ELENA MELÉNDEZ-VALDÉS CUTANDA DESEOS, MARINA MAYORAL
Elena Meléndez-Valdés CutandaApuntes23 de Mayo de 2019
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ELENA MELÉNDEZ-VALDÉS CUTANDA
DESEOS, MARINA MAYORAL
Los anhelos son el hilo conductor de la novela titulada “Deseos”, de Marina Mayoral. Para la autora los peores deseos son aquellos que no nos hemos atrevido a realizar. Los personajes de la novela se debaten con las pasiones en Brétema (niebla en gallego), lugar que les afecta a la hora de tomar decisiones y llevar su vida.
Todos los personajes tienen o han tenido algún deseo que ha marcado su vida. Algunos deseos no pueden cumplirse a pesar de los esfuerzos de uno mismo, ya sea por mala suerte o por las distintas circunstancias que se dan, pero el no intentar cumplir un deseo puede llevarnos a arrepentirnos toda la vida.
La autora se vio inspirada por esta frase: “Tú eres lo único que de verdad yo he deseado en la vida”, que escuchó por casualidad. La propia Marina se arrepintió de no voltear a ver qué mujer había dicho aquello. De hecho, tantas eran sus ganas de conocer aquel rostro, que anduvo por el lugar intentando asociar la frase a alguna mujer de las que allí había, porque ella ya estaba imaginando una historia, y quería dar cuerpo a su personaje.
Cuenta la importancia de la frase que escucha, que le hace pensar en la prehistoria del personaje. Esa mujer, que “sabe que lo único que de verdad ha deseado es a ese hombre”. Así, también se debe pensar en cómo es ese hombre, que tanto le apasiona. Ahí está la historia, la cual realizó en al menos 3 años.
Marina Mayoral considera que hay al menos dos tipos de novelistas: uno creador de personajes, fabulador; el otro es más interesado en el ambiente o la denuncia social. Ella se considera contadora de historias, desde su infancia las creaba como hacían los titiriteros. Tiene facilidad para crear personajes. Incluso Miguel Delibes comentó sobre una novela suya “Qué derroche de buenos personajes, en una novelita de 100 páginas esa cantidad de buenos personajes”. De hecho, la autora ha utilizado esos personajes en otras de sus novelas. Sobre el novelista creador de personajes, hay un momento en que tiene que respetar al personaje, no manipularlo. El personaje cuenta su versión. Este respeto llega a tanto, que la autora llegó a enfadarse con un personaje, “con una joven que se empeñó en suicidarse, y yo me empeñé en que no se suicidara, y estuve con la novela interrumpida un buen tiempo”.
Sobre los personajes de “Deseos”, algunos son ya conocidos por otras novelas, y hay nuevos, como Constanza o Héctor. Una mujer que desea la maternidad cueste lo que cueste. La novela consta de muchos personajes. Otro personaje clave es Brétema, la niebla. Se creó en 1980, cuando publicó “La única libertad”. Brétema tiene rasgos gallegos, esa pequeña neblina que difumina los montes y pinares, y también influyen en la personalidad de los personajes. Lo que ocurre en Brétema es universal, como la murmuración y el mirar a los demás para controlar qué hacen, a qué hora y con quién van. Pero esa cercanía gallega, “la idiosincrasia del pueblo gallego es el no mostrarse, frente a un castellano con ímpetu, el gallego es más íntimo y desconfiado, lo que aporta un aire de misterio”.
A propósito de lo gallego, hubo una pequeña confusión con otro autor perteneciente a Galicia, Manuel Rivas, el cual usó en una de sus obras el término de Brétema. Es una palabra muy sonora y muy gallega, por ello Manuel la usó sin recordar que la había escuchado en la obra de Marina.
La autora es catedrática de literatura, destacando los estudios de Rosalía de Castro y Emilia Pardo Bazán, autoras gallegas que marcan la literatura propia. Para Marina, Rosalía es la vida interior. No tuvo una vida social como escritora, vive entregada a su obra, pero aceptando el mundo familiar, sin buscar fama y gloria. Emilia Pardo es todo lo contrario, quería estar en todas partes. Tenía talento y capacidad para actuar socialmente. Encontró una oposición frontal de todo el corporativismo académico. Galdós, su amante, la admiraba profundamente como escritora.
La conexión que le queda a Marina Mayoral con su tierra es “La Voz de Galicia”, en donde publica una columna. Para escribir sus obras utiliza el gallego o español dependiendo de donde ella misma se encuentre.
Finalmente, la autora de “Deseos” no habla sobre los suyos propios en público.
VIRGINIA WOOLF: HUERTO, JARDÍN Y CAMPO DE BATALLA, LAURA FREIXAS
Laura Freixas habla de Virginia Woolf, una escritora británica nacida en Londres en 1882, donde vivió toda su vida. Es autora de una serie de novelas que la hicieron famosa, también de relatos y varios ensayos. Se suicidó en 1941, adentrándose en un río con los bolsillos llenos de piedras. Lo hizo al sentir que venía un nuevo ataque de locura, como algunos que ya había sufrido. Además, el mundo estaba en plena Segunda Guerra Mundial, y tampoco sentía fuerzas para seguir soportando dicha desgracia, sobre todo teniendo en cuenta que su marido era judío, y ellos pensaban que si Hitler invadía Inglaterra la mejor opción era suicidarse.
¿Por qué Laura Freixas elige a Virginia Woolf para la conferencia? “Porque Virginia Woolf está por todas partes”. Está muy presente, es la más viva y su figura va creciendo actualmente. Inmediatamente después de muerte, Virginia Woolf fue considerada una autora interesante pero una figura menor; a partir de los 60 crece el interés por ella. El primer hito en este recorrido lo marca la obra de un dramaturgo americano, Edward Albee, la cual fue producida en cine. Es interesante ver que esta primera presentación al gran público de la figura de Virginia Woolf va asociada al miedo. En esta obra no aparece como personaje, sino como figura imaginaria. Los personajes cantan la canción del lobo feroz, cambiando esta parte de la frase por Virginia Woolf. Esta figura femenina poderosa intelectualmente, que podría ser un referente para las esposas frustradas que aparecen en la obra, es vista como amenazadora. “Es algo característico de nuestra cultura el ver a las mujeres poderosas como figuras amenazadoras, cuando sabemos que en la práctica las mujeres en la vida real tienen más motivos para sentirse amenazadas que amenazadoras, como nos recuerda la principal escena de la obra”.
Virginia Woolf es una figura que está presente de muchas maneras, su imagen es reconocible, la encontramos en sitios muy diversos, como camisetas, tazas, y demás productos de mercado. Además, es un referente en particular para las escritoras. Sólo en España y los últimos años existen varios ejemplos de obras relacionadas explícitamente con Virginia Woolf: “Nessa” de Marta Pessarrodona; “Cuentos de Bloomsbury” de Ana M. Navales; “Una habitación ajena” de Alicia Giménez; “Mujeres de mármol” de Amparo Serrano; “Una habitación impropia” de Natalia Carrero; “Tú serás Virginia Woolf” de Juana Vázquez. También está presente en cuentos para niños: “Virginia Woolf, la escritora de lo invisible” de Luisa Antolín y Antonia Santolaya; “Virginia Woolf” (el comic) de Michele Gazier y Bernard Ciccolini. Para terminar este recorrido Laura Freixas nombra “Las horas” (novela) de Michael Cunningham y “Las horas” (película) de Stephen Daldry.
¿Por qué Virginia Woolf está en todas partes? “Está por todas partes debido a la extraordinaria riqueza de textos, imágenes e historias que se asocian a Virginia Woolf y todo su círculo, el grupo de Bloomsbury. Yo lo he llamado huerto y jardín, porque está lleno de cosas sustanciosas, de ideas, de reflexiones posibles a partir de los textos, vivencias, biografías, y porque tanto los textos como imágenes son de una exquisita belleza”.
En primer lugar, los textos: las novelas de la propia Virginia. Hoy por hoy es casi la única mujer cuya presencia en el canon occidental es indiscutida y unánime, aunque no ha sido fácil introducirla en él. Esto se debe principalmente a sus novelas; tiene varias muy vanguardistas, son distintas unas de otras, va cambiando sus técnicas, sus puntos de vista. Algunas son “El cuarto de Jacob”, “La señora Dalloway”, “Al faro” y “Las olas” Laura Freixas recomienda empezar por la novela “Orlando”. Esta última tiene una clave un poco irónica, que cuenta la biografía imaginaria de un aristócrata nacido en el siglo XVII, que un siglo después sigue vivo y cambia de sexo.
Además de las novelas escribió ensayos, en el sentido inglés, porque está entre el ensayo, la autobiografía, el articulo periodístico. Estos ensayos que son deliciosos por la amalgama entre reflexión y vida cotidiana se reúnen en varios volúmenes, como “El lector común”, pero sobre todo es conocida por un ensayo fundacional, que es “Una habitación propia”. Finalmente escribe “Tres guineas”.
A su vez escribió relatos y cartas. Cuando murió dejó otros dos textos importantes: “Diarios” con 30 cuadernos manuscritos y “Momentos de vida”.
Son importantes también todas las imágenes que nos han dejado Virginia y su grupo. También contamos con un autorretrato de su tía abuela, la cual fue pionera de la fotografía.
El grupo de Bloomsbury. Este famoso grupo se forma cuando los dos hermanos de Virginia y Vanesa van a la universidad. Tiene una familia un poco complicada, porque su padre y madre habían estado casados en primeras nupcias y habían tenido hijos, al enviudar ambos se vuelven a casar y tienen 4 hijos, dos chicos y dos chicas, de las cuales Virginia es la menor. Los dos chicos estudian, las dos chicas no. Esto provoca en Virginia un gran resentimiento porque tenía sed y hambre de saber y tuvo que conformarse con quedarse en casa. Pero su padre proporcionó a sus hijas, por ejemplo, una profesora particular de griego. Virginia tuvo formación, pero algo heterodoxa, sin pasar por la universidad. Cuando sus hermanos fueron a la universidad hicieron un grupo en el que la amistad era de intercambio intelectual. Ocurrió algo que fue una suerte para Virginia y su hermana, y es que murió su padre. “La misma Virginia en su diario, cada vez que se cumple el aniversario de la muerte de su padre, confiesa que se siente bastante aliviada porque su padre había enviudado, y era bastante irascible, considerando que sus hijas tenían que estar a su servicio, y Virginia se veía abocada a cuidar de su padre toda su vida”. Las hermanas quedaron en una situación singular por sus circunstancias. Pudieron disfrutar de una libertad, autonomía y educación que eran excepcionales para las mujeres de su época. Se unieron dos circunstancias: era en el Londres victoriano, una sociedad muy conservadora, eran dos mujeres que Vivian respetablemente con sus hermanos, pero sin maridos ni padres, y que también disfrutaban de una pequeña herencia. Los cuatro hermanos lo que hicieron fue vivir juntos, alquilando un piso en un barrio céntrico, junto al museo británico y su biblioteca, algo importante para ellos, y era un barrio que no estaba de moda: Bloomsbury. Ese grupo de Bloomsbury estaba formado por los 4 hermanos y por los amigos que habían hecho en Cambridge. Virginia en sus memorias cuenta que descubrió otro mundo. Ella y su hermana hasta el momento habían hecho vida de sociedad en relación con los caballeros, sirviéndoles el té y bailando con ellos. Se encuentran de pronto viviendo una relación de camaradería con unos chicos con los que hablan de los antiguos griegos, de los socialismos, etc. Virginia explica que un día de pronto se dio cuenta de cuál era el secreto del por qué con esos chicos no había esa tensión y coqueteo como con los anteriores, y es que eran todos homosexuales. Aparecieron con el tiempo dos chicos que no lo eran, y se casaron con ellas. Virginia se casó con Leonard Woolf, un chico de Cambridge que había sido administrador colonial. Entonces el grupo siguió existiendo porque fueron siempre muy amigos, pero se descompuso por lo menos en tres núcleos: Virginia y Leonard, que fundaron la editorial Hogarth Press. Le permitió a Virginia escribir lo que ella quería, animada por su marido y publicada en su propia editorial. Otro núcleo es de los Bell, compuesto por Vanessa y Clive. El último núcleo estaba formado por Lytton Strachey, homosexual notorio, muy amigo de Virginia, también escritor. Estaba enamorado de Ralph Partridge, el cual estaba enamorado de Dora Carrington, que a su vez estaba enamorada de Lytton. Vivían los 3 juntos, hasta que Lytton murió y Dora se suicidó. Entorno al grupo había otras personas, cada cual más importante y más famosa: Henry James, Gerald Brenan, Katherine Mansfield, Vita Sackville-West, T.S. Eliot, E.M. Forster, John Maynard Keynes, etc.
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