Informe Sobre Martin Fierro
micaelalou16 de Septiembre de 2013
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INTRODUCCIÓN:
José Hernández es quien realizó la obra literaria “Martin Fierro” considerada como el mayor exponente de la literatura gauchesca, la más difundida y conocida de nuestra literatura nacional.
Lo que esta gran obra expone es el relato de la pésima situación en la que vive el gaucho de la época por su exclusión de la sociedad y su consecuente marginalización. Fierro es el prototipo de gaucho, ese gaucho, víctima de no haber sido educado y bestia por ello. Es el que piensa, siente y expresa su dolor e inquietudes, siendo el personaje de Fierro su vocero y mayor exponente. José Hernández escribió la obra para denunciar las penurias y fraudes de los cuales los gauchos eran reclutados forzosamente para ir a la frontera contra el indio. Es una protesta en contra de las tendencias europeas y modernas del presidente argentino Domingo F. Sarmiento, como resultado se produce la enajenación de la esencia del pueblo argentino. Además, la obra expone los aspectos positivos y negativos de la sociedad argentina. Por un lado, nos muestra el deseo de igualdad, libertad y fraternidad, pero luego exhibe el racismo y la discriminación. Todo esto en el marco de un pueblo que se encontraba en plena estructuración política-social después de la Independencia y las guerras civiles. En cuanto a su estructura la obra consta de dos partes redactadas con siete años de diferencia, primero escribe “El gaucho Martin Fierro” o también llamada la “ida” (1872) y luego escribe “La Vuelta del Martin Fierro” (1879).
Este panorama reflejado en la obra es la identificación del autor José Hernández con su personaje “Martin Fierro”, ya que ninguna obra puede carecer del pensamiento de su autor. El paralelismo se ve reflejado en la biografía de este. Comenzando un abordaje sobre su biografía, José Hernández nació el 10 de Noviembre de 1834, perteneció a una familia federal (su madre era de familia unitaria), conoció desde su infancia la vida de las estancias, se enfrentó desde su juventud con la nueva realidad política generada por la caída de Rosas en Caseros. Interiorizado en los problemas políticos del país signado por los enfrentamientos entre Buenos Aires y la Confederación, él tomó partido por esta última, acompañando al Gral. Urquiza. Peleó en la batalla de Pavón y de Cepeda, y luego participa en la defensa de Paysandú que desencadena en la guerra de la Triple Alianza, guerra a la cual Hernández se opone. Su ideología lo llevo a ser perseguido por pertenecer a la oposición, vivió en el exilio durante mucho tiempo. José Hernández se destaco a lo largo de su vida en distintas funciones, en la milicia fue capitán del ejército, se dedicó al periodismo escribiendo y fundando distintos diarios, además de ejercer cargos públicos (fue oficial de contaduría, taquígrafo del Senado de la Confederación, secretario de vicepresidente de la Nación Gral. Pedernera, ministro del gobernador López de Corrientes, diputado y senador en la legislatura de Bs As). También ingresa en la masonería como otros intelectuales argentinos. Durante largo tiempo permaneció fiel a sus ideales defendiendo la causa de la federación, intervino en los levantamientos del caudillo federal entrerriano López Jordan, con quien compartió el exilio. Pero más tarde luego de agotar las perspectivas de resistencia al modelo de país que se imponía, se subordinó al sistema constituido en 1880 bajo el mando de Roca. Esto representa un cambio de conceptos en sus ideales políticos que se ven reflejadas en La Vuelta de Martin Fierro respecto de la actitud protestante de la Ida.
Los paralelismo que existen entre la obra y la vida del autor se refieren a las actitudes tomadas y hazañas narradas en la primera parte, ya que allí asume el poema una actitud de protesta, que da una idea de poema espontáneo y agresivo, anti-social contra una sociedad contra la cual reacciona, el autor denuncia la situación social de esa época lo que provoco su destierro al igual que el destierro que sufre Martin Fierro. Ambos, tanto el autor como el personaje se revelan, critican y son perseguidos por las fuerzas políticas, además, de luchar por su libertad individual.
Ya en la segunda parte del poema, el autor demuestra una perspectiva diferente nuevamente relacionada con su situación personal. Hernández cambia su perfil ideológico, se reconcilia con la facción triunfante con el proyecto de país de 1880 que se imponía (una Argentina subsidiaria del mercado Británico), esto demuestra que el autor acepta la derrota y las pautas y valores de los vencedores. Situación expresada en el poema con la liquidación total y definitiva del gaucho, símbolo del partido perdido. En este sentido, la actitud de Fierro en esta segunda parte es una actitud humillada, de vencido. Admite las leyes del vencedor y se adapta a la civilización que antes había despreciado, fiel retrato de lo que sucede en la realidad con Hernández.
A partir de esta breve contextualización que realizamos desarrollaremos a continuación la problemática de género que posee la obra, la descripción de su estructura externa y el lenguaje que utiliza y analizaremos la problemática social que están reflejada en los cantares que van desde el canto XXI (Picardía) hasta XXIX y el mensaje que nos quiere dejar el autor en ellos.
DESARROLLO
PROBLEMÁTICA DE GÉNERO
El poema se enmarca en relación con el estilo romántico ya que aparecen temas y actitudes románticas como ser el color local, la exaltación del yo, la exaltación de la libertad y la rebeldía, la defensa del oprimido, la aspiración a la gloria, el destino, la soledad y la desesperación, la desventura, la compenetración con la naturaleza, la noche y su misterio y la inspiración.
El Martín Fierro es un poema narrativo, obra literaria considerada ejemplar del género gauchesco, porque Hernández estaba influido por este proceso literario. Representa una culminación, un salto considerable respecto de lo que se hacía literariamente en su tiempo, sencilla poesía folklórica o poesía culta de imitación. Esta obra hace culminar el proceso de la literatura gauchesca, agotando sus posibilidades: nada considerable apareces después en lengua rústica.
En apariencia no existe problemas en cuanto al género, pero cuando se trata de acotar a uno de los géneros tradicionales es cuando se produce un oscurecimiento, sobre esta cuestión un crítico norteamericano John B. Hughes, señala cinco género posibles dentro de los cuales podría se ubicado el poema. Su idea expresada al final, es que ninguna descripción genérica hasta ahora avanzada comienza a agotar la totalidad de la obra ni, a fin de cuentas, es completamente fiel a la realidad descrita.
Esas cinco posibilidades son:
Epopeya: Lugones y Rojas le atribuyen este género, pero Hughes señala que la relación personal del autor con la obra, su papel polémico y el tono de nostalgia le quitan dimensión heroica. A pesar de ello la obra es ejemplar, colectiva y nacional.
Largo poema lírico: no es canción pero la intención de canto crea una tonalidad lírica.
Novela: Borges es quien lo clasifico de esta manera a partir de su idea de la escasa representatividad nacional del poema y del carácter individual del relato. Pero Hughes refuta la clasificación de Borges argumentando que el poema evoca personajes reales, que establece relaciones y conflictos entre ellos y que se preocupa de cerrar situaciones dramáticas abiertas previamente.
Drama: si bien no está destinado a la representación, esta dicho en primera persona (a veces protagonista a veces relator que se desglosa del protagonista) y existen diálogos, monólogos y además presupone la existencia de un auditorio y de un escenario.
Parábola: es una serie de parábolas, apoya este carácter el refranero, la sentencia y la voluntaria intención de convertirse en materia citable.
Para culminar el desarrollo de la problemática de género citaremos a Leopoldo Marechal que en su capítulo El simbolismo del Martín Fierro, define al poema como una epopeya clásica, el canto de gesta de un pueblo, es decir, el relato de sus hechos notables cumplidos en la manifestación de su propio ser y en el logro de su destino histórico.
Para Marechal, toda gesta supone un héroe y él se pregunta ¿Y quién es el héroe de Martín Fierro? En el sentido literal es un gaucho de nuestra llanura que responde a tales características de nuestra evolución racial y a tales accidentes del medio en que vive. En el sentido simbólico, Martín Fierro es el ente nacional en un momento crítico de su historia: es un pueblo de la nación, salido recién de su guerra de la independencia y de sus luchas civiles, y atento a la organización de fuerzas que ha de permitirle realizar su destino histórico.
Al igual que aquellas epopeyas clásicas, explica Marechal, nuestro héroe, nuestro gaucho que simboliza al ente argentino y al pueblo de la nación, pasa por un montón de infortunios al rebelarse contra un nuevo estilo de cosas que reina en el país: un nuevo estilo que ha de lanzarse agresivamente contra el estilo auténtico del ser nacional.
Claro está, dice Marechal, que Martín Fierro lucha, y es el ente argentino quien lucha en él. Pero es derrotado al fin y el estilo invasor contra el cual peleaba lo induce a refugiarse en el desierto. ¿Qué significan ese viaje al desierto y su permanencia en él? Quiere decir, simbólicamente, que, por primera vez en su historia, el ente nacional no es el actor protagonista de su destino. Expulsado de la escena, se convierte ahora en un lejano espectador del drama; y como el drama que se representa es el suyo propio, el ente nacional es un atormentado
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