fue genuino y se desarrollo bajo su propio criterio.

Este descubrimiento inicio cuando era conserje de la casa Consistorial, en este lugar le despertó la afición de tallar lentes, ya que para ese entonces existían las lupas que se decía hacían parecer las cosas mas grandes de lo aparente. Pero su carácter le hizo pensar en la fabricación de un lente, en vez de solo comprarlo.

Se decidió a aprender de lo que tenia a su alrededor para construirlo, visitó ópticas, a boticarios, alquimistas y así descubrió el arte de los orfebres, el trabajo de los minerales para crear metales preciosos. Así fue creando sus propios lentes y los montaba en cuadriláteros de oro, plata o cobre. Era un hombre meticuloso por lo que pasaba largo tiempo modificando y perfeccionando sus creaciones, quería mejorar los mas sofisticados lentes que se conocieran.

Con estas herramientas disfrutaba de la observación de todo lo que podía, fibras musculares, lana de oveja, pelos de castor, de liebre, las cortezas de los arboles, semillas, hasta la cabeza de una mosca montada en un alfiler.

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