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Enviado por   •  11 de Mayo de 2020  •  Informes  •  1.011 Palabras (5 Páginas)  •  183 Visitas

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UN 2 DE NOVIEMBRE

Se han contado varias historias acerca de narcotraficantes y esta será una más de ellas; sin embargo no será igual pues esta tuvo un giro más inesperado.

Nuestra historia empezó en Nuevo Laredo, año 2008; dos amigos de nombre Poncho Llantas y Benito Camelas se conocieron. Poncho  era un gran músico que tocaba el violín en una orquesta muy conocida en Nuevo Laredo y Benito era el jefe del Cartel más temido de Nuevo Laredo, Cartel Los Sapos.

Benito Camelas era muy conocido por no dejar rastro alguno al momento de acabar con la vida de alguien que se haya metido en su camino, lamentablemente Poncho Llantas fue uno más en su lista interminable de asesinatos.

Cuando Poncho salía de los ensayos de su orquesta alrededor de las dos de la mañana, se topó con un grupo de personas que estaban cerrando un trato; este tipo de cosas era normal de ver en Nuevo Laredo por lo que Poncho no le hizo caso a eso y siguió caminando, para su mala suerte las personas que cerraban el trato tuvieron un pequeño desacuerdo que los llevo a una balacera en la cual Poncho Llantas murió un 2 de Noviembre. Los responsables de la muerte de Poncho fueron hombres de Benito Camelas, y ya que Poncho había muerto a la edad de 26 años se quedó sin la oportunidad de poder cumplir sus sueños y su alma se quedó en limbo. Cansado de no poder disfrutar del descanso eterno, regresó a la tierra con la única misión de atormentar a Benito Camelas por el resto de su vida.  

Benito Camelas empezaba a escuchar voces y sentir que alguien lo seguía constantemente, sentía una vibra extraña, así que les comentó a sus amigos lo que estaba sucediendo y que sentía que la persona que lo seguía era su viejo amigo, Poncho. Ellos no pensaban que fuera verdad lo que decía Benito, pues creían que era su conciencia que no lo dejaba tranquilo ya que de cierta manera él había tenido la culpa de que muriera.

Paso unas cuantas semanas y Benito se dio cuenta que todo había estado en su imaginación, que se sentía culpable de la tragedia que paso aquel día, pero que él no lo había matado, el destino lo había puesto en ese lugar por alguna razón y se sentía aliviado de que no fuera verdad aquellas voces que escuchaba.

Hasta que un año después de la muerte de Poncho, Benito se dirigía al panteón para llevarle flores a su amigo, no se sentía cómodo yendo a ese lugar, pero él había hecho una promesa aquel día, todos lo años iría a visitarlo y le haría un altar en su casa. Al llegar al panteón se percató de algo, la tumba de su amigo no se encontraba por ningún lugar, por más que el busco, no la pudo encontrar, así que decidió regresar otro día. Al momento que se dio la vuelta para irse, sintió que alguien le había susurrado al oído, Benito se asustó tanto que salió corriendo, no se explicaba cómo había escuchado eso, ya que solo él estaba en el panteón y sabía que no era parte de su imaginación porque lo escucho muy claro, demasiado verdad para ser mentira; recordó que al morir Poncho le había pasado algo similar y nadie le creyó, así que decidió no contarle a nadie porque iban a pensar que se estaba volviendo loco.

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