Comparación de héroes medievales: Beowulf y Mío Cid.

                               Comparación de héroes medievales: Beowulf y Mío Cid

Introducción

Desde los albores de la humanidad hasta el día de hoy, se han contado historias sobre héroes que han logrado trascender en el  tiempo debido a su honor, valor y fortaleza. Estos héroes han marcado un antes y un después en la historia de la literatura.

En primera instancia, en este trabajo intentaré abordar la figura del héroe en general; en segundo lugar compararé a dos héroes medievales de las obras Beowulf y Mío Cid y por último haré una subjetiva conclusión para dar un cierre a este trabajo.

Concepto del héroe medieval

Para poder esclarecer el concepto de héroe, es mejor hacerlo de la mano de alguien  que se haya dedicado al estudio de dicha palabra. Por eso mismo, citarè a J. Eduardo Cirlot: De la definición de épica se desprende el concepto de héroe, el cual aparece reconocido con la idea de honor y riesgo. El culto del héroe ha sido necesario no solo por la existencia de las guerras, sino a causa de las virtudes que el heroísmo comporta y que siendo advertidos seguramente desde los tiempos prehistóricos, hubo necesidad de exaltar, resaltar y recordar. La magia, el aparato, el esplendor del mismo vestuario de los guerreros antiguos así lo proclama, como la coronación de los vencedores equiparados a reyes. La relación entre la lucha contra los enemigos, exteriores y materiales, y el combate contra los enemigos interiores y espirituales, determinó automáticamente la mínima relación entre el héroe de una y de otra guerra.

Todas las cualidades heroicas corresponden analógicamente a las virtudes precisas para triunfar del caos y de la atracción de las tinieblas. De ahí que el sol se asimilara en muchos mitos al héroe por excelencia. En el destino del héroe coinciden lo histórico y lo simbólico¸ el héroe tiene como fin primordial vencerse así mismo.

Es necesario tener en cuenta que el concepto de héroe fue cambiando a lo largo del tiempo adecuándose a las épocas y a las situaciones, sin abandonar la esencia de su contenido. El héroe de la épica se destacaba por sus acciones altamente riesgosas que lo colocaban en un plano superior al de los demás mortales. Su causa era la salvación o la liberación de la comunidad. El héroe de los mitos, las leyendas y los cuentos, suele desenvolverse en estrecha relación con elementos irreales o fantásticos, y es auxiliado por fuerzas que superan el ámbito de los hombres comunes. Así como decía Joseph Campbell en “El héroe de las mil caras”: “el héroe es el hombre o la mujer que ha sido capaz de combatir y triunfar sobre sus limitaciones históricas personales y locales, y ha alcanzado las formas humanas generales, válidas y normales de su comunidad”.

El trabajo del héroe es penoso y gratificante a la vez, porque supone la aventura del descubrimiento de sí mismo y el desenvolvimiento del propio ser en busca de la identidad personal. Quien se conoce así mismo, quien sabe para siempre quien es, no integra rebaños sino que es capaz de asimilarse a una convivencia armónica y positiva en una comunidad. Asimila sus valores y los defiende, en cuanto sean positivos. Tiene un proyecto de vida, se guía por objetivos precisos que va alcanzando en sucesivas metas, que no se contraponen en las formas humanas generales, válidas y normales. Logra el respeto de los demás y sirve como ejemplo porque el logro de su propia identidad es una energía que emana de su esencia, dándole sentido a todo su accionar.

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