La quinta disciplina

INTRODUCCIÓN

Desarrollar una metodología corporativa que logre mejorar la eficiencia y eficacia de una organización es una gran reto en la actualidad dadas las condiciones tales como la competitividad de mercado, tratados de libre comercio, sistemas políticos, etc. Dichas cuestiones demuestran la necesidad de nuevos tipos de organizaciones que no sólo teóricamente sino también en la práctica puedan llevarse a cabo con la finalidad de cumplir objetivos.

Peter Senge en su libro que lleva por título La quinta disciplina expone varios puntos que resultan ser cruciales al momento de realizar un tipo de organización inteligente capaz de borrar las fronteras entre los diferentes tipos de coordinación que se dan dentro de un mismo sistema.

El presente trabajo tiene como objetivo el analizar los diferentes factores que posibilitan un tipo de organización inteligente; para ello en primer lugar se mencionará la idea errónea de creer que el mundo se encuentra fragmentado en partes aisladas carentes de conexión entre sí para posteriormente señalar lo que significa un pensamiento sistémico y la importancia que éste tiene para considerarse la quinta disciplina que fusiona otras cuatro disciplinas que son importantes en una organización inteligente.

DESARROLLO

La idea de que el mundo así como la realidad se encuentran construidos por factores independientes y aislados, carentes de conexión entre sí son pensamientos que desde muy pequeños se encuentran arraigados en nuestra memoria, la aparente ventaja que se desprende de esto consiste en que nos facilita las tareas complejas, no obstante, la realidad es diferente.

En efecto, cuando existe la necesidad de analizar un sistema organizacional se tiende a elaborar un análisis der manera fragmentada, esto es separando todas las piezas que conforman la imagen general, pero cuando se llega a analizar un sistema organizacional más complejo, la posibilidad de fragmentarla es más difícil de realizar y las posibilidades de poder encontrar las interconexiones de este sistema son anuladas.

Ahora bien, cuando se carece de la visión de esta interconexión entre la complejidad y el dinamismo que se da dentro del mundo, se desconoce a su vez la importancia que tiene el aprendizaje dentro de una organización, por lo tanto, las organizaciones inteligentes, es decir “organizaciones donde se cultivan nuevos y expansivos patrones de pensamiento” y su posibilidad de lograr estar al nivel de competitividad que se requiere en los negocios distan mucho de ser posibles.

Por lo que Peter Senge en su obra La quinta disciplina propone que para lograr un tipo de organización inteligente primero se debe destruir aquella vieja ilusión sobre la que versan los diferentes conflictos, tales como el individualismo y la visión cerrada del mundo que lo único que logran es la ineficacia en las organizaciones. Un ejemplo de ello es la estructura de tipo “juego de la cerveza” donde el sistema de producción/distribución se ve entorpecido por ser preso cada individuo conformante de este sistema de su propio pensamiento sin tomar en cuenta los demás factores que recaen sobre él mismo.

Por lo tanto un pensamiento que no sea individualista, capaz de ver las estructuras que subyacen a una organización compleja, así como la influencia que ejerce sus propios actos dentro de la organización, será capaz de integrar las diversas funciones y talentos de cada integrante y las herramientas innovadoras que se encuentran a su disposición en una totalidad productiva. No obstante, el pensamiento sistémico no es la solución al problema organizacional, sino que es el principio porque permite visualizar diferentes fenómenos que producen problemas dentro de una organización, así por ejemplo la comprensión de las causas de un problema y sus posibles soluciones únicamente se podrán advertir y comprender cuando se tenga el conocimiento de la interrelaciones que subyacen al problema mismo.

En efecto, lo que distingue a una organización inteligente de las organizaciones tradicionales es que a diferencia de ésta en una

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