La Escuela
dulceshito22 de Abril de 2012
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LA ESCUELA.
El sistema escolar ha sufrido modificaciones en los últimos años. Anteriormente, los profesores mostraban preferencia por aquellos alumnos que no daban problemas en clase y rechazaban a los que eran conflictivos. A veces, nos encontrábamos con que si el profesor enchufaba al alumno y, si esperaba que el alumno sacara buenas notas y esté las conseguía, esto no podía no deberse tanto al mérito del chico en sí, sino al trato que el profesor le daba. Del mismo modo, se producían casos de frustración aprendida, en que el niño aprendía que no podía hacer nada para cambiar su destino escolar por el modo en que el profesor respondía a sus fracasos. Todavía podemos encontrar casos similares.
Pero, hoy día, hay que asumir que la escuela es uno de los medios más importantes a través del cual el niño y se verá influenciado en todos los factores que conforman su personalidad. Parece que no llegamos a ser conscientes de la responsabilidad que tiene la comunidad educativa en el desarrollo personal de cada alumno. Ésta debería enseñarles a ser emocionalmente más inteligentes, dotándoles de estrategias y habilidades emocionales básicas que les protejan de los factores de riesgo o, al menos, que palien sus efectos negativos. Los profesores son, en muchas ocasiones, los que pueden posibilitar la adquisición de conocimientos y modificar sus hábitos y actitudes, por ejemplo, en lo referente al consumo de alcohol o drogas, son los que tienen más fuerza para prevenir el consumo.
Estilo educativo de los profesores.
Al igual que ocurre con los padres, existen tres maneras o estilos para dirigir un grupo de alumnos: el autoritario, el democrático o cooperativo, y el permisivo. Lo importante es determinar cuál de ellos sería el que se aseguraría al profesor el respeto hacia su figura por parte de los alumnos y una disciplina del grupo que fuera firme y, a la vez, fluida. Habitualmente se considera que la combinación de los tres, es lo que asegura la autoridad del profesor y la correcta disciplina grupal. Cuando un profesor utiliza un estilo autoritario consigue ganarse el respeto, pero corre el peligro de perder la confianza del alumnado y que éste se vuelva en su contra. El profesor democrático consigue crear un clima de participación y responsabilidad en el aula, aunque sale perdiendo en aquellas situaciones en que su opinión no tiene apoyo por parte del grupo. El profesor permisivo no ejerce su autoridad, traspasándola a los propios alumnos. Por tanto, la solución estaría en saber alternar los estilos,en función de las situaciones y del grupo al que nos dirigimos, más teniendo en cuenta, siempre, que debe tratarse de una relación democrática y participativa con los alumnos.
El buen profesor tiene que tener la capacidad de ser flexible y ajustarse a las circunstancias, es decir, observar la dinámica del grupo y saber cómo se tiene que mostrar al grupo y saber cómo tiene que mostrarse en un momento específico para conseguir sus objetivos, amoldándose a la situación. El vínculo que se establece entre el profesor y los alumnos tienen gran trascendencia en todo el proceso educativo, ya que el educando necesita del educador para formarse como persona; es preciso tener en cuenta que la relación que se establece en la educación influye en el aprendizaje y en el estado psicológico del alumnos.
Gammage (1975), por ejemplo, distingue tres estilos del profesor:
• El profesor que mantiene todo el control y es muy dominante. Casi no dialoga con los alumnos y se centra en la figura del educador.
• El profesor que permite a los alumnos a participar en la toma de decisiones, como parte de la organización y como forma de entender el aprendizaje. Este estilo se caracteriza por tener en cuenta al educando.
• El profesor que casi no influye en el grupo, que carece de organización y que es incapaz de crear
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