Mortalidad Infantil En Republica Dominicana
yele0812 de Abril de 2014
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Introducción
La tasa de mortalidad infantil es un indicador demográfico que señala el número de defunciones de niños en una población de cada mil nacimientos vivos registrados, durante el primer año de su vida. Aunque la tasa de mortalidad infantil se mide sobre los niños menores de 1 año, también se ha medido algunas veces en niños menores de 5 años. La consideración del primer año de vida para establecer el indicador de la mortalidad infantil se debe a que el primer año de vida es el más crítico en la supervivencia del ser humano: cuando se sobrepasa el primer cumpleaños, las probabilidades de supervivencia aumentan drásticamente. Se trata de un indicador relacionado directamente con los niveles de pobreza y de calidad de la sanidad gratuita (a mayor pobreza o menor calidad sanitaria, mayor índice de mortalidad infantil) y constituye el objeto de uno de los 8 Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas.
Esta medida es importante porque es un reflejo relativamente preciso de la situación de desarrollo económico, político y social de un país. Estas son realizadas a través de censos para controlar las tendencias de largo plazo de la Tasa de Mortalidad Infantil.
En la República Dominicana, como en varios otros países de América Latina, se han realizado Encuestas Demográficas y de Salud, la Dirección General de Epidemiología ha realizado estudios que intentan aproximarse a las tendencias más recientes a partir de los Registros de Mortalidad y de la Notificación Obligatoria.
Los países con menor mortalidad infantil del mundo (2003) son Noruega e Islandia, con 3% para los niños menores de 1 año y 4 para los niños menores de 5 años, respectivamente. En América Latina, Cuba posee la tasa más baja del orden del 4,5% (2010), siendo importante mencionar a Chile que posee una tasa de 7,2% en el 2009. Los 20 países con peores tasas de mortalidad infantil pertenecen todos al África, siendo Níger el que registra la peor del mundo con 154% y 262% respectivamente. En América Latina es Haití el país con los peores índices 76% y 118%, y en Asia es Yemen 82% y 113%.
Justificación
En el presente trabajo hemos llegado a establecer que las investigaciones sobre “La mortalidad Infantil” son de gran importancia, ya que mediante este podemos tener control sobre el número de niños fallecidos antes de los cinco años. Esto solo es posible con los que han sido declarados, ya que en muchos casos muchos de estos pequeños no llegan a formar un numero en la estadística de los fallecidos.
Dado que el vínculo entre la mortalidad de niños menores de un año y la situación de desarrollo nacional de un país es tan fuerte, uno de los 8 Objetivos del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas es bajar el promedio mundial de la tasa de mortalidad infantil. La meta oficial de este Objetivo es reducir en dos terceras partes la mortalidad infantil en el mundo de niños menores de cinco años, con una fecha tope que será 2015. La ONU anunció al declarar sus Objetivos del Milenio que “La mortalidad infantil” está estrechamente vinculada a la pobreza.
Desde una instancia más distante, la vida de las personas menores de edad depende del grado de desarrollo del entorno geográfico comunitario en la medida en que este incluye aspectos culturales que, al actuar sobre las creencias y conductas de los adultos, influyen la interactuación con los niños y niñas. El contexto espacial también condiciona la disponibilidad de servicios básicos – salud, educación, saneamiento básico – que tienen un importante peso relativo en el proceso salud-enfermedad-muerte. En este caso, se alude tanto a la salud física como emocional.
En este trabajo se analiza la mortalidad infantil de los menores de cinco años, así como algunos factores asociados a la sobrevivencia de niños y niñas. Se analizan los niveles y tendencias de la mortalidad infantil y las principales causas de muerte durante el primer año de vida.
1.- Mortalidad y salud
El estado de salud influye en la mortalidad y, por tanto, en el crecimiento de la población. En la investigación demográfica se ha descuidado el estudio de la mortalidad infantil debido, a gran parte, al escaso desarrollo de los datos y técnicas empleadas para medirla. Se sabe mucho más acerca de los niveles de mortalidad que de las condiciones de salud y morbilidad. Y eso está asociado a problemas diferentes.
Este concepto no se presta a una definición y medidas precisas, pues la delimitación entre salud y enfermedad en un individuo determinado suele ser incierta. Por el contrario, la muerte es un hecho claramente definido, y los gobiernos han adoptado disposiciones jurídicas para registrar tales sucesos.
Por otra parte, con excepción de las de notificación obligatoria, no existe un procedimiento establecido para informar sobre las enfermedades. Generalmente, solo se da cuenta de los episodios mordidos cuando obligan al ingreso a un centro asistencial, o por lo menos a una consulta médica.
Desde la perspectiva de la tendencia histórica, la Tasa de Mortalidad Infantil en República Dominicana había descendido progresivamente. Para el período 1960-65, fue estimada en 117.5, para 1990-95 en 42.0, y para 1995-2000 en 33.6 por mil Nacidos Vivos. Pero actualmente se ha estancado encontrándose La tasa de mortalidad infantil en República Dominicana en 29 por cada mil niños nacidos vivos de acuerdo a estimaciones realizadas al 2008.
La tasa de mortalidad infantil en República Dominicana es de 28 a 32 por cada mil niños nacidos vivos de acuerdo a estimaciones realizadas al 2008, los datos significan un estancamiento.
A pesar de todo esto, todavía en estos tiempos persiste el problema de la deficiencia en la calidad de los servicios que reciben las parturientas. Muchas sufren hipertensión o infecciones. Todavía no se ha logrado bajar las tasas de mortalidad infantil, a pesar de que el 98% de los partos ocurren en clínicas y hospitales, de acuerdo con el informe del Estado de la Población Mundial de Población del año 2011.
El objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) plantea: “reducir en dos terceras partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad de los niños menores de 5 años” (Naciones Unidas, 2008). Se presenta una tasa de mortalidad en la niñez de 36 por cada mil nacidos vivos, muy por encima del promedio de la región latinoamericana y de la meta planteada para el año 2015. Esta tasa presenta niveles un poco más altos en los niños que en las niñas (40 y 34 por mil, respectivamente), manifestándose esta situación en todos los componentes de la mortalidad en la niñez, excepto en el componente post-neonatal.
La mortalidad en los menores de cinco años, en su conjunto, experimento variaciones similares alas exhibidas por la infantil y sus dos componentes. El riesgo de morir antes del quinto cumpleaños era de 88 por mil durante el quinquenio 1981-1986, disminuyendo a 60 por mil en 1986-1991. Entre 1991 y 1996, esta probabilidad conservaba niveles similares a los prevalecientes durante el quinquenio precedentes (57 por mil). No obstante, para el quinquenio siguiente ya se había reducido a 38 por mil nacidos vivos, manteniéndose en ese orden de magnitud durante los años siguientes.
De acuerdo con proyecciones del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, el país no conseguirá lograr la meta para el 2015 de continuar el ritmo de descenso desacelerado que muestra esta tasa a partir del periodo 1997- 2002. Se estima que para 2015 apenas alcanzaría a bajar hasta 24.2 por mil, a pesar del marcado descenso que ha tenido este indicador a partir de la segunda mitad de la década de 1980.
Algunos estudios aseguran que este fenómeno es normal, pues, al descender la mortalidad infantil, existe una tendencia a que los riesgos se concentren durante el primer mes de vida cuando las defunciones suelen deberse a factores congénitos como pueden ser: bajo peso al nacer, malformaciones congénitas y otras enfermedades relacionadas con las condiciones del embarazo y el parto, lo que implica mayor dificultad en términos de intervención porque requiere de mayores recursos económicos y tecnológicos, así como de personal de salud más especializado.
1.- Niveles y tendencias de la mortalidad infantil en menores de cinco años
Conforme a los resultados de las últimas seis encuestas demográficas levantadas en el país, La mortalidad infantil correspondiente al quinquenio anterior a la investigación disminuyo desde un valor de 68 por mil nacidos vivos según la DHS-86 a 31 por mil en 2002 según ENDESA-2002, y a 30 por mil de acuerdo a la ENHOGAR-2006. Este último valor es ratificado por la ENDESA-2007, de donde se deriva un riesgo de muerta para los menores de un año del orden de 32 por mil.
Según estas cifras el riesgo de morir antes de cumplir el primer año de vida se redujo en cerca de 55% durante los tres lustros que mediaron entre la realización de la DHS-86 y la ENDESA-2002. Sin embargo también se constata que una vez entrado el siglo XXI se produce un estancamiento en el descenso de la mortalidad durante el primer año de vida.
El cese del descenso de la mortalidad al inicio de la vida sugiere el agotamiento, o al menos una pausa, del modelo seguido para elevar las condiciones de sobrevivencia de la población en sentido general y de la infancia en particular.
La búsqueda de una explicación a estas tendencias recientes obliga a re-abordar su especificidad durante su proceso transición. La disminución de la mortalidad en los países industrializados
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