La Escopeta, Juan Carlos Onetti

“La Escopeta” es el nombre de un cuento breve del escritor uruguayo Juan Carlos Onetti. Dicha narración mantiene el estilo peculiar de Onetti al contar la historia de un personaje con características existenciales (como la mayoría de personajes que pueblan sus narraciones), pero lo que vuelve diferente a este cuento es que se desarrolla dentro de un sueño. El personaje narra como parece ser que un ladrón quiere entrar a su casa y la desesperación y angustia que le provoca dicha situación, por eso toma una escopeta, para defenderse y justo cuando parece que el ladrón va a irrumpir, el personaje escucha una voz atrás de su cuello, y es precisamente la voz del psicólogo que lo está atendiendo y se descubre que todo es un sueño.

En esta ocasión, voy a trabajar los símbolos dentro del cuento, pues despierta interés en mi persona descubrir el por qué la mente esboza ciertas imágenes, qué significan, qué ocultan, qué nos pueden decir acerca del personaje central y del mismo autor.

Desde el inicio Onetti nos sitúa en el tiempo: “No era noche cerrada cuando estiré el brazo para encender la lámpara(…) Era necesario que terminara de escribir mi artículo antes del alba(…)”, era ese tiempo en donde la noche empieza a dejar de serlo y sin embargo todavía no amanece, deben ser las 3 o 4 de la mañana. Sin embargo, la ausencia de luz ya indica una situación engañosa para el personaje, especialmente en lo que se refiere a los asuntos relacionados con el dinero o los sentimientos. Puede expresar que algo está llegando a su fin debido a ese límite que Onetti pone entre la noche y el amanecer.

A continuación, el autor nos dice que va a enviar por correo un artículo que escribió y que espera a que el cartero le traiga alguna respuesta, y nos pinta una espera mientras amanece en medio de la bruma y el color rojo (de sangre fresca y brillante). En solo tres líneas, Onetti nos regala en enorme cumulo de información, en este caso, citaré textual de la fuente donde tomo alguna información:

Referente al cartero: “El simbolismo del cartero se asocia a lo imprevisto, a las cosas que nos han de suceder pero de las que todavía no tenemos conciencia, y que no esperas. Si el cartero te visita en sueños y trae en sus alforjas muchas cartas, indica que deseas recibir noticias de alguien o de una situación que llevas esperando desde hace mucho tiempo. Anuncio de circunstancias inesperadas que se manifestarán en breve. Si, por el contrario, el cartero de tus sueños no trae nada consigo, debes ponerte en contacto con la gente que te quiere. Es posible que alguien te necesite, aunque tú no te hayas dado cuenta aún.”

En cuento al amanecer entre bruma, he encontrado algo referente al sol entre nubes, que bien puede relacionarse con la imagen que Onetti nos retrata: “ Si el sol está entre nubes, espera un tiempo prudencial para poner en marcha tus asuntos; puede que surjan problemas de última hora, aunque al final se resolverán satisfactoriamente.”

Y referente al color rojo, “color exacto de la sangre fresca y brillante”, puedo mencionar que según ciertos diccionarios de símbolos, el color rojo es color masculino, en contraparte al color verde que es femenino.

Ahora voy con el símbolo, a mi parecer, más relevante, y es que el personaje sin nombre de Onetti, se encuentra en una casa en medio de una aldea desértica. La casa, en la mayoría de ocasiones, representa lo femenino, lo maternal, esa necesidad del ser humano de regresar al útero materno para sentirse protegido. El segundo símbolo que abarca mi atención es la puerta y las ventanas, pues la puerta empieza en su disposición a facilitar o dificultar el paso por ella: en sentido esotérico la puerta debe ser muy baja para que de este modo, el profano, al entrar al templo, se incline no sólo en signo de humildad, sino como muestra de la dificultad de paso del plano profano al iniciático. La puerta cumple la función de separar dos espacios. Desde adentro, la vemos como una salida a la libertad o bien al peligro

...