Fernando Savater “El valor de educar”

INTRODUCCIÓN:

El siguiente trabajo se expondrán las posturas de Fernando Savater que expresa en su ensayo “El valor de educar” en algunas personalmente coincidiré con su forma de pensar, en otras no del todo.  El autor plantea un escenario de la educación y proporciona reflexiones que son dirigidas al maestro y a su papel como educador, planteados en seis capítulos en el primero se abordara al aprendizaje, el segundo capítulo se hablara de los contenidos de la enseñanza, el tercer capítulo del papel que juega la familia en el aprendizaje, el cuarto sobre la disciplina y la libertad en el ámbito escolar, el quinto capítulo hablaremos sobre la crisis que vive actualmente las humanidades, y por último en el capítulo seis se hablara mencionara que  Fernando Savater  considera que la educación debe de ser universal.

Dentro de los seis capítulos el autor hace hincapié en el compromiso que tienen el Estado, las autoridades en educación, la familia, instituciones educativas y principalmente el maestro, con relación a la disciplina, la enseñanza de la libertad y el valor de la razón en el proceso de enseñanza.

Enfatiza el hecho de que los maestros lo quieran o no, son modelos para sus estudiantes, y en sus manos está hacer del aprendizaje de sus alumnos una forma de disfrutar el aprender, tomando en cuenta que lo más importante no son las asignaturas y los contenidos curriculares, sino “cómo” estas son enseñadas.

Insiste mucho en que el fin de la educación es la humanización del ser humano, lográndolo a través de la integración e interrelación de la parte cognitiva, espiritual y actitudinal de una persona.

CAPÍTULO I.

En el libro, el  valor de educar el primer capítulo expresa que “Nadie es sujeto en la soledad y el aislamiento, sino que siempre se es sujeto entre sujetos”^[1].  Es decir para que exista un aprendizaje es necesaria la convivencia e interacción entre los individuos, para que haya una transmisión de conocimientos debe de haber también el deseo por aprenderlos y este se da también, por la buena convivencia entre los individuos que pertenecen a una colectividad, por poner un ejemplo,  una niña que se relaciona en la escuela y crea vínculos con compañeros, al resolver un trabajo en equipo esto ocasiona que llegue a formar una amistad, que influirá en su entusiasmo por acudir a la escuela.

Por lo tanto Savater considera que la enseñanza a nuestros semejantes ya prender de ellos es más importante para el establecimiento de nuestra humanidad que cualquier otro conocimiento que es transmitido,^[2] pues  la característica principal del aprendizaje humanizado es que para aprender se necesita de la convivencia, es decir de la interacción entre individuos. Pero poder enseñar se necesita haber vivido antes, conocer aquello que los jóvenes desconocen, aquellos que han vivido más, conocen y están mejor capacitados para enseñar, es decir la veteranía siempre es un grado.^[3]

Cuando se comprenden significados a través de los semejantes, se necesita de un entrenamiento previo, pues la creación de un significado depende de la mente de otros, Savater nos dice que para que se pueda enseñar es preciso admitir su ignorancia sobre algo, es ahí donde el esfuerzo por enseñar figura, pues se selecciona aquello que considera deseable que se aprenda.^[4] Esto pienso que  es un principio básico para el aprendizaje y la enseñanza, pues necesitas aceptar en primera instancia que desconoces algo y que tienes el deseo de conocerlo, para que un experto o veterano dirija tu aprendizaje, entonces puedo concluir que el aprendizaje es un proceso que se realiza en conjunto, como dirían vulgarmente “dos cabezas son mejor que una”. Un claro ejemplo es que actualmente hay conflicto  entre la educación presencial y en línea, la educación en línea tiene muchos beneficios, pero no se llega a un aprendizaje humanizado, ni se comparten significados.

Entonces se concluye que el verdadero ser humano es aquel que enseña y transmite conocimientos, en base a su experiencia, a todo aquel que ignora ciertos conocimientos.  Pienso que esta es algo muy cierto, las personas deben de ser solidarias con sus conocimientos, para instruir a aquellas que ignoran de dichos saberes, claro es el ejemplo de Leonardo Da Vinci, un gran genio en muchos ámbitos, pero no fue lo suficientemente solidario para compartir el conocimiento que había generado, y de cierta forma llego a ser egoísta con sus saberes.

CAPÍTULO II.

En el segundo capítulo Savater hace una comparación entre la enseñanza y la instrucción. Como mencionaba con anterioridad, la veteranía es un grado, el autor en su ensayo dice que todos los hombres somos capaces de enseñar algo a nuestros semejantes,^[5] aun siendo unos más inexpertos que otros, me refiero a la edad, porque claramente Savater menciona que una persona joven puede incluso enseñar a una mayor, obviamente en temas que la persona mayor desconoce, un claro ejemplo, es cuando un nieto explica a su abuelo el modo de uso de un aparato telefónico moderno, el abuelo a pesar de su gran experiencia, desconoce del tema, entonces hablamos que la persona que está enseñando es el nieto.

En ocasiones hay discrepancias cuando se dice que cualquiera puede enseñar pero, el autor nos dice que la institución educativa está especializada en enseñar, pero específicamente en saberes científicos, y no meramente empíricos y tradicionales, como son las matemáticas, la astronomía o la gramática. ^[6] 

Creo que está completamente en lo cierto,  se puede enseñar sin una institución, pero jamás será considerada una enseñanza de carácter científico una cocinera puede ser excelente en el área, pero no tendrá los conocimientos que posee un chef certificado, es ahí donde está la importancia de la educación en formar estudiantes de carácter científico.

Savater menciona que entonces se debe especificar lo que se debe enseñar y también aprender, pero estaríamos refiriéndonos a los fines de la educación y hablar de fines involucra, no solo al individuo, sino también al destino de toda una sociedad.^[7]

Él hace también un contraste entre el papel que desempeña la instrucción y la educación, menciona que en la época helenista los pedagogos tenían el rol de educar y los maestros de instruir, se demeritaba el papel de los maestros, puesto que la sociedad de esa época así lo exigía, se necesitaba un espíritu de debate político , más que tener conocimientos en aritmética, con el tiempo esto fue cambiando, y en la actualidad nos enfrentamos a una forma de pensar totalmente distinta,^[8] yo lo extrapolo a la situación de México, que necesita un cambio en el curriculum, que este cambio tienda a ser positivista, me aferro a esta idea porque la sociedad así lo demanda, las necesidades que enfrentamos, requieren de gente con espíritu científico y muy bien preparadas. Fernando Savater cita a James Balmes “El arte de enseñar a aprender consiste en formar fábricas y no almacenes”.^[9] Considero que está en todo lo correcto, una enseñanza buena es aquella que te ayuda a pensar, y a tener dudas, ser escéptico, pienso que es lo mejor que puede tener la educación, impulsar la capacidad de razonamiento, porque de lo contrario, lo único que se logra es la manipulación de aquellos que solo memorizan y no analizan los contenidos que se les presentan.  

Por eso pienso que a pesar de que necesitamos un desarrollo de curriculum positivista, es decir basado en la instrucción, no se puede dejar de lado las características que tiene la enseñanza, Savater menciona que ambas  son imprescindibles, por eso considero que para el éxito de un país debe haber equilibrio entre ambas, la instrucción y la enseñanza.

CAPÍTULO III.

En el capítulo 3, habla sobre el papel que tiene la familia en la educación, y las repercusiones que tiene sobre la sociedad misma, y el efecto que causa sobre las instituciones escolares, así como los problemas que se enfrentan los maestros a causa de la mala educación en la familia.

 Fernando Savater dice que existen dos tipos de socialización, la primaria y la secundaria, la primaria es aquella que se da dentro del hogar, cuando los padres enseñan las formas básicas de la obediencia, a proteger a los pequeños, y enseñan las aptitudes fundamentales, después de este tipo de socialización le sigue la secundaria, es aquí donde se desenvuelve en la escuela, convive con los amigos y va al trabajo. Pero cuando no hay una buena socialización primaria es muy difícil desarrollar la secundaria^[10] .

La mayor parte del tiempo ha existido un problema, y es que los adultos no asumen su tarea como padres, que es instruir bien a sus pequeños, esperan que los profesores realicen la labor que les corresponde a ellos, pues ignoran su tarea, ^[11] Fernando Savater explica que esto se debe a dos principales razones, la primera razón considera que es sociológica, las personas que anteriormente cuidaban de la educación en casa eran las madres y abuelos, ahora en este mundo globalizado, requiere que las madres trabajen y ya no hay quien se tome la molestia de inculcar valores o educar bien a sus hijos, también por que los padres quieren ser amigos de los hijos, no hay quien tome el papel de padre, ^[12] y crean una crisis de autoridad en las familias. Pienso que no se puede ser padre y amigo al mismo tiempo, deben los padres de reclamar su derecho de autoridad, sino después los hijos condicionan a los padres,  y este es el inicio del caos, no solo en el hogar sino también en la institución educativa. Los padres no hacen lo que les toca, pero aun así exigen al Estado que sea paternalista y brinde la educación que ellos no hacen con sus hijos, dando pauta a que la escuela se vea forzada a hacer uso del principio de realidad ^[13] que enseña a los niños a ser adultos, lo que en casa no pueden hacer con amor, en la escuela lamentablemente tiene que infundirlo a la fuerza en muchas ocasiones se cree que es a base del miedo. El saber humano comienza con la certidumbre aterradora de la muerte, Savater dice que  el niño debe temer algo si queremos que se aplique la ardua tarea de aprender^[14] pero se refiere al miedo de perder el cariño o respeto de sus madres, de sus amigos, y más importante del él mismo.

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