La Mala Educación Como Factor De Indices De Violencia

La deserción escolar como factor de bajos índices educativos.

Objetivo: Plantear la deserción escolar en estudiantes de educación básica como factor de bajos índices educativos en un contexto social y desde un punto de vista general y como síntoma la inseguridad social.

En la actualidad, la deserción escolar va encaminada por diversos factores que hacen que un estudiante tenga pocas o nulas posibilidades de continuar con sus estudios de educación básica, media superior y superior. Tales factores pueden ser demográficos, familiares, sociológicos, alimentarios, económicos, religiosos, sociales, etc. Impiden el desarrollo personal del estudiante, ya que se considera al estudio como el medio para obtener las herramientas necesarias para poder afrontar un mundo cada vez más competitivo y demandante.

Normalmente la preparación escolar yendo de lo particular a lo general, modifica la conducta humana, hace más razonable el pensamiento y permite la humanización del individuo, mejora las sociedades, ya que una sociedad con conocimientos es generadora de recursos, calidad de vida y progreso, aquel país que se preocupa por la educación a mediano y largo plazo será un modelo cultural. En sentido contrario, de lo particular a lo general, la falta de educación genera miseria, pandillerismo, delincuencia y corrupción como síntomas de la falta de educación y antivalores que trae consigo. Una sociedad que no fomenta la educación y el interés en sus estudiantes por la misma, que no fomenta el amor al conocimiento estará destinada a fracasar en todos sus proyectos.

(Rodriguez Avoñoá, 1990) La deserción escolar es inevitablemente un punto de referencia de la investigación sobre problemas educativos, porque representa la propuesta mas negativa de los usuarios del sistema educativo, la opinión popular y los argumentos académicos han coincidido en considerar el abandono escolar como resultado de la pobreza. La explicación más común es que, para los pobres, el sacrificio o el costo de oportunidad de permanecer en la escuela se incrementa desmesuradamente más allá, de cierto punto por que los niños podrían salir y ganar dinero.

La autora de la cita anterior confirma que la falta de oportunidades educativas van de la mano con la pobreza extrema, ya que el hecho de comprar útiles escolares, material didáctico, uniformes, gastos de transporte e insumos representa una carga considerable que atenta a la economía familiar y por tal motivo muchos padres deciden permitir la deserción escolar o abandono para que los estudiantes consigan dinero para el gasto familiar, en muchos casos más extremos aun, se encuentra el hecho de que algunos adultos usan a los menores para regentearlos, va desde conseguir dinero en intersecciones limpiando parabrisas, venta de dulces, mendigar por las calles tal y como se da en las zonas urbanas y comúnmente trabajar en la siembra y/o cosecha en parcelas como se ha dado desde hace mucho tiempo en las zonas rurales, aunada a esta la distancia que habría que recorrer el estudiante para llegar a la escuela y viceversa.

(Castillo i Carbonell, 2006) El fracaso escolar es uno de los problemas mas graves que sufren actualmente los centros educativos, teniendo en cuenta que la trascendencia de sus consecuencias sobrepasa el ámbito escolar donde se genera. Su creciente extensión, en mayor o menor grado, en todos los países desarrollados hace aumentar el interés de instituciones públicas, docentes y asociaciones de padres y madres para

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