Los Santos Inocentes, Miguel Delibes (trabajo)

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Profesora: Fernanda Villamil Cabezudo

Trabajo de lectura de Los Santos Inocentes de Miguel Delibes

1- Compendio de Los Santos Inocentes

Libro primero: Azarías

Azarías trabajaba en un cortijo, a sumisión del señorito. Un tipo ordinario, sin educación. Esto no le importaba al susodicho. Eso sí, la Régula, su hermana, no compartía las convicciones de este. Ella era partidaria de la educación de los niños. El gran Duque, su animal predilecto, cae postrado, enferma y muere casi finando la primavera, cual afecta profundamente al pobre.

Libro segundo: Paco, el Bajo

Entre muchos, Régula y Paco trabajaban en la Raya. La marquesa, grata, con el fin de abolir el analfabetismo en el cortijo, contrató a docentes para impartir clases. Se creaba enredo con ello. Paco se alteraba humildemente ante la dificultad que le acarreaban las reglas gramaticales. Pero advertían, con ello, el ingenio de una de sus hijas, la Nieves. Llegó una misiva por parte de Don Pedro, tenían que volver al cortijo. En el trabajo, Nieves manifestó sus intenciones de dar la comunión, que era un disparate para los jefes del cortijo. Un comentario irrisorio para la mayoría de ellos. Doña Purita se insinuaba y embelesaba al señorito Iván, aunque su pareja fuese don Pedro, el périto.

Libro tercero: La milana

Al pobre de Azarías lo echaron del trabajo. El señorito argüía, de un modo prepotente y altanero, a Paco, que había venido a pedir explicaciones, que era un hombre viejo, indecente y ocasionaba disgustos a sus amigos. Motivo por el cual Azarías se alojó en casa de Régula en el cortijo. Tanto Charito, la niña chica, como el susodicho adoptaban posturas pueriles, actitudes que invitaban a la hastía. Los trabajadores mostraban un escarnio hacia Azarías, aprovechando su inocencia, el pobre era tonto de remate. Llegado un día en que Paco se hartó de tener que ocultar los desechos de Azarías, lo llevo al campo, donde obtiene una grajilla, regalo por parte de uno de sus sobrinos. Azarías torna a embelesarse con el nuevo animal, que llegado un día aprendió a volar, escapándose. Con susto del pobre, lo incita a que regrese consigo. Un momento tenso y apesadumbrado que termina en el alborozo de la criatura al ver que el ave regresa con su amo satisfecho.

Libro cuarto: El secretario

La destreza con la que olfateaba y rastreaba Paco era un atributo inhumano que disponía, y que a su antojo, Iván, el señorito, usaba como herramienta de cacería. El señorito de esto hacía ostentación ante sus amigos. Paco alardeaba humildemente ante los espectadores que quedaban desconcertados. Tomando el sol, se crea una riña. Iván, engreídamente, ante un comentario inadecuado por parte de René, el francés, se propuso a demostrar que se hacía trabajo para disolver el analfabetismo en el país, y más en el cortijo, por lo que pone a prueba a los trabajadores que respondían de forma aceptable. En una de las visitas de la señora Marquesa y su hija Miriam al cortijo conocen a Azarías. El pobre lleva a Miriam a conocer a su milana, que además de esto cae sobresaltada al ver la imagen de Charito postrada.

Libro quinto: El accidente

Paco subía a las copas de los árboles, afanándose en el trabajo, pues era reprochado continuamente por Iván, el señorito. Su labor consistía en poner el señuelo para estimular a las aves cercanas, así después le tocaba el turno a Iván, y acribillar cuanto paloma se acercase. Aconteció la desgracia cuando Paco cae precipitado, rompiéndose la pierna, inservible. Paco entrega al Quirce, su hijo, para solventarlo. Pero llegaba 22, el día de la batida, e Iván instaba a Paco a reponerse, en vano. Ya reunidos todos en la Casa Grande, empieza la cacería. Paco es obligado a seguir trabajando, el infeliz vuelve a accidentarse, esta vez ya no podía. Iván adoptaba actitudes repulsivas. Se exasperaba con Paco, como si el tuviese la culpa de sus propias desgracias. Ahora le tocaba al Quirce. A Iván le disgustaba un poco su personalidad huraña, pero era bueno en lo suyo. Terminó la jordana que después de comentarios y preguntas inapropiadas de Iván hacia la Nieves. Esta logra advertir el adulterio por parte de Doña Purita y el susodicho. Se besaban.

Libro sexto: El crimen

Desesperado y angustiado, Pedro no hallaba por ninguna parte a Purita. Ya tenía en mente conjeturas; quizá haya escapado con Iván. Busca ayuda en el cortijo, donde es enterado por parte de Régula, que el señorito había salido con su vehículo. Por su parte, Nieves, sabía que éstos mantenían un idilio, pero no se atrevía mencionar palabra alguna. Las circunstancias: Paco no podía trepar por los árboles a poner los cimbeles por el escollo de la pierna. Azarías, entonces, es dispuesto para ayudar en la caza. Ya en la actividad, Iván exasperaba. Azarías subido en el árbol con el señuelo, pero los pájaros se mostraban reacios a picar. Cambian constantemente de sitios, todo en vano. Camino de retorno, dentro del Land Rover, Azarías advierte una bandada de grajillas. Usa su habitual llamado, su milana que estaba en el grupo se desprende ante la invocación de su amo. Mas Iván, en vista del fracaso del día, apunta y dispara al pájaro que se acercaba, cayendo muerto ante el estupor de Azarías. Al siguiente turno de cacería, Azarías se mostraba sombrío. Subiendo al árbol, para repetir la tarea, pide ayuda a Iván para que le dé alcance de los palomos. En eso, con la soga que estaba usando para trepar ahorca a Iván, muriendo colgado. Azarías embobado, sonriendo y mirando el cielo, repetía: milana bonita, milana bonita.

2- ¿A quién está dedicada la novela? ¿Quién fue? ¿Por qué crees que se la dedicó a él?

Dedicado a Félix Rodríguez de la Fuente. Fue un naturalista, defensor de la naturaleza con conocimientos para la cetrería. Estudiaba el comportamiento de los animales en su ambiente y fue uno de los precursores de la defensa de la naturaleza en España. Realizaba documentales. Rodríguez fallece en 1980, y el libro es publicado en su memoria el año 1981. Supongo por todo lo que contribuyó con su trabajo, además de ser amigos.

3- Comenta la utilización de los signos de puntuación. ¿Qué te sorprende de ellos?

El autor no da empleo a los signos de puntos ni punto y coma en toda la obra, sino que las reemplaza, ambas, por el uso de una simple coma. Tampoco

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