El Seductor De La Patria

EL SEDUCTOR DE LA PATRIA

Enrique Serna nos muestra a un personaje interesante que tiene de sí mismo una imagen extraordinaria y a la vez capaz de anticiparse a lo que sucederá con una gran imaginación.

Para entender a Antonio López de Santa Anna hay que dar un vistazo a sus primeros años de vida, donde su personalidad fue forjada al sentirse constantemente relegado por sus padres que parecían tener una preferencia innegable por su hermano menor Manuel; de piel pálida y ojos azules, totalmente distante de la apariencia de Antonio, este fue el detonante que lo llevo a ser más ambicioso con sus objetivos "El don de mando no es innato en el hombre: se forja poco a poco en el alma del humillado, primero como un berrinche contra el mundo, después como una fuerza desgobernada que es preciso encaminar hacia un objetivo, para evitar que estalle por dentro".

Como gran admirador de las hazañas realizadas por Napoleón Bonaparte, Antonio ve en el ejercito la oportunidad que lo catapultaría en la esfera del poder, así que rápidamente se integro a sus filas, aprovechando cada charla, cada reunión haciéndose de contactos que eventualmente le fueron útiles para posicionarse a nivel social y político; Santa Anna siempre se encontraba del lado que le convenía.

La consumación de la Independencia marcó un cambio drástico en la historia de México. Iturbide entró a la ciudad de México triunfante y pronto Santa Anna se integraría a las filas del Ejercito Trigarante más tarde Iturbide lo nombraría Brigadier con Lentas y Comandante General de la Provincia de Veracruz, durante ese tiempo era partidario del Imperio pero no estaba de acuerdo que después de la independencia, los españoles siguieran ocupando cargos públicos de alto rango “Cometió el error infantil de querer gobernar con el mismo Congreso al que había obligado a proclamarlo Emperador”.

Pero después de su proclamación como Emperador de México, el pueblo mostro descontento al alto costo de mantener a su corte ya que incrementaron los impuestos, los grandes comerciantes españoles fueron desterrados y con eso el país quedo sumido en la miseria, Santa Anna anticipo esto y abandonó a Iturbide.

Se levanto en armas aliándose a Vicente Guerrero proclamando la República el 6 de diciembre de 1822, firmando con Echaverrí el Plan de Casa Mata el cual desconocía el imperio de Iturbide quien más tarde es exiliado con su familia.

En este tiempo las logias masónicas tuvieron un papel importante en hacer de México una república. Las logias masónicas eran agrupaciones que trataban de imponer sus ideas políticas. Los masones estaban divididos en dos grupos: los yorkinos y los escoceses. Los grupos de masones intervinieron en todos los acontecimientos políticos de la época como el de la primera Constitución de México. El Congreso Constituyente dio los primeros pasos para hacer una constitución, que fue proclamada el 4 de octubre de 1824 con el apoyo de los yorkinos, quienes defendían el sistema republicano federal en oposición al sistema republicano central, sostenido por los escoceses.

Estas idea liberales fueron traídas desde Estados Unidos de América pero había una gran diferencia en cómo habían nacido ambas naciones por su parte México se encontraba en un caos político con gobiernos que duraban días y no existía esa unidad como nación independiente ya que cada provincia era gobernada a su manera.

En el año de 1825 Santa Anna contrae matrimonio con Inés de la Paz García con quien procrea cuatro hijos.

Años más tarde sobrevino la batalla por el territorio de Texas, así como los demás estados que se encontraban al norte país que se consideraban muy lejanos al contexto del centro y eran territorios que se encontraban casi desiertos. El primer embajador de Estados Unidos en México, Joel R. Poinsett, ofreció cinco millones por el territorio de Texas el 25 de agosto de 1829. La propuesta fue rechazada y, al año siguiente, se decretó una ley en el Congreso de la Unión donde se estipulaba que los esclavos norteamericanos serian declarados libres al pisar territorio nacional con esto se desalentaba la colonización ya que “los propietarios de tierras no podrán traer esclavos para explotar sus tierras”.

Ante la rebelión de los texanos, Santa Anna deja en la presidencia a Miguel Barragán y retoma las armas para combatir la separación de Texas, pero después de recuperar el fuerte del Álamo en San Antonio de Béjar, pierde la guerra en la batalla de San Jacinto, durante la cual es capturado, conducido a Washington a pactar con el presidente norteamericano Andrew Jackson y liberado a cambio de reconocer la independencia de ese territorio mediante los convenios de Velasco, pero Santa Anna no da una repuesta concreta y regresa

...