Enfermeria Humanistica

PROLOGO

La enfermería como profesión necesariamente refleja las cualidades de la cultura en la que se desarrolla. Debido a los constantes cambios de la cultura norteamericana en los últimos 25 años, en la enfermería se han experimentado cambios económicos y tecnológicos, esos cambios provocan confusión e incertidumbre y todos estos cambios culturales afectan el espíritu de la enfermera que le puede causar un conflicto caótico y originar dudas, al grado que con frecuencia cuestiona su identidad profesional .

Presenta el complejo de mundo del cuidado de la salud como un microcosmos que relaciona la búsqueda, la incertidumbre y la reflexión que ha habido en este campo durante el último cuarto de siglo.

Las enfermeras tienen el privilegio de estar con personas que experimentan la diversidad de significado de ser humano, con hombres y cosas en el tiempo y el espacio de todas las edades, desde el nacimiento hasta la muerte, no solo tienen la oportunidad de experimentar y buscar junto con los pacientes el significado de la vida, del sufrimiento y de la muerte, sino que en el proceso pueden humanizase y ayudar a otros a ser mas humanos.

El enfoque de la enfermería humanística respeta la experiencia de la enfermería como fuente de conocimiento, no es ni un rompimiento ni una repetición del pasado de la enfermería en sí, no es ni un rechazo ni una satisfacción, más bien es un despertar a las posibilidades de conformar nuestro mundo de la enfermería aquí, ahora y en el futuro.

PARTE UNO FUNAMENTO TEORICOS

UNO

TEORRIA Y PRÁCTICA DE LA ENFERMERÍA HUMANÍSTICA

Esencialmente do aspectos de la teoría y la práctica de la enfermería humanística: primero lo que esta teoría propone y segundo, como se dedujeron las propuestas de la misma. La teoría de la práctica de la enfermería humanística propone concretamente, que las enfermeras aborden la enfermería consciente y deliberadamente como una experiencia existencial. Con el tiempo, la recopilación y síntesis complementaria de estas descripciones fenomenológicas construirán y harán explicita una ciencia de la enfermería.

Enfermería humanística: su significado

La enfermería es una experiencia que se vive entre seres humanos, cada circunstancia de la enfermería evoca e influye recíprocamente en la expresión y manifestaciones de la capacidad de estos seres, humano. El término “enfermería humanística” se eligió para designar una empresa teórica que se propone reafirmar e iluminar esta responsabilidad como inherente y fundamental, es más que una relación unilateral sujeto-objeto, técnicamente competente y caritativa, guiada por una enfermera en beneficio de otro. Más bien prescribe que la enfermería es una relación transnacional que se responsabiliza de investigar y cuya expresión demanda la conceptuación basada en la conciencia existencial que la enfermera tiene de su ser y del de otro.

Experiencia existencial

Singularidad-calidad de ser otro

La experiencia existencial permite el conocimiento humano del ser y la calidad de ser de otro. Martin Buber, antropólogo filósofo y rabino dijo:

“A la cabeza del dominio natural de las especies, en el riesgo de la categoría de solitario (el hombre) rodeado por el aire de un caos que cobro existencia con él, espera secreta y tímidamente el sí que le permita ser y que solo puede llegar a ser humano a otro”.

La singularidad es una capacidad universal de la especie humana

Autenticidad-vivencia

En la enfermería humanística, la conciencia existencial requiere de la autenticidad de uno mismo. Como aspiración visionaria, dicha autenticidad y sensibilidades mas de lo que generalmente se denomina conciencia intelectual, en ella están implicadas las respuestas auditivas, visuales, táctiles, cenestésicas y viscerales y cada una de estas puede conferirle un significado único a la conciencia del hombre. El doctor Gene Phillips dijo: “Entre más maduros somos menor es la necesidad de excluir” entre menos de nosotros mismos tengamos que excluir, más abiertos estaremos al otro. La autoconciencia, sensibilidad auto aceptación y realización de las potencialidades, nos permite compartir con otros, de modo que ellos pueden entrar en relación con nosotros.

En este tipo de relación existencial, de presencia con otro, la enfermera se confronta con el hombre como ser singular en su propia realidad predispuesta, peculiar o cambiante. Por lo tanto podría describirse como hombre mundo, de igual modo algunos se refieren al hombre como mente cuerpo.

Lo que el hombre comparte como especie universal y aquello peculiar no compartido, sus hábitos característicos, influyen e interactúan entre sí constantemente. La enfermería humanística provoca en la enfermera la lucha por reconocer la complejidad de los hombres en relación con el mundo.

SER MÁS-UNA ALTERNATIVA

En la teoría de la práctica de la enfermería humanística este tipo de vivencia se considera autentica, genuina o “dejar ser lo que es”. Es el hombre consiente de si mismo, no necesariamente de sus respuestas humanas a su mundo y del significado de las mismas, el hombre es un lugar por conocer.

El hombre posee la capacidad inherente para responder a otro hombre como otro hombre. Solo cada enfermera singular, enfrenta el caos de sus alternativas en una situación dada, puede elegir entre relacionarse o no con otros y cómo hacerlo en su mundo de la enfermería

VALIOSO-NO VALIOSO

Para ofrecerle una presencia genuina otros, tiene que existir dentro de la persona la convicción de que dicha presencia es valiosa y produce un cambio en la situación del cuidado de otros.

Muchas enfermeras son presencias genuinas en la situación de la enfermería. Las conceptuaciones literario-descriptivas de la enfermería que reflejan esta cualidad de estar de la enfermera (presencia intersubjetividad), requieren de enfermeras deseosas de investigar y hacer consientes los misterios de su lugar común y de estimar las ideas singulares, los valores y los significado fundamentales de su práctica.

Descripción fenomenológica

La fenomenología nos dirige al estudio de la “cosa en si” es la situación de la enfermería experimentada existencialmente, tanto la fenomenología como el existencialismo valoran la experiencia las capacidades del hombre para la sorpresa

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