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Piedra De Mar


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2013  •  1.991 Palabras (8 Páginas)  •  358 Visitas

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En el claro del patio Juan Francisco el brujo, Amaro y Feliciano hablaban. Después de un rato, desde los pasillos, se oyeron carreras y voces. Luego se define una risa y gritos, estos eran provenientes de Candelaria, Rosa y Peregrina, las cuales llevaron un susto en el pozo, decían que oyeron un suspiro, que no provenía de ninguna de ellas, al momento empezó una música de arpas y violines. Luego de contarlo, Juan Francisco el brujo sentencia que eso fue el encanto. A partir de esta sentencia se crea una discusión del encanto, la cual pasa a ser de brujas, espectros y demás. Luego de un rato llega José Jesús con Pedrito y a partir de allí luego de saludos y conversas todos se fueron yendo hasta quedar solo José Jesús y Juan Francisco el brujo (compadres) los cuales luego de un minuto se fueron caminando por el pasillo, pero en eso un hombre va saliendo del cafetal y se detiene a orillas de este y cuando los ve, se adentra de nuevo al cafetal.

Pág.13-21

Capítulo II

En este capítulo se presenta un solo personaje humano, Amaro el cual se despierta en su yunta, por el esplendor del claro de la luna, en ese momento es de noche todavía y faltaba mucho para amanecer, luego se dirigió al barbecho donde había dejado la tarde anterior sus bueyes. Al a cercarse al lugar solo diviso un bulto que era Romero, el buey sardo. Camino buscando en todas direcciones, el otro buey, Galán (el buey lebruno). El buey Galán, se había escapado como infinitas veces en busca de su antiguo compañero. Amaro cuando lo consigue al lado del otro buey se da cuenta de que destrozó las flores, cuando se acercaba a él, se le corría el buey, al cual llego agarrar la cuerda que le colgaba y lo llevo de vuelta, pero antes de uncir sus bueyes para emprender el trabajo, volvió a la yunta para su desayuno, y en eso, se dio cuenta de guamo que había florecido en ese tiempo.

Pág.21-25

Capítulo III

No lejos del pozo del encanto, Amaro y Pedrito iban y venían por la misma besana con sus yuntas Amaro estaba pendiente de Peregrina, la cual se hallaba atareada en sus labores. Mientras, Peregrina se encontraba pensativa por la llegada de Bruno. Estaba dispuesta a llegar a un acuerdo con el debido a sus ideas y venidas y todo esto sin tener que perjudicar a los demás. Su paradero no era fijo debido a sus huidas evitando las patrullas.

Capítulo IV

Bruno y peregrina estudiaban juntos, motivo por el cual las chiquilladas eran compartidas. Recorrían callejones, riachuelos y se marchaban urgidos por la llovizna o la niebla en la frescura del amanecer, rumbo a su escuela. La experiencia de Úrsula hacia intuir la llegada de Bruno al hogar. A tanto llego su reputación de malo y travieso que cualquier travesura era atribuida a él aunque no fuera. Su entretenimiento favorito el de perseguir y cazar luciérnagas y cocuyos, para luego sujetarlos a las cintas del sombrero de Peregrina, aunque no de buen gusto, disfrutaban y escandalizaban con sus risas y chillidos, candor que iluminaba las noches.

Capítulo V

Con el pasar de los días la familiaridad se fue reanudando de tal manera que Bruno se aventuro a asistir a las fugaces veladas del repartimiento. Con la muerte de Úrsula esto se hizo más cotidiano. Junto a peregrina los recuerdos infantiles afloraron y a la vez fue notable para Bruno notar en no tan buenas cualidades que eran tributo ahora de Peregrina. En el corazón de Bruno ya empezaban a sentirse los pálpitos acelerados que perturban y hacen de él un sufrimiento y desaparece por un tiempo para luego retornar y enfrentar su realidad. Enfermo y loco declara su ferviente amor pero con la gran satisfacción de ser correspondido.

Capítulo VI

Después de la declaración de Bruno y el inicio de este romance las noches en el campo comenzaron hacer algo escalofriantes, llenas de fantasmas y otras apariciones. Fue a Garzón a quien el susto casi mato al ver alzarse la imagen de la muerte que lo miraba, con sus huecos ojos. Al mayor de los blancos, Ramón fue sorprendido por una especie de gigante negro que fumaba una pipa y se acrecentaba, fumando y sonriendo así como la suave y dulce melodía de arpas y violines que rompía a sonar en el fondo del pozo. El viejo gañan, Juan Francisco, el brujo buscaba un conjuro eficaz contra el encanto del pozo, mientras se disputaba la valentía Garzón, entre tanto se fueron añadiendo hipótesis sobre los nuevos acontecimientos que podrían ocurrir, cosa que fue cierta como el rapto de las gallinas por los rabopelados. El tema del robo de las gallinas fue atribuido a Higinio, que en la oscuridad se hacía como una noche dentro de una noche. Se atribuyeron nuevos rumores sobre fantasmas a modo de primavera y de ilusión para las almas abatidas por la tristeza y la penuria en caseríos y pueblos debido a los acontecimientos ocurridos por José Félix ribas y el libertador. Entre tanto los buscadores de tesoros convinieron en encontrarse, puntuales y cautelosos una noche al pie del matapalo y en plena faena, musiu Pedro observo de una horqueta de árbol, como surgió y se elevo una blanca figura fantasmal corriendo despavoridos, dejando la noche llena de incertidumbres al no saber los campesinos el motivo de los aull

Capítulo VII

Capítulo VIII

Las ovejas y las Rosas

Égloga de verano

Música barbará

Tiempo

En la novela Peregrina o el Pozo Encantado presentan un tiempo lineal (es el tiempo en donde las acciones se presentan de manera secuencial) en donde podemos verlo con el siguiente ejemplo:

Ya algo entrado el día, hacia arriba y no lejos del pozo del encanto, en los barbechos ribereños, Amaro y Pedrito iban y venían por la misma besana con sus yuntas. Como a la venida marchaba delante, Amaro a la vuelta quedaba detrás, y entonces, a hurto del compañero, no dejaba de ver hacia aquella parte del cequión en donde se hallaba lavando Peregrina.

Pág.25#

Formas expresivas

Narración;

Mientras los hombres platicaban de brujas, las muchachas disimulan su desazón lanzando risitas ahogadas, pellizcándose entre sí y apretándose una

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