Violencia Y Educación

La violencia y el nuevo término que se ha insertado en la sociedad llamado “bullying” ( a pesar de que siempre ha existido), han sido nombrados con mayor frecuencia en los últimos años por los medios de comunicación. Cada vez es más frecuente ver videos de jóvenes golpearse el uno al otro furiosamente por razones que para la mayoría son bastante insignificantes, las respuestas que dan los abusadores, son aún más increíbles para los que escuchamos aquello: me miró mal, se quiso “meter con mi pololo(a)” o simplemente no me cae bien.

¿Qué puede impulsar a un ser humano violentar a alguien en cualquier circunstancia y por razones tan absurdas? Esto aun no lo puedo entender, ya que tuve la suerte de pertenecer a un solo colegio toda mi vida escolar, el cual se caracterizaba por tener un ambiente familiar y tranquilo. Era normal que al ser un colegio pequeño todos se conocieran y trataran bien puesto que la mayoría comprendía ( y también nos lo enseñaban día a día) lo importante que es ser bueno con el prójimo y además era probable que compartiríamos gran parte de nuestra vida con las mismas personas, por lo tanto , era necesario ser cordiales con el otro y así evitar conflictos. Esta característica de compañerismo creo que se da en colegios pequeños y poco conocidos, como mi colegio.

A diferencia de lo que sucede en colegios “emblemáticos” y “municipales” que por sus características (entre ellas su gran infraestructura), tienden a preocuparse solamente por el grupo de curso y no tratan a los estudiantes de manera individual, no existe interés de ningún tipo por saber qué es lo que sucede con los estudiantes fuera del aula, lo único que importa es que obtengan buenos resultados en las pruebas y otras prácticas que están relacionadas a la educación conductista de la que ya he hablado anteriormente. Esto imposibilita la tarea de los profesores o inspectores, no es posible que ellos conozcan a todos los estudiantes y a su vez los alumnos tampoco pueden conocerse entre ellos apropiadamente porque cada año llegan nuevos estudiantes, imposibilitando la convivencia que debería existir. El no conocer al otro implica que no lo respeto pues no tengo conciencia de quién es, puede parecer una locura pero esto es lo que sucede. Además no es factible educar apropiadamente a una mayoría significativa si “el profesorado” es pequeño. Quizás lo que pienso pueda ser ridículo para el resto, pero al venir de un colegio pequeño y familiar, esta perspectiva se hace cada vez más válida y verdadera para mí. De esto proviene mi tesis: los colegios grandes son más propensos a tener estudiantes violentos.

No pretendo generalizar, porque espero que este tipo de conducta no suceda en todos los colegios grandes, pero lo cierto, es a mi parecer este tipo de colegios, es cada vez más propenso a tener estudiantes poco amigables y violentos.

Una de las razones como dije anteriormente del porqué pasa esto, es que el profesor(a) no puede educar apropiadamente a todos los individuos a su cargo, teniendo en cuenta que los cursos son constituidos mayoritariamente por 35 a 40 alumnos, es imposible que una sola persona pueda imponer cualquier

tipo de respeto por sí mismo, es fundamental en estos casos que los padres trabajen en conjunto con la institución educativa y con los mismos profesores, tal como dice el libro “Aprendiendo en familia” (2013) elaborado por el ministerio de educación y educarchile: “ Desde edad temprana, padres y madres van moldeando en sus hijos e hijas una determinada forma de ser, de sentir, de conocer, de pensar y de actuar en el mundo. Su rol educativo es por eso irremplazable y un complemento necesario para el rol que cumple la escuela”. Aunque, claro esto es solo se queda en lo ideal. En la práctica no todos los padres están con sus hijos como deberían ya sea porque trabajan horas excesivas para poder brindarle a su hijo todo material que ellos necesitan o porque están en algún tipo de problema con drogas o situaciones similares. Este problema que existe en torno a la educación que los padres le brindan a los hijos, genera la violencia en los colegios, o por lo menos es una de las causas.

Como dije anteriormente en mi colegio estas situaciones no se veían, todos los padres intentaban participar activamente y a su vez se preocupaban de estar presentes, en el caso que un padre no pudiera asistir a alguna de las actividades los demás cubrían las necesidades del niño para que él no sintiera esa ausencia.

Desafortunadamente mi hermano no corrió con la misma suerte, él tiene 11 años ahora y aunque es pequeño ya ha sufrido lo que se considera matonaje o bullying. Su curso anteriormente se constituía por aproximadamente 20 alumnos, era un colegio nuevo, por lo que todos estaban en la misma situación, todos se sentían perdidos en un inicio, por lo mismo ellos formaron un solo grupo. Los padres no tenían la intención de cambiarlos a otro colegio, porque estaban satisfechos en aquel momento con lo que recibían por parte del establecimiento, aunque esta situación cambió rapidamente. El colegio comenzó a ampliarse, aumentando con ello el número de estudiantes, aunque no fue algo

excesivo se notaba una clara diferencia en el trato y comportamiento que recibían los alumnos y apoderados. Algunos de los nuevos estudiantes tenían otras conductas y actitudes, lamentablemente propias de la llamada “ clase baja o pobre” (digo lamentablemente porque no me gusta realizar esta categorización en la educación), se expresaban de manera diferente, eran confrontacionales y conflictivos, claro está que sus padres también actuaban de la misma manera. Todos intentaban incluirlos en cada proyecto que el colegio realizaba pero ellos no querían, decían que eran puras leseras, que estaban cansados, que justo ese día tenían que trabajar o cualquier otra excusa. No les importaba participar de algún proceso o ser partícipe de la educación de sus hijos. Esto derivó a que comenzaran a surgir conflictos entre los estudiantes y también entre apoderados, algunos de los nuevos se

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