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ENSAYO SOBRE “HAMLET”

Munga0705Ensayo5 de Noviembre de 2012

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ENSAYO SOBRE “HAMLET”

DE WILLIAM SHAKESPEARE

Los Personajes De “Hamlet”

“Hamlet”, escrita hacia 1601 y perteneciente al teatro isabelino (inglés), es la obra más universal de William Shakespeare que retrata de un modo escalofriante la mezcla de gloria y sordidez que caracteriza la naturaleza humana. A lo largo de ésta se notan claramente los detalles de una tragedia con estilo y personalidad propia, donde se observan posturas forzadas, un irreal tratamiento de espacio y los numerosos y repetidos efectos dramáticos.

Con respecto al argumento, la obra comienza cuando muere el rey de Dinamar-ca y su hermano Claudio sube al trono. Repentinamente se casa con Gertrudis, la reina, y el príncipe Hamlet entra en una profunda depresión. Se le aparece la som-bra de su padre, que le revela que Claudio lo mató para acceder a la corona y le exige venganza. Entonces, Hamlet finge estar loco para que el monarca no sospeche cuáles son sus verdaderas intenciones. Para confirmar lo dicho por el espectro, el príncipe dispone que se represente una obra en la corte, que ilustre el asesinato, y de a acuerdo a la reacción del rey podrá saber si él realmente cometió el crimen. En la mitad de la obra Claudio se retira muy perturbado y Hamlet confirma así las revelaciones de la sombra. Luego, enfrenta a su madre y en ese momento escucha a alguien detrás de una cortina. Como cree que se trata de la voz del rey, le clava su espada, pero quien estaba allí detrás era Polonio. El espectro reaparece e insta a Hamlet a terminar su tarea, pero no puede pues el rey lo envía a Inglaterra y da la orden de que lo maten ahí. Sin embargo, el príncipe logra escapar falsificando las órdenes del rey. Cuando regresa a Dinamarca se entera de que Ofelia enloqueció y se ahogó. Laertes se apresura para vengar las muertes de Ofelia, su hermana, y de Polonio, su padre. Claudio lo persuade para que participe en un combate de esgrima con Hamlet, equipado con un arma envenenada para asegurar su muerte. Durante el mismo, Laertes logra su cometido pero también recibe una herida con la espada adulterada. A su vez, Gertrudis toma una bebida envenenada que era para su hijo y fallece. Finalmente, antes de morir, Hamlet mata a Claudio.

En resumen, mueren todos. La causa de esto es que Hamlet actuó tarde debido a su melancolía y depresión, y esto fue una especie de castigo divino. Por lo tanto, la familia de Hamlet va a recuperar la honra y éste es uno de los temas centrales en la obra.

Como vemos, “Hamlet” es una típica tragedia llena de tensión. Esto se percibe a lo largo de todo el relato, con actos de pesimismo y melancolía, presentes prácticamente en todos sus personajes. En el caso de Hamlet y Ofelia, parecen ser sólo sujetos sumergidos en su propia tristeza y su mundo paralelo al real, donde saben “demasiado” como para ser felices y perciben elementos que sólo los lastiman más y los entierran más en el fondo de su propia locura que los lleva a actos insensatos que ni ellos logran comprender.

Nosotros nos vamos a centrar en lo que se refiere a los personajes. Todos ellos son miembros de la realeza (típico de la tragedia) y son: Hamlet, príncipe de Dina-marca y protagonista; Claudio, rey de Dinamarca y tío de Hamlet; La sombra, fan-tasma del padre de Hamlet; Gertrudis, reina de Dinamarca y madre de Hamlet; Polonio, consejero real; Ofelia, hija de Polonio; Laertes, hijo de Polonio y hermano de Ofelia; Rosencrantz y Huildenstern, falsos amigos de Hamlet; Horacio, verdade-ro amigo de Hamlet; Fortimbrás, rey de Noruega y rey de Dinamarca al morir Claudio y Hamlet.

En primer lugar, el emisor y sujeto de la obra es Hamlet, quien actúa como protagonista. Es un príncipe del siglo XVI y vive en su palacio en Dinamarca. Es hijo único de un rey en la fuerza de la edad y de una reina muy joven. Tuvo, por consiguiente, la infancia y la juventud de un príncipe heredero y de un hijo único. Fue niño mimado, acostumbrado a la obediencia de todos. Es muy sensible, ino-cente, intelectual, meditabundo, cobarde, y tiene una actitud muy pasiva.

Hamlet está muy mal anímicamente: siente que vive en un mundo de engaños y corrupción, sentimiento que le viene confirmado por el asesinato de su padre y la sensualidad desenfrenada de su madre. Estas revelaciones le conducen a un estado en el que los momentos de angustia e indecisión se atropellan con frenéticas actua-ciones. Se muestra perturbado por la muerte de su padre pues no sabe quién lo asesinó, pero tiene sospechas de Claudio. Además, siente un odio profundo hacia la relación que mantienen su madre y su tío; le reprocha a ella que se haya casado con Claudio, ya que lo ve como una traición a su padre. Tiene un inmenso amor hacia ella, pero un amor exagerado. Ha sido el niñito enamorado de su madre, más dolo-rosamente celoso que un amante. Estos celos gritan y sufren, y amenazan a cada instante. Por eso también siente desprecio por Gertrudis, como objeto mismo de su deseo; y por Claudio, como el de sus celos. En su drama, Hamlet no es dejado a un lado por su padrastro y por su madre. Por el contrario, el rey trata de ganar su confianza y amistad. Hamlet está solo, se aísla y es aislado. Cualquier intento de contacto fracasa y el mero hecho de existir lo condena a ser un marginado. No encaja con el ambiente que le había tocado dado que es muy asfixiante para él. Parece que se engaña a sí mismo, pero también es hábil para engañar a los demás.

El conflicto se desarrolla a partir de la aparición del fantasma, ya que ahí co-mienzan sus deseos de averiguar si realmente es verdad lo que la sombra de su pa-dre le dijo. En ese momento empieza a fingir su locura que le permitirá tener liber-tad dentro del castillo y averiguar cosas que él considera de importancia. De todas maneras, no se sabe hasta qué punto su locura es ficticia, ya que no hay una barrera que separe al “Hamlet loco” del “Hamlet verdadero”. Su locura es muy mencionada pero poco observable. Esto se debe a que en sus frases juega mucho con las pala-bras, pero atrás de este juego se puede encontrar una lógica a sus ideas. Hasta el asesinato de Polonio, aparentemente Hamlet actúa con reflexión y acierto. No se puede descifrar si está loco o juega con la locura. Pero todo se aclara luego del asesinato, donde el protagonista realmente actúa con falta de racionalidad. En ese momento es donde se demuestra más claramente que Hamlet tenía una idea de venganza pero no un plan para llevarla a cabo, y se encuentra con situaciones que lo sobrepasan, cometiendo verdaderas atrocidades.

Hamlet, en sí mismo, encarna la mayor contradicción como si tuviera una do-ble naturaleza: él impulsa a la venganza y a la reflexión que lo cohíbe. Es un ser in-deciso de sus actos, irresoluto e impotente para actuar, y a la vez vacilante: unas veces el deber lo obliga a actuar; otras, la reflexión lo detiene; vacila pero no se resiste a tomar venganza. Se lo puede considerar como una conciencia sin acción. Su dilema y razón de su parálisis consiste en lo siguiente: si no actúa se convierte en un cómplice de un criminal, pero actuar no es más que convertirse en el servidor de un muerto; matando a su tío, no cumpliría más que un destino suyo propio y, lejos de realizarse, sería simplemente el instrumento de un sueño paternal. Es un egocéntrico, busca la autenticidad e individuarse, por eso su resistencia a la acción hasta no estar plenamente seguro y convencido. Huye a su tarea heroica porque sabe que la muerte engendra muerte, y la venganza, más odio y venganza. En realidad, Hamlet no quiere matar a su padrastro pero el deber lo arrastra y no puede evitar su destino. De todas maneras lo posterga hasta que está a punto de morir, y mientras busca excusas para no cometer el crimen, porque Claudio es su tío y en el fondo lo quiere. Hay que destacar que también la depresión que padece le impide actuar y le quita fuerzas e iniciativa.

Uno de los dilemas principales de esta obra está planteado por el famoso monólogo de Hamlet. La gran pregunta de él es si quitarse la vida o no. Piensa que estando vivo tiene que tolerar demasiadas humillaciones y cree que terminando con su vida también terminaría con su sufrimiento. No obstante, encuentra un problema a la hora de suicidarse, ya que si lo hace no sabe lo que le deparará el destino: tiene miedo a lo que vendrá y a no poder volver. Plantea que será mejor, pero siempre guarda la incertidumbre de cuán mejor será. Se pregunta para qué seguir viviendo y seguir soportando ese sufrimiento, si puede suicidarse y terminar con ese gran dolor. Cuando pronuncia este monólogo tiene una calavera en la mano, le habla a la muerte, como para conseguir una respuesta, alguien que realmente afirme que no se va a arrepentir de terminar con su vida. El príncipe se vuelca en un borbotón de palabras sonoras y eficaces para expresar su ambivalen-cia entre lo que es vivir, dormir, soñar, morir. Aquí citamos este monólogo:

“Ser o no ser... He ahí el dilema. ¿Qué es mejor para el alma, sufrir insultos de Fortuna, golpes, dardos, o levantarse en armas contra el océano del mal, y opo-nerse a él y que así cesen? Morir, dormir... Nada más; y decir así que con un sueño damos fin a las llagas del corazón y a todos los males, herencia de la car-ne, y decir: ven, consumación, yo te deseo. Morir, dormir, dormir... ¡Soñar acaso! ¡Qué difícil! Pues en el sueño de la muerte ¿qué sueños sobrevendrán cuando despojados de ataduras mortales encontremos la paz? He ahí la razón por la que tan longeva llega a ser la desgracia. ¿Pues quién podrá soportar los azotes y las burlas del mundo, la injusticia del tirano, la afrenta del soberbio, la angustia del amor despreciado, la espera del juicio, la arrogancia del

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