Manual De Carreño Resumen

DEBERES MORALES DEL HOMBRE

I Capitulo

Deberes para con Dios

Para nosotros los seres humanos Dios es sinónimo de grandeza y perfección, y a él le debemos todas las cosas que hoy día tenemos por eso merece toda nuestra gratitud, adoración y obediencia. Las plegarias que se le hacen deben tener un reconocimiento por su bondad, amor, misericordia y también el convencimiento de que él es la fuente del bien y nosotros sus hijos agradecidos por los infinitos bienes y comodidades que él creó en la tierra para nosotros. Es importante que en el acto que se realiza al levantarnos y antes de acostarnos le demos gracias por todo y le pidamos por nuestra familia, por la patria, por los amigos, por losenemigos, por los enfermos y por todos aquellos que necesitan de su ayuda.

Nunca debemos olvidar dar gracias a Dios por los alimentos que nos provee día a día, por las cosas malas que pensamos que son en el momento pero que esa es su voluntad y hay que aceptarla porque más adelante nos daremos cuenta que eso sucedido fue una obra buena que él hizo con nosotros y a las personas de quien recibimos un servicio por muy pequeño que sea.

Los deberes para con Dios nos conducen por el buen camino y son la representación de todas las obras que podamos hacer con las personas que lo necesitan así estaremos respondiendo a su llamado y manifestándole nuestro amor, nuestra gratitud y nuestra adoración que al mismo tiempo satisfagan nuestro corazón.

Reflexión: ¿Cuál es la ley humana, cual el principio, cual la regla que encamine a los hombres al bien y los aparte del mal, que no tenga su origen en los mandamientos de Dios en esa ley de las leyes, tan sublime y completa cuanto sencilla y breve?

II Capitulo

Deberes para con la sociedad

Después de estar agradecidos por la vida con Dios vienen nuestros padres, aquellas personas que él eligió y nos regalo para que nos dieran todo su amor. El hecho de traernos a este mundo y sobrellevar todas las incomodidades que se presentan a lo largo de la vida es el acto más sublime, elevado y desinteresado que no tiene semejanza, es un acto de amor y de benevolencia del cual todos estaremos agradecidos. Nuestros primeros años les roban su tranquilidad,su vida social y muchas noches de sueño, durante el periodo de la infancia sus principios morales se reflejaran en nuestra personalidad luego abandonares nuestros hogares para crear nuestro propios, pero su sombra protectora y benéfica nos cubre toda la vida y sus cuidados no se acaban sino con la muerte.

Muchas pueden ser las ocasiones que con actos de generosidad y agradecimiento le demos ayuda a nuestros padres pero esto nunca recompensara todo lo que les debemos y jamás podremos hacer nada que nos descargue de la inmensa deuda de gratitud que para con ellos tenemos.

El cumplimiento de los deberes que nos han impuestos para con nuestros padres las leyes divinas es de amarlos, honrarlos, respetarlos y obedecerlos cuyo sentimiento se comienza a desarrollar desde que tenemos uso de razón.

Reflexión: Honrarás a tu padre y a tu madre.

Nuestra patria, es toda aquella extensión de territorio gobernada por las leyes que rigen el lugar en que hemos nacido, donde formamos con nuestros conciudadanos una gran sociedad de intereses y sentimientos nacionales. Las ciudades, los pueblos, los edificios, los campos cultivados representan a nuestros antepasados y los sufrimientos de una generación que pasó y nos dejó sus hogares, también las personas que actualmente pertenecen al poder público que nos protegen nos amparan de los ataques de otras personas que buscan hacer el mal en nuestro territorio, a todo lo mencionado se le debe un tributo y un respeto por que fueron y son ellos los quemueren en defensa de nosotros, tomando esto como ejemplo de vida se prendera el fuego del heroísmo y de hacernos preferir la salvación de nuestra patria a nuestra propia existencia.

Reflexión: Ninguno ama a su patria porque es grande, sino porque es suya.

Luego de reconocer a Dios como un ser supremo y nosotros como sus hijos estamos aceptando que venimos de un mismo padre y que por tal razón debemos amar a nuestros hermanos a pesar de que todos somos diferentes y que como somos seres mortales tenemos defectos que debemos tolerar.

Por tal razón todos en la tierra tenemos dos grandes deberes para con nuestros semejantes que son: la fraternidad y la beneficencia que conllevan al orden, la paz y la concordia entre los hombres.

Reflexión: Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.

III Capitulo

Deberes para con nosotros mismos

Si somos capaces de amar a Dios y a nuestros semejantes entonces somos capaces de amarnos y saber que cualquier cosa que hagamos en esta vida debe ser para nuestra felicidad y nuestro beneficio por tal razón siempre tomaremos la decisión de alejarnos del mal por aquel que huye de la vida no tendrá perdón y la salvación de su alma, por eso a nosotros nos rigen tres deberes que darán la gloria de Dios y la felicidad de los hombre, que son: El hombre que esta instruido conocerá a Dios, El que cuide de su salud y su existencia vivirá para Dios, El que refrene sus pasiones complacerá a Dios.

Reflexión: Amarse a sí mismo es elcomienzo de una aventura que dura toda la vida.

URBANIDAD Y BUENOS MODALES

I Capitulo

Principios Generales

Los buenos modales son el reflejo de las enseñanzas adquiridas en el hogar y en el colegio, deben ser motivo de preocupación constante y permanente de padres y maestros para transmitirlos a todas las personas en su niñez.

Urbanidad o buenos modales, es el conjunto de acciones que especifican la forma de comportamiento del ser humano. La manera de desenvolverse en todas las situaciones cotidianas indican quien es la persona, su procedencia y su grado de cultura, los buenos modales deben imperar en todas y cada una de las situaciones en que se desarrollan los aconteceres de la vida diaria.

Una persona culta y de buen porte será siempre bien recibida en todos los estratos, tendrá sin duda más oportunidades de éxito que quienes pretenden por la fuerza de sus malos modales imponer sus razones o puntos de vista con chabacanería, insolencia o vulgaridad.

Reflexión:

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