Los fugitivos del Guayas
camilo neutaEnsayo19 de Marzo de 2021
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Prólogo
Sumido en una noche oscura, un día viernes, en las calles de Guayaquil, Carlos va caminando tranquilamente, después de haber ido de fiesta con algunos amigos. Ya era la 1:00 A.M y producto de la borrachera, el no sentía temor en pasar por la zona roja de la ciudad. También es algo imposible que un ladrón lo atacase a esas horas, pero ellos esperan hasta la hora que quieran.[pic 1]
De un momento a otro, un personaje desconocido, al que no se le podía ver el rostro, se le iba acercando a Carlos poco a poco; mientras él se tambaleaba por llegar a su auto, ubicado a 2 cuadras del lugar, mientras que el sospechoso iba a una velocidad más considerable a la de él.
En un momento determinado, el ladrón alcanza a Carlos, lo coge del cuello y lo apunta con una navaja en el vientre, diciéndole las siguientes palabras:
Sospechoso.- Suelta todas tus pertenencias, a menos que quieras que te introduzca esta navaja tan afilada que tengo.
Carlos, bastante alcohólico de la fiesta, le contesta esto:
Carlos.- Que bella eres, ¿quieres una flor, mi amor?
Sospechoso.- ¡¿Me estás tomando el pelo?! Dame tus pertenencias, ¡ya!
(Carlos contesta asustado, pero aún borracho)
Carlos.- Ok, ok mi amor. Ten mi cartera, solo tengo 30 dólares en ella, ¿vamos a un bar a gastárnoslo?
Sospechoso.- Ay Dios, ya cállate…
(Lo golpea y cae aturdido, no despierta hasta la mañana siguiente)
Sospechoso.- Uf, si me ha tocado alguien bien difícil de controlar. Bueno… (Se caen unas llaves del bolsillo de Carlos) ¿Eh? Interesante, supongo que estas llaves son las del carro que tienes ahí delante, ¿Te importaría si las tomo prestadas? (Preguntando en tono burlesco).
Sospechoso.- Supongo que eso es un sí. Cogeré tu coche y tu billetera si no te molesta.
El sospechoso huye en el auto, pero no se percata de que se le cae un papel antes de entrar, en el que está escrita una pequeña frase; ese trozo de papel, con esa frase de 4 palabras, lo delatarían dentro de muy poco.
Los fugitivos del Guayas
Inspirado en las “peligrosas” calles de Guayaquil
Hecho por: Alexis CY (Rupton)
Capítulo I: No sabemos nada.
Al día siguiente del suceso, el Teniente Lucas y el cabo segundo Federico “Fede” patrullan las calles de la zona donde Carlos quedó inconsciente. Al verlo, detienen el carro e intentan despertarlo con movimientos suaves:
Lucas.- Ey, chico, ey. Despierta…Parece una piedra, no se levanta.
Fede.- Tranquilo señor, mire como lo despierto.
(Le tira una botella de agua; atención, le tira la botella, no el agua).
Carlos.- ¡Ctm! Eso duele.
Fede.- Es que si no, no despertabas.
Lucas.- Bueno, cuéntanos… ¿Qué es lo que ha pasado?
Carlos.- Mejor hablemos esto en otro lugar, ahora me duele bastante la cabeza.
Fede.- ¿Resaca del viernes por la noche?
Carlos.- No, resaca del golpe que me diste con la botella.
Al levantarse, Carlos encuentra un papel y lo recoge por mera curiosidad; pensando que es una pista, decide llevárselo a la comisaría junto a él.
Al llegar al UPC (Unidad de Policías comunitaria) le hacen sus respectivas preguntas, a las que él responde honestamente. Después, al finalizar la sesión interrogativa, Carlos decide enseñarles el papel.
Lucas.- Bueno, haremos lo que esté en nuestras manos para capturar al criminal.
Carlos.- Espere Teniente, quiero mostrarle este pequeño papel para ver si le da alguna pista.
(Le enseña el trozo de papel escrito a Lucas)
Fede.- ¿Qué pone ahí señor?
Lucas.- Ya sabemos el nombre del criminal, por lo menos.
En ese trozo de papel ponía:
Te quiero mucho Josué.
Atte: Ya sabes quién. <3
Fede.- ¿Josué? ¿Seguro señor?
Lucas.- Tan seguro de cómo me llamo Lucas Montenegro.
Hagamos una pausa en la lectura, para hablar de los dos policías-detectives.
Lucas, como ya se mencionó, es el Teniente de la comisaría. Tiene un carácter bastante seguro y no le gusta para nada que un amigo lo corrija, mucho menos un desconocido. En cambio, Fede, es bueno en lo que hace (no significa que Lucas tampoco lo sea) pero él es más despistado en su tarea, aunque cuando se lo propone, puede desarrollar un caso bastante rápido. Mientras Lucas mide 1,82cm, la estatura de Fede es de 1,68cm.
Después de haber hablado de nuestro dos “héroes”, prosigamos con la historia.
Carlos.- Y… eh… bueno… ¿Cómo atrapamos al criminal que ROBÓ MI **** CARRO?
(Fede le da una cachetada para que se relaje).
Fede.- Tranquilo chico, no hay por qué alterarse. Te juro que encontraremos a tu delincuente en menos de lo que canta un gallo.
(Inesperadamente, un señor pasa con gallos y gallinas para la venta dentro de unas jaulas; uno de los gallos cacaraquea).
Fede.- Por favor, ignora lo que te dije.
Carlos.-…ok.
Después de este suceso, los señores policías estuvieron investigando el caso durante días, fueron reuniendo pistas de a poco aunque no eran lo suficiente para descubrir el paradero del criminal. Una vez cansados de tanto esfuerzo, deciden tomarse unas vacaciones al ver que no encontraban nada interesante.
Lucas.- Joder, tanta búsqueda y no encontramos nada que valga la pena…
Fede.- ¿Cómo qué no? Encontré una hamburguesa a medio comer en una zona cerca de las pistas.
Lucas.- Espera, ¿te comiste la hamburguesa?
Fede.- Eh, sí.
Lucas.- Mejor has el favor de callarte…
(Se propaga un silencio incómodo entre los compañeros durante unos minutos. Llega la secretaria a informar que la víctima del robo ha venido a hablar).
Abigail.- Disculpe teniente, el Sr. Carlos vino a hablar con usted sobre lo sucedido hace 2 días.
Lucas.- Dile que estoy en mi descanso.
(Abigail vuelve donde Carlos).
Carlos.- Entonces, ¿Qué dijo?
Abigail.- Dijo que no moleste y que vuelva dentro de un mes.
Carlos.- Pero es urgente.
Abigail.- Y a mí que me cuentas.
Carlos.- ¡Que quiero hablar con él!
Abigail.- Ok ok, tranquilízate. Ya hablaré con él. *Entre dientes dice esto* pero que chillón es este chico.
Por la forma de contestar, ya pueden imaginarse como es el genio de esta joven; la secretaria vuelve con Lucas. Al ver que vuelve, el decide ir a hablar con Carlos para ver cuál es el asunto por el que tanto se impacienta.
Lucas.- Bueno, ¿Qué quieres?
Carlos.- Ahora me acordé de algo, y es que el carro que me llegó a robar ese pillo tenía un chip con ubicación GPS, por lo que…
Lucas.- Un momento, ¿Tiene ubicación GPS y me lo dices en este momento?
Carlos.- Sí, recién me acorde, discúlpeme.
(Lucas se descontrola y grita).
Lucas.- ¡¿Sabes cuánto tiempo estuvimos buscando pistas en lugares que no tienen sentido, para que vengas y nos digas esto?!
Federico escucha la charla; va e intenta tranquilizar a Lucas con un poco de Té.
Fede.- Tranquilo jefecito, tenga una taza de Té verde para que se calme.
(Lucas se toma la taza de té, y se tranquiliza de poco a poco)
Lucas.- Uf, gracias. Sabes bien lo que tranquiliza y es una buena taza de Té caliente. Bueno, ahora sí, ¿dices que el coche robado tiene ubicación GPS?
Carlos.- Sí, podemos ubicarlo con mi celular, tengo un chip instalado por si acaso sucedía algo así.
(Abigail interrumpe).
Abigail.- Bueno, aquí estoy de más. Si quieren, estoy en mi despacho.
Fede.- Ok.
Nuestros policías deciden seguir con el caso, después de haberse tomado unas vacaciones de 10 minutos. Al monitorizar el celular de Carlos, observan que el vehículo robado está aparcado en la cafetería El Cholito, ubicada a 2km del lugar donde estaban; deciden ir al lugar para recuperar el carro y atrapar al delincuente.
Lucas.- Ya tenemos la dirección, apuremos antes de que perdamos la conexión con el sospechoso.
Fede.- Bueno señor, entonces marchemos hacia allá.
Nuestros personajes; Teniente, cabo y Carlos, se montan en el coche policial para llegar al lugar donde se encuentra el delincuente. Debido al denso tráfico que había en la zona en ese momento, tardaron unos 30 minutos en llegar; sorprendentemente, el carro seguía estacionado en frente de la cafetería. El GPS no estaba ubicado en el carro, sino que estaba en el bolsillo del ladrón.
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