Reflexión Vicios Y Virtudes

Índice

Objetivo ………………. 4

Introducción ………………. 3

Introspección personal ………………. 5

Reflexión personal ………………. 7

Historia de Vida personal ………………. 9

Conclusión ………………. 11

Referencias bibliográficas ……………….. 12

Introducción

Como parte de la vida social, el ser humano muestra un sin numero de actos y actitudes ante el desarrollo de su vida misma. El convivir con nuestros semejantes plantea mantener una conducta adecuada para tener una sana convivencia, en equilibrio, ya que esto influye en nuestra calidad de vida.

Es por demás importante que las personas tengamos “lineamientos” que nos conduzcan a esa sana convivencia.

En el presente documento me permito hacer, en primera instancia, una introspección personal que evoca y provoca la lectura del libro Vicios y Virtudes. El impacto emotivo que genera en mi personal lo plasmo en las siguientes líneas que en segunda instancia me permite hacer una reflexión tomando consciencia de la importancia de la forma en que debemos conducirnos por la vida, mi comportamiento hacia los demás y hacia mi mismo.

Finalmente exteriorizo solo una parte de mi historia de vida que conlleva per si, la decisión de exteriorizar y por ende sanar ciertas experiencias vividas.

Objetivo

Analizar, estructurar y exteriorizar mi introspección personal y reflexión de vida, así como una parte de mi Historia de Vida, a partir de la lectura y comprensión del libro Vicios y Virtudes.

Desarrollo

1. Introspección de Vida.

La primera parte del libro presenta un recorrido por los vicios

o defectos más comunes. Vernos «retratados» en uno o

varios de esos vicios nos ayudará a conocernos mejor. La segunda

parte es una invitación a aceptarnos como somos, con

serenidad y confi anza. En la tercera parte repasaremos las virtudes

opuestas a cada uno de los vicios con la intención de abrir

y orientar nuestro apetito moral hacia la superación. Como

colofón del libro, los últimos capítulos presentan una metodología

para elaborar un programa de vida, así como una guía

—la «decena vital»— para hacer de las actividades ordinarias

un clima favorable a la virtud..

1. Diseñados para amar. La paradoja de la felicidad .......... 15

la aspiración más grande, profunda y arraigada del ser humano,

como se desprende de su diseño, es dar y recibir amor. El amor es la única fuente de felicidad para toda persona.

La felicidad no está fuera de nosotros. No está en la fama, ni en las posesiones, ni en el desenfreno, ni siquiera en determinados

logros personales.

2. Egoísmo. Viviendo con el enemigo ................................... 19

egoísmo sería yoísmo: un afán desmedido de defender, proteger, magnifi car, complacer, mimar el propio yo, normalmente a costa de los demás. Dicho de otro

modo, es el amor desordenado de uno mismo.

sólo podemos amarnos en la medida en que nos descubrimos capaces de amar

a los demás. el egoísmo es el «tronco común» de todos los vicios. Un vicio es un hábito malo: un comportamiento instalado en nuestro ser que hace daño al que lo lleva y lastima a los demás. El egoísmo puede llegar a ser nuestro mejor sparring.

3. Sensualidad y soberbia. El desequilibrio original .......... 23

Cuerpo y alma quedaron no sólo desarticulados sino también heridos por el egoísmo. El cuerpo se enfermó de sensualidad; y el alma, de soberbia.

En sí mismas, las pasiones no son buenas ni malas. Depende del signo y del cauce que se les dé.

4. Pereza. Una vida a medias .................................................. 29

La pereza es un gusano que horada la vida. Es el primer vástago de la sensualidad. El diccionario la define como desidia, tedio o negligencia en las cosas que uno está obligado a hacer. El perezoso es, casi por defi nición, una persona anti-servicio. Él no vino al mundo a servir, sino a ser servido.

Casi siempre, donde vive un perezoso, vive un cónyuge frustrado.

5. Intemperancia. Todo sin medida ...................................... 33

El verdadero cliente potencial es el animal que llevamos dentro.

más que poseer un cuerpo, somos corpóreos; más que instintos, tenemos tendencias; y más que física, nuestra sensibilidad es, en cierto modo, espiritual.

Las consecuencias de la intemperancia son bien conocidas y, en algunos casos, desastrosas. Cuanto más se deja arrastrar el hombre por sus apetitos sensitivos, más se ofusca su inteligencia y se debilita su voluntad.

6. Lujuria. Esclavo del eros .....................................................

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