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Reproduccion En Plantas Con Y Sin Flores


Enviado por   •  30 de Agosto de 2014  •  2.131 Palabras (9 Páginas)  •  310 Visitas

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No siempre existe unión de gametos en la reproducción sexual, aunque es el mecanismo de reproducción más habitual. La fecundación es la unión de un espermatozoide y un óvulo. La célula formada tras la fecundación sufrirá un proceso denominado embriogénesis, que consiste en la formación del embrión.

Dependiendo del lugar donde se realice, puede ser externa o interna.

En la fecundación externa los espermatozoides y los óvulos se juntan en el exterior del animal. Los espermatozoides son células muy sensibles al medio que les rodea. Deben estar en un medio con gran cantidad de agua para poder desplazarse hasta el óvulo, por lo que este tipo de fecundación debe realizarse en agua o en un medio muy húmedo, como en el caso de las lombrices de tierra.

La fecundación interna es la que se produce en el interior del animal, que será la hembra en especies con sexo separado. Para ello, los espermatozoides deben entrar en el oviducto. La forma de hacerlo puede ser mediante un órgano copulador, como el pene, por estrecho contacto entre oviducto y espermiducto, como la cópula en aves, o por la producción de espermatóforos que se introducen en el oviducto.

La fecundación origina la célula huevo o zigoto. Mediante un complejo proceso de divisiones mitóticas, llamado desarrollo embrionario o embriogénesis, se formará el nuevo descendiente.

La embriogénesis es la formación del embrión, a partir del cigoto formado en la fecundación. El proceso se divide en las siguientes fases:

El óvulo es el gameto femenino (célula sexual femenina). Es una célula haploide (n) producida por el ovario, portadora del material genético y capaz de ser fecundada por un espermatozoide, formándose a posteriori un cigoto capaz de desarrollar un nuevo organismo.

Son células grandes, esféricas e inmóviles. Desde la pubertad, cada 28 días aproximadamente, madura un óvulo en uno de los ovarios y pasa a una de las trompas de Falopio.

Una vez el óvulo ha alcanzado su madurez desciende por la trompa de Falopio, donde en el caso de encontrarse con un espermatozoide se puede producir la fecundación. Si esto sucede, el embrión se implanta en la mucosa uterina y se inicia su proceso de desarrollo por un periodo aproximado de 40 semanas que culmina con el nacimiento de un nuevo ser.

Los óvulos son las células más voluminosas del cuerpo humano, formadas por meiosis en los ovarios, en un proceso llamado ovogénesis, que se manifiesta también a través del proceso periódico de la ovulación. La primera de las dos divisiones meióticas, la que reduce el número de cromosomas, se inicia durante el desarrollo embrionario y queda interrumpida durante la profase. Se reanuda a partir de la pubertad, cuando en cada ciclo madura un folículo y el ovocito que envuelve, completándose la primera división, que produce un ovocito secundario, y arrancando la segunda. La segunda división meiótica queda a su vez interrumpida, y no se completa hasta que no ocurre la fecundación, si es que ésta llega a producirse.

Estructura del óvulo

El óvulo humano está formado por una membrana protoplasmática o vitelina, protoplasma o vitelo, y núcleo o vesícula germinativa.

Núcleo: contiene el genoma materno. El núcleo recibe el nombre de vesícula germinativa. El nucléolo aparece más oscuro, por lo que se denomina mancha germinativa. Generalmente el núcleo, junto al plasma activo, se desplaza hacia un extremo del óvulo dando lugar al polo animal, que será el que origine al embrión. El deuteroplasma tiende a ocupar la región opuesta al núcleo, dando lugar al polo vegetativo.

Los óvulos están protegidos por una serie de envolturas: una envoltura primaria o membrana vitelina (membrana plasmática de la célula), que está rodeada por una membrana secundaria, constituida por células foliculares, en la que se distinguen dos capas: zona pelúcida y corona radiada.

3. La reproducción sexual

La reproducción sexual en plantas

La reproducción sexual en las plantas se caracteriza porque la mayoría de los vegetales producen tanto gametos como esporas, en ciclos de vida complejos, formando a veces dos organismos claramente diferentes que viven por separado.

En general, los gametos se fusionan en la fecundación y dan origen a un organismo diploide, el esporofito, llamado así porque forma directamente esporas. Cuando una espora se desarrolla, da origen a un organismo haploide, el gametofito, denominado así porque forma nuevos gametos.

Una especie dioica es aquella en la que hay individuos machos e individuos hembras.1 El término se usa especialmente en las plantas, mientras que para las especies animales se prefiere «unisexual». Las especies dioicas son opuestas a las hermafroditas, o más correctamente en las plantas, las monoicas, cuyos individuos poseen tanto los órganos reproductivos masculinos como los femeninos. Es por esto que la reproducción dioica es biparental: necesita siempre de dos progenitores.

En las plantas, esta característica aparece en especies antiguas, como el gingko (Ginkgo biloba), la cica (Cycas revoluta) y el kiwi (Actinidia deliciosa), pero también en algunas más recientes, como el alfóncigo (Pistacia vera). En los animales, parece que se da el fenómeno inverso, ya que los grupos de mayor complejidad, como los artrópodos, entre los protóstomos, y los vertebrados, entre los deuteróstomos, son unisexuales prácticamente en su totalidad.

Criptógama

Polystichum setiferum, helecho.

En Botánica sistemática se llama criptógamas (Cryptogamae en latín) a todos los vegetales (es decir, organismos sin movilidad) que no contienen semillas.

También son llamadas esporafitas y De Jussieu las llamó acotiledóneas.

Grimmia pulvinata, musgo.

El nombre latino, Cryptogamae, deriva de las raíces griegas κρυπτός (kryptos) y γάμος (gamos), que significan respectivamente, 'escondido' y 'unión sexual'. Este nombre era usado desde Linneo para referirse a las plantas sin flores y por extensión aquellas cuyos aparatos de reproducción no eran visibles a simple vista, cuya mayor diferencia de las fanerógamas (Spermatophyta) es que éstas se propagan por semillas, habiéndose observado solo la propagación por esporas. En las semillas intervienen

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