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Padre Rico Padre Pobre

20silvia4 de Noviembre de 2013

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Página 1 de 19

INDICE

Portada………………………………………………………………………………..1

Índice………………………………………………………………………………….2

Objetivo……………………………………………………………………………….3

Introducción………………………………………………………………….……….3

Desarrollo…………………….……………………………………………………….5

Conclusión……………………………………………………………………………21

Referencia…………………………………………………………………………….22

OBJETIVO:

Mi objetivo al leer este libro más que nada es para saber cómo funciona la parte financiera en la vida cotidiana, y para saber cómo poder llegar a ser exitosos y como hacer dinero.

INTRODUCCIÓN:

Durante mucho tiempo los padres han enseñado a sus hijos erróneamente que deben estudiar bastante para obtener buenas calificaciones, lo que asegura un futuro exitoso como empleado en una buena empresa, trabajando todo el tiempo para conseguir dinero que satisfaga sus propias necesidades; esto enseñan los padres a sus hijos y a su vez es lo que a ellos les enseñaron sus padres, pero con la lectura del libro Padre Rico, Padre Pobre se nota que este consejo fue aplicable en tiempos anteriores y que actualmente se puede calificar este pensamiento como obsoleto, ya que dado el caso, unas buenas calificaciones no siempre aseguran un futuro lleno de éxitos. Incluso grandes personalidades que son ricas no siempre fueron estudiantes brillantes.

Los cambios sociales se están dando muy rápido, mientras que los planes de estudio de los países se estancan cada vez más, es decir, la educación que se recibe no es coherente con la realidad social.

Los ricos instruyen a sus hijos de forma diferente a los que no lo son, estos últimos enseñan a estudiar y lograr buenas calificaciones para luego conseguir un buen empleo y con ello recibir buenos salarios, este es un ciclo repetitivo de generación en generación, mientras que los primeros enseñan a sus hijos sobre la importancia de la acumulación de la riqueza y de la inversión de esta para que la misma produzca más cada vez.

En verdad hay que aprender la forma en que el dinero funciona y como realizar inversiones adecuadamente.

Existe un cierto tipo de normas para el manejo de dinero con las cuales actúan los ricos, y también existen estas normas para el resto de las personas y estas se aprenden en la casa y en el colegio.

El autor Robert Kiyosaki cuenta en este libro, como las distintas percepciones sobre el manejo del dinero de dos personajes relevantes de su infancia y adolescencia, le permitieron convertirse en un millonario joven.

Su padre, académico de clase media y el padre de su mejor amigo (padre rico), comerciante y dueño de su propio negocio, instruyen a Robert a temprana edad sobre el manejo del dinero.

DESARROLLO:

Tuve dos padre uno rico y uno pobre, uno era muy inteligente que hasta un doctorado hizo y el otro ni siquiera completo octavo grado. Ambos hombres fueron exitosos en sus carreras, trabajaron toda su vida. Los dos ganaron ingresos pero uno lucho financieramente toda su vida y el otro se convirtió en uno de los hombres más ricos de Hawai. Uno falleció dejando millones de dólares y el otro puras cuentas por pagar. Los dos eran hombres fuertes y le ofrecieron sus consejos pero no coincidían, los dos creían en la educación pero no me recomendaron el mismo tipo de estudios.

El problema fue que, el hombre rico, todavía no era rico, ni tampoco el pobre era pobre aún. Ambos estaban recién empezando sus carreras, y ellos tenían puntos de vista muy diferentes acerca del tema del dinero.

Una de las razones por las cuales los ricos se hacen más ricos, los pobres se hacen más pobres, y la clase media lucha con las deudas, es porque lo que tiene que ver con el dinero se enseña en el hogar, y no en el colegio.

Ser producto de dos padres fuertes le permitió darse el lujo de observar los efectos que dos formas diferentes de pensamiento tenían sobre la vida de uno. Se dio cuenta de que las personas realmente dan forma a sus vidas a través de sus pensamientos.

Por ejemplo, mi papá pobre siempre decía "nunca seré rico". En cambio mi papá rico siempre se refería a sí mismo como rico. Decía cosas como "soy un hombre rico, y los ricos no hacen esto". Aún cuando estaba totalmente quebrado luego de un revés financiero importante, continuaba refiriéndose a sí mismo como hombre rico. Se cubría a sí mismo diciendo: "Hay una diferencia entre ser pobre y estar quebrado. “Quebrado es temporal, y pobre es eterno."

Un día le pregunte a mi papa.

"Papá, ¿puedes decirme cómo hacerme rico?"

Mi padre dejó a un lado el periódico.

"¿Por qué quieres hacerte rico, hijo?"

"Porque hoy la mamá de Jimmy apareció conduciendo su nuevo Cadillac, y ellos se fueron a pasar el fin de semana a su casa en la playa. El invitó a tres amigos, pero Mike y yo no fuimos invitados, nos dijeron que no nos invitaban porque éramos niños pobres."

"¿Ellos dijeron eso Robert?" preguntó mi padre incrédulo.

"Sí, lo dijeron." Contesté con tono herido.

Papá sacudió su cabeza silenciosamente, empujó sus anteojos sobre el puente de su nariz y volvió a leer el periódico.

Me quedé esperando una respuesta.

Mi padre bajó el periódico, al fin. Se diría que estaba pensando.

"Bien, hijo", comenzó lentamente. "Si quieres ser rico, tienes que aprender a hacer dinero."

"¿Y cómo hago dinero?" pregunté.

"Bueno, usa la cabeza hijo", respondió sonriendo. Lo que realmente significaba era "eso es todo lo que voy a decirte", o "no sé la respuesta, no me pongas en aprietos".

A la mañana siguiente, le dije a Mike, mi mejor amigo, lo que había dicho mi padre.

"Entonces, ¿qué haremos para hacer dinero?" preguntó Mitre.

"No lo sé", dije. "Pero ¿quieres ser mi socio?" Y así, en la mañana de ese sábado, Mike se convirtió en mi primer socio comercial. Pasamos toda la mañana generando ideas sobre cómo hacer dinero. Durante algunas de las semanas siguientes, Mike y yo recorrimos el vecindario llamando a las puertas

y preguntando a nuestros vecinos si podrían guardarnos sus tubos de pasta de dientes. La mayoría consintió sonriendo, con la mirada intrigada.

Algunos nos preguntaban qué estábamos haciendo. A lo cual respondíamos, "no podemos decírselo, es un secreto de negocios". Mi madre se molestaba cada vez más a medida que avanzaban las semanas.

El día de echar en marcha el negocio llego, hicimos todo el proceso de producción, y logramos crear monedas de plomo, detrás del portón se encontraba mi padre y su amigo, ellos se soltaron riendo pero finalmente mi padre me dijo que eso que hicimos era falsificación, pero que siguiera así.

El negocio acabó en su día de apertura. Mientras barría el polvo, miré a Mike y dije, "creo que Jimmy y sus amigos tienen razón. Somos pobres." Mi padre se estaba yendo cuando dije eso. "Chicos", dijo, "sólo son pobres si se rinden. Lo más importante es que han hecho algo. Estoy muy orgulloso de ambos. Lo diré otra vez. Sigan adelante. No desistan.”

Mike y yo permanecimos allí en silencio. Esas fueron lindas palabras pero aún no sabíamos qué hacer.

"Y, ¿cómo es que no eres rico papi?" pregunté.

"Porque yo he elegido ser maestro de escuela. Los maestros de escuela realmente no pensamos en ser ricos. Simplemente nos gusta enseñar. Desearía poder ayudarte, pero la verdad es que yo no sé cómo ganar dinero."

Mike y yo nos dimos vuelta y continuamos con nuestra limpieza.

"Ya lo sé", dijo mi padre, "si ustedes quieren saber cómo ser ricos, no me pregunten a mí. Hablen con tu papá, Mike."

"¿Mi papá?" preguntó Mike con gesto sorprendido.

"Sí, tu papá", repitió mi padre sonriendo. "Tu padre y yo tenemos el mismo oficial de cuentas en el banco. Me ha dicho varias veces que tu papá es brillante cuando se trata de ganar dinero."

"¿Mi papá?" preguntó nuevamente Mike, incrédulo. "Y entonces ¿cómo es que no tenemos un buen auto y una linda casa como los niños ricos de la escuela?" "Un buen auto y una linda casa no significan necesariamente que uno sea rico o que sepa cómo hacer dinero", replicó papá.

Tu padre es diferente Mike. Parece que él está levantando un imperio, y sospecho que en unos años será un hombre muy rico.

Con eso, Mike y yo nos entusiasmamos otra vez.

Un día nos reunimos con el papa de Mike para que nos enseñara a hacer dinero, nos dijo que nos tenía una oferta que si la tomábamos o no, yo le pregunte qué de que se trataba y solo nos repitió que si la tomaríamos o la dejaríamos.

Nos dijo si ustedes no pueden tomar una decisión con firmeza, entonces, de todas maneras, nunca aprenderán a ganar dinero.

Pasábamos tres horas tomando alimentos enlatados de los estantes y, con un plumero, cepillábamos cada lata para

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