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MACBETH: BEBER DEL MAR Y MORIR DE SED


Enviado por   •  2 de Noviembre de 2015  •  Trabajos  •  1.037 Palabras (5 Páginas)  •  188 Visitas

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MACBETH: BEBER DEL MAR Y MORIR DE SED

ISABELA GARCÍA ORTIZ

JUAN CAMILO CASTIBLANCO

LENGUAJE

COLEGIO FRANCISCANO AGUSTÍN GEMELLI

ENSAYO SOBRE PLAN LECTOR

MANIZALES, COLOMBIA

25 MARZO, 2015

MACBETH: BEBER DEL MAR Y MORIR DE SED

Pregunta problemática:

¿Fue Macbeth víctima de las circunstancias o de sus pasiones y deseos insaciables?

                                        “Yo soy yo y mis circunstancia”

                                                José Ortega y Gasset.

Tésis.

Podría verse Macbeth salvado al justificar que fue víctima de aquellas circunstancias que lo rodearon en aquel momento: la avidez de Lady Macbeth quien quería adelantar los hechos y convertir a su esposo en rey quitándole la vida a Duncan, la predicción de las brujas quienes pudieron afectar su moral para no permitir que se cumpliera su destino, la presión de aquellos como Banquo quien iniciaría un linaje de reyes; o por el contrario, ya tenía una larva de corrupción y ambición que fue germinada por las circunstancias y encontró la manera de desarrollar lo que en su espíritu ya existía, en un campo abonado que se lo posibilitó. “esta incitación sobrenatural no puede ser mala, no puede ser buena… La idea del crimen que no es sino quimera, a tal punto sacude mi entera humanidad que la acción se ahoga en conjeturas y sólo es lo que no es”[1]  Este debate en el que se encontraba cuando las brujas le advirtieron lo que pasaría, demuestra que su espíritu tenía sed de triunfar, pero tenía miedo.

Argumentos

   A favor:

  1. “Tú quieres ser grande y no te falta ambición, pero sí la maldad que debe acompañarla. Quieres la gloria, mas por la virtud; no quieres jugar sucio, pero si ganar mal”[2]  Estas palabras que pronunció Lady Macbeth muestran holísticamente la bifurcación de su personalidad, la cual por un lado quería el trono a costa de la muerte de Duncan y por otro quería hacerlo de una manera correcta, lo cual es una contradicción.  Después su conciencia aparece y desea ocultarla avalando su corrupción, pero sabe que no puede hacerlo pues en sí el acto de cometer un asesinato ya es muestra de que ha perdido la bondad que alguna vez tuvo.

  • Macbeth se debate entre dos morales.
  1. Aunque esté desconcertado por dos posturas de su propio ser, su ambición mezquina hace que por ansias de tener una imagen loable ante los demás (como es el caso en donde asesina a toda una familia perdiendo la noción de la benevolencia a costa de mostrar su poder) naturalmente se incline a una posición de engaño y traición. Lady Macbeth, retándolo le dice “¿Te asusta ser el mismo en acción y valentía que el que eres en deseo?”[3] y el responde que se atreverá a todo lo que sea digno de un hombre, infiriendo, Lady sabe que es un hombre que desea cometer el acto y Macbeth se atreve a cometer actos de barbarie si eso lo hace más digno de virilidad. “Estoy resuelto y para el acto terrible he tensado todas las potencias de mi ser”[4] dice Macbeth con seguridad y decisión de ocultar toda muestra de bondad que tenga.
  • Decide actuar bajo la moral distraída de la ambición que no puede ser otra, sino desmedida.

    En contra:

  1. Macbeth, a pesar de sus acciones tiene conciencia de que perdió sus fundamentos y se reprocha así mismo el haberse corrompido por aquella apetencia insaciable de poder “¿Puede ocurrir algo así y pasar sobre nosotros como nube de verano sin que nos deje suspensos? Me volvéis un extraño a mi propia condición cuando veo que contempláis tales visiones sin que el rojo os abandone las mejillas, cuando a las mías las blanquea el miedo”[5] en su recriminación ya no cabe el arrepentimiento, ya no importa su conciencia, él ha decido dejarla a un lado y poder incurrir en actos atroces, pierde su privilegio de ser dos, de tener un ente moralizante.

  • No obstante de su otra personalidad -que es su conciencia- ya no sirve de nada lamentarse ni tener conocimiento de que su causa no es buena, termina siendo uno solo, sin escrúpulos ni reparos.

Conclusiones

  1. Cervantes afirmó: “Pocas o ninguna vez se cumple con la ambición que no sea con daño de tercero” [6] Macbeth cumplió con su deseo de ser rey, a costa de su felicidad y la felicidad de otros. ¿Fue realmente feliz al perder a su esposa, amigos, credibilildad, envestidura, incluso su vida? Perdió lo que le generaba bienestar y por ende felicidad, por anteponer su satisfacción que nunca podría saciar. Desde un principio entró en conflicto consigo mismo y eso le quitó la paz.

  1. Todos tenemos una personalidad “doble” por decirlo así, todos tenemos un lado consiente y razonable, y otro emocional que sigue sus intereses, todos tenemos un lado egoísta que hace que prevalezcan nuestras prioridades por encima hasta del bienestar de los demás. Macbeth se dejó dominar por su lado egocentrista, dejando a un lado esa parte sensata que, tal vez, alguna vez tuvo para honrar a su rey que depositó toda su confianza en sus virtudes.
  1. Aunque a veces podemos ser víctimas de nuestras circunstancias, de las situaciones que nos rodean y nos obligan a tomar decisiones que no queremos y a ir en contra de nuestros principios, Macbeth pudo elegir entre el bien y el mal, si bien podemos estar tan acorralados hasta el punto de la no-elección, él nunca perdió su libertad y no satisfecho con lograr su objetivo decidió cohibir también la libertad de otros.

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