ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDA-H)


Enviado por   •  9 de Junio de 2016  •  Apuntes  •  4.080 Palabras (17 Páginas)  •  253 Visitas

Página 1 de 17

INTRODUCCIÓN

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDA-H) se caracteriza principalmente por un comportamiento intranquilo, distraído e impulsivo en los sujetos que lo padecen, puede observarse desde una temprana edad y abarca en la mayoría de los casos hasta el término de la adolescencia, prolongándose, en pocos de ellos, hasta la edad adulta.

Gran parte de la población estudiantil sufre de TDA-H en la actualidad, este aumento en los números con el pasar de los años se desprende del rápido y precoz diagnóstico en niños y adolescentes que desde temprano comienzan a mostrar los indicadores de dicha enfermedad, y la rapidez, en muchos casos descuidada, con que se le impone a los niños inquietos la etiqueta de “hiperactivo” sin analizar en profundidad las detonantes o motivaciones del comportamiento ellos.

El TDA-H es una enfermedad que implica un desorden tanto neurobiológico como social, y es por ello que debe afrontarse desde ambos frentes, con el tratamiento farmacológico, cuando lo requiera, pero siempre con un trabajo conjunto e intensivo de la familia y la institución escolar. Es el único camino a seguir para lograr el desarrollo igualitario de estos niños en relación con los demás estudiantes, sin limitarlos debido a sus necesidades diferentes.

Es necesario también dejar de lado el estigma con el que cargan los niños que son “distraídos” “flojos” o “agresivos”, no son estas supuestas características las que definen como persona a este tipo de estudiantes, pero si influyen en el auto concepto que ellos van desarrollando. En general el TDA-H trae consigo una serie de características que son de difícil manejo, pero los niños muestran en el mismo porcentaje cualidades positivas, y es en ellas en las que tanto la familia como los profesionales de la educación deben centrarse al momento de preparar una estrategia para el trabajo educativo con ellos.

Algunas Definiciones

Para comenzar a hablar sobre el déficit atencional con o sin hiperactividad debemos, en primer lugar, precisar el concepto o la idea de lo que esto significa. Para llegar a una definición acertada es necesario hacer un recorrido histórico de los distintos esbozos definitorios al respecto, de esta manera podremos observar también la evolución tanto científica como documental que ha surgido.

En 1902, en una serie de conferencias dictadas en el Real Colegio de Medicina de Londres, se habla por primera vez de un defecto de la conducta moral, que se caracteriza por niños con un temperamento violento, extremadamente revoltosos, perversos destructivos, que desafían constantemente la autoridad y rompen las reglas, en el ámbito escolar inatentos e inquietos. George Frederick Still, es quien postula lo anterior, deduciendo que no se debe a una mala crianza o maldad intrínseca del niño, sino que, se debería a una herencia biológica o algún tipo de daño en el parto.

En las décadas posteriores persiste la idea planteada por el pediatra británico, pero en la medida en que el supuesto daño perinatal comienza a hablarse de una disfunción cerebral. De esta manera hacen su aparición las anfetaminas como un recurso efectivo para controlar la impulsividad, y comienza a llamarse como un cuadro de disfunción cerebral mínima.

De esta manera a partir de 1968 comienzan a surgir una multiplicidad de definiciones sucesivas que no aportan mucho al fondo de la definición sino más bien oscilan en agregar o quitar conceptos para explicar más o menos lo mismo.

En el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM IV), en 1994, se define como un modelo persistente tanto de hiperactividad como de impulsividad. Se presenta en niños con una inteligencia normal y destaca como principal característica una importante desviación de la norma en tres aspectos: inatención, impulsividad e hiperactividad.

En el ochenta también surgen algunas definiciones: “Patrón persistente de excesiva actividad frente a situaciones que requieren de una ejecución motora restringida. Las conductas que genera no parecen estar orientadas hacia una meta y el conjunto de acciones son atípicas, en cuanto a calidad y cantidad, en relación a lo esperado para la edad” (Kernberg, 1980). En esta definición parece dejarse de lado el aspecto inatento del niño, centrándose solamente en la impulsividad e hiperactividad, por tanto, no entrega una visión clara del problema.

Es en 1982 que se publica un libro clásico en la materia, en el que se denomina Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad. Aquí se hace alusión a una deficiencia con respecto a la edad de la atención, control de impulsos y gobierno de la conducta. “Alteración del desarrollo de la atención, la impulsividad y la conducta gobernada por reglas (obediencia, autocontrol y resolución de problemas) que se inicia en los primeros años de desarrollo. Es significativamente crónica y permanente y no se puede atribuir a retraso mental, déficit neurológico mayor o a otras alteraciones emocionales más severas, como por ejemplo la psicosis o el autismo” (Barkley, 1982).

Será esta última definición de la que nos acogeremos para continuar este proyecto es así que nos adscribimos a la denominación de TDA-H, ya que Barkley realiza una definición que engloba los elementos más importantes a los que haremos referencia en nuestro estudio. Sin olvidar por algún momento la constante evolución a que se someten dichos elementos en razón del desarrollo científico contemporáneo.

Caracterización del niño con TDA-H

A pesar de que el TDA-H posee una extensa historia de estudios empíricos y muchas líneas de investigación, no se ha logrado llegar a un consenso entre los especialistas respecto a los términos más acertados para una definición teórica. Por el contrario, sí parece existir unanimidad para describir la forma de comportarse de estos niños. Gran parte de los investigadores coinciden en que se caracteriza por un patrón persistente de falta de atención y/o hiperactividad e impulsividad, cuya frecuencia y severidad es mayor de lo típicamente observado en individuos con un nivel comparable de desarrollo. Según plantean Arango y Jiménez (2000) estos niños poseen un elevado riesgo de exhibir problemas conductuales, depresión, dificultades de aprendizaje, abandono escolar y otros problemas psicológicos que niños de su edad.

Algunos de los referentes conductuales recurrentes en los niños que padecen el TDA-H pueden enumerarse de la siguiente manera:

  • Corto tiempo de atención y dificultades para mantenerla sobre bases consistentes.
  • Susceptibilidad para distraerse frente a estímulos externos.
  • Impresión de no escuchar bien.
  • Fallas repetidas en seguir las instrucciones o en completar las tareas escolares.
  • Escasa capacidad de organización, olvidos, falta de atención a los detalles y pérdida de cosas necesarias para realizar la tarea asignada.
  • Hiperactividad, evidenciada en alto nivel de energía, dificultad para descansar y estar sentado, y por una verbalización excesiva y en un tono de voz muy alto.
  • Impulsividad, manifestada en dificultad para esperar en situaciones de grupo, interrumpen con respuestas antes de que las preguntas o instrucciones hayan sido completadas y realizan frecuentes intromisiones en los asuntos de otros.
  • Conductas disruptivas o agresivas.
  • Tendencia a realizar actividades potencialmente peligrosas o a ser poco cuidadosos en situaciones de riesgo.
  • Dificultad para aceptar la responsabilidad de sus acciones, proyectando la culpa en otros, y también para aprender a través de la experiencia.
  • Baja autoestima y falta de habilidades sociales.

En resumen las evidencias del padecimiento de este trastorno de conducta son una combinación de inatención, impulsividad e hiperactividad que se muestran desde una temprana edad en el niño, pero que se evidencian con mayor claridad en la etapa escolar. Estos referentes conductuales afectan al aprendizaje, la conducta social, la autoestima, el funcionamiento familiar, etc.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (26.6 Kb)   pdf (161.2 Kb)   docx (20.6 Kb)  
Leer 16 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com