Identidad amigoniana.

IDENTIDAD AMIGONIANA

IVONNE LORENA VERA ECHEVERRY

CONTEXTO AMIGONIANO Y HUMANISMO

FUNDACION UNIVERSITARIA LUIS AMIGO´

JORNADA NOCTURNA/ PRIMER SEMESTRE

11 de marzo del 2016

Identidad amigoniana

Este libro fue sustentado por el rector de la universidad, el padre Martinez Perez.
Comenzó un domingo en 1996 en la cocina de la curia general de los terciarios capuchinos en Roma.
El rector de la Funlam le propuso traducir su tesis doctrinal “Testigos del amor de cristo”  con el fin de que este fuera una base para la catede  de Identidad Amigoniana.
En enero de 1997 se situó un tiempo en Medellín y dicto 5 conferencias en la Funlam sobre temas amigonianos, por la acogida de estos el se motivó y empezó a llagar sus conferencias oficialmente identidad amigoniana.
En noviembre de 1999 la sede de Funlam en Medellín, tomo la decisión de realizar un libro que recogiese  lo más próximo de un sentimiento pedagógico amigoniano.
Lo redacto en los meses de mayo y junio del 2000; con esto se propuso una nueva meta haciendo asi, una nueva obra que recopilara sus distintas reflexiones y conclusiones sobre temas amigonianos de su libro anterior. Nació así Identidad amigoniana en acción, constituido con 4 ejes.
1. Padre Luis Amigo: Iniciador de la amigonianidad.
2. Pensamientos y vida pedagógica amigoniana como su soporte metafísico y antropológico, ético y estético.
3. Transmitir más con el corazón que con la mente, su sentimiento pedagógico.
4. Riqueza de la vida amigoniana y de su saber pedagógico.


                                                          Camino de su vida

Ambiente familiar:
Luis Amigo nación el 17 de octubre de 1654 en Masamagrell, su padre era secretario del ayuntamiento.
Su verdadero nombre fue Jose Maria, pero después de hacerse fraile lo cambio por Luis; su familia era de clase media y se regían  por la religión católica.
Vivió un ambiente cálido y amoroso principalmente de sus padres, pero de igual forma, vivió momentos dolorosos, tras la caída de la economía en su hogar, lo cual, se sumó a un estado de cierta necesidad. Uno de esos dolores se vio reflejado en un retrato de su madre pintado por él, que le da como nombre “Madre dolorosa”.
Después de tantas cosas que vivió, como las violentas revueltas, que sacudieron a España o como la muerte de sus padres, lo convirtieron en un hombre sensible, especialmente con los problemas y necesidades  de los más pequeños y desamparados.
Muestras de sensibilidad social:
Este desde muy pequeño empezó a tener grandes muestras de sensibilidad para diferentes problemas de los demás.
Acompaño de varios amigos, empezaron a dedicar su tiempo libre a los marginados  de su entorno, pasó por hospitales, barracas, alquerías e incluso a las cárceles, de valencia, para brindarles ayuda y amor a los más necesitados, pero en especial a los niños y jóvenes, transmitiéndoles su saber y su sentir.
Un fraile y sacerdote cercano a los hombres:
Con sus 19 años se hizo fraile capuchino.
Años después fue ordenado sacerdote a sus 24 años el 29 de marzo de 1879, después maduro su idea de fundar una congregación religiosa en la cual se educara a los niños y jóvenes en conflicto con la ley.
Con el fin de colaborar activamente a la educación integral de los jóvenes de los pueblos cercanos a su convento, fundó para ellos distintos movimientos de carácter juvenil en los que se armonizaba lo cultural, con lo religioso y recreativo.
Las funciones, respuesta a necesidades del entorno:
En agosto de 1881, 8 años después de la ausencia de su familia, Luis Amigo   regresa a Valencia y se une al convento de los capuchinos en Masamagrell.
Organizo  la tercera orden franciscana  seglar en los pueblos de la comarca.
Un año más tarde, ya en el atardecer de su vida, dejo a cargo a sus seguidores, utilizando el lenguaje alegórico de la parábola bíblica del Buen pastor.
Posteriormente –el 12 de abril de 1889–, cuando aún tenía 34 años, fundó la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra señora de los Dolores, cuyos miembros, en honor de su fundador, son conocidos hoy en día, en todo el mundo, como los amigonianos. A éstos tras haberles indicado en un principio distintos campos de actuación social los orientó y en 1890, es decir tan sólo un año después de la fundación,  a la labor de educar integralmente a los niños y jóvenes en conflicto.
El obispo que no renuncio a ser sencillo, ni hermano:
En 1907 cuando contaba con 52 años de vida recibe la noticia de que el papa lo ha nombrado obispo. 
Sin embargo después de este cargo, continúo ocupándose, con entrañas de misericordia, del mundo de la marginación.
Definió repetitivamente los valores evangélicos de la justicia social y compartió la conciencia de la gente sobre la importancia de la educación cristiana de la juventud y en particular en desviarlos del camino del mal y de las mentiras
Todo esto lo compartió atreves de sus escritos, la sabiduría vital que encerraba su ser y que tenía como verdadero centro y quicio el  amor.
Vivió feliz y murió sonriendo:
Murió a las puertas de los 80’, el 1 de octubre de 1934
Lo que más llamo la atención de los cercanos a él, fue la serenidad  que tenía y que transmitía a quienes se le acercaba.
Esto se explicaba por su armonía que con el tiempo alcanzo su personalidad como resultado de una continua maduración humana
Dicen que la felicidad es el regalo más propio del amor. Y en el caso de  Luis Amigó, ello resulta ser una evidencia. Hombre de fuerte personalidad y temple en sus años más jóvenes, su carácter se fue suavizando de tal manera con el tiempo, que llegó a ser un prototipo dedulzura y finura en el trato.

                                      Su concepción del hombre y de la educación
El ideal antropológico es básico  y es también necesario que toda metodología surja y se articule.
Por otra parte siguiendo el pensamiento bíblico; el hombre es creado a imagen y semejanza de un Dios, cuya verdadera identidad es el amor, es decir el hombre fue creado  para amar y encontrar su felicidad.
Luis Amigó como hombre que era de fe, situaba el quicio del propio crecimiento en amor, en el encuentro con Dios. Recogiendo repetidamente el pensamiento de Agustín de Hipona: me hiciste, Señor, hacia ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descansa en ti.
De igual manera Luis Amigo consideraba  la apertura a la transcendencia  como una dimensión irrenunciable para una cabal de educación integral en camino hacia el ideal del amor.
Acompañando a la persona hacia el ideal humano:
Del mismo modo que es cristiana la concepción que tiene Luis Amigo sobre el hombre, lo es también la que tiene sobre la educación.
Los primero cristianos  eran ya plenamente conscientes de que la doctrina de cristo, no era doctrina  orientada a hacer feliz al hombre en el mas allá, si no que esta también encaminada a hacerle feliz en el más acá.
Cristo es como un ideal de humanidad y exponente de valores relacionados con el amor, es decir Cristo el mejor modelo para su propia educación; para su propio crecimiento humano por el amor.
De igual manera el proyecto de humanización es el que más se debe saber leer, debido al concepto de moralización usado por el padre Luis Amigo.
El concepto de moralización trabaja el comportamiento de la persona en crecimiento pero especialmente hace referencia al desarrollo de su propio ser e identidad personal.
Acompañamiento nacido del corazón:
Luis Amigo quiso que sus seguidores tuvieran siempre  a flor de piel la capacidad de aprender por experiencia la ciencia de corazón humano.
De igual manera para él era vital que todo aquel que quisiera dedicarse a acompañar a otros, tuviera sobre todo un gran corazón y la sensibilidad para actuar con prudencia y suavidad.
Hacia la búsqueda de un método:
La primera pedagogía amigoniana se orienta a acompañar al joven hacia su madurez humana por medio del lenguaje de un  corazón.
Se quiere también la educación como un proceso artístico que debe ser el ejercicio de acción pedagógico
Finalmente, Luis Amigo propicio una educación  integral procurando unirse a distintas actividades formativas de carácter religioso, cultural, deportivo o recreativo.
 

                               Raíces franciscanas  de su antropología y pedagogía

El hombre y la educación se fundamentan nuclearmente  en el evangelio, por tanto, dentro del procesamiento cultural cristiano.
La novedad franciscana:
El aporte de Francisco de Asís  en el mundo cristiano, se basó en la radicalidad, con las que siguió y vivió  en el mensaje cristiano.
Por otro lado, Buscó la felicidad en el mundo del tener y en el del placer. Anduvo, como loco, detrás de todo aquello que le prometiese plenitud.
Finalmente una enfermedad contraída en cautiverio, lo hizo entrar dentro de sí, y aun que no le dio una solución a su problema, le ayudo decisivamente a emprender una nueva y distinta etapa de búsqueda.
Testigos de la humanidad:
Francisco  se convirtió en el profeta de Dios que se hizo hombre para mostrar a todo hombre en el esplendor  de su humanidad.
La contemplación a Dios lo llevo a descubrir también que la felicidad de la persona está en el mundo del ser.
De igual forma se convirtió así en testigo creíble  de humanidad y quiso también que sus seguidores se distinguiesen principalmente por la fuerza testimonial.
Preferencia por los marginados:
Francisco de Asís, quiso distinguirse de una forma especial por medio del matiz de la misericordia, ese amor fiel y a la medida que impulsa a amar.
Y ha sido precisamente ese matiz de la misericordia el que ha distinguido tradicionalmente la pedagogía franciscana como una pedagogía que ha sabido educar desde el sentimiento hecho vida y testimonio en los propios educadores
                 

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