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Reseña del libro Abel Sánchez de Miguel de Unamuno


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2015  •  Reseñas  •  1.881 Palabras (8 Páginas)  •  150 Visitas

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Reseña del libro Abel Sánchez de Miguel de Unamuno

Miguel de Unamuno, nació el 29 de septiembre de 1864 en Bilbao, España y murió el 31 de diciembre de 1936, en Salamanca, España. Fue filósofo y escritor español. Estudió cátedra de griego en la Universidad de Salamanca, en la que desde 1901 fue rector. En 1924, debido a su oposición al dictador Primo de Rivera, fue desterrado a Fuerteventura, por su dura oposición a la dictadura de Primo de Rivera y terminó huyendo a Francia, donde permaneció en París y Hendaya, y fue en Francia donde cultivo la poesía civil y aumento su popularidad. La República lo devolvió, en 1931 a España donde vivió hasta 1936, año en el que muere.

Miguel de Unamuno, perteneció al grupo de escritores españoles de finales del siglo XIX llamado “La generación del 98”, que se caracterizan por haber incorporado a sus obras una reflexión sobre la esencia española, basándose en su tradición histórica y cultural. Las obras de Miguel de Unamuno son extensas y plurales; en ellas cultivó el ensayo político y el aforismo, la crítica literaria y de arte, la novela y el relato breve, la filosofía, la poesía y el teatro. Su obra “Abel Sánchez”, es una novela en la que hace un original tratamiento del odio y la envidia, ambos, temas clave en “La generación del 98”.

En esta obra, el tema de la envidia y odio son el argumento a desarrollar. Los temas son muy claros, se ven en el enfrentamiento que existe entre Joaquín y Abel. Y a lo largo de toda la obra se ve como Abel posiblemente sin merecerlo, le pasan muchas cosas buenas, mientras que a Joaquín por más que se esfuerza en conseguirlas, tiene muy mala suerte y nunca obtiene lo deseado. Se puede ver claramente como Joaquín se empeña en comparase siempre con Abel, mientras que este último, simplemente intenta llevar una vida lo mejor posible. En Abel Sánchez, Miguel de Unamuno reitera lo absurdo de la vida y lo mal repartida que está la suerte; mientras que unos son populares por naturaleza y caen bien a todo el mundo, otros parece que están predestinados a tener mala suerte y es imposible revelarse al destino de cada uno. El autor también toca un poco aspectos relacionados con la religión, porque cuando Joaquín intenta mediante la religión, reprimir su odio y solventar sus problemas hacia Abel, y aun así no lo consigue. El autor también intenta mostrarnos dos situaciones que ocurren demasiado en España, aunque para ver esto hay que fijarse más. No enseña como todos los españoles están divididos en dos bandos; los que han nacido con suerte y ya tienen la vida resuelta en este caso Abel, que podría decirse que es un burgués; y los que tiene que esforzase para salir adelante, como Joaquín que sería como un proletariado.

Abel Sánchez, es la historia de dos hombres que se conocían desde que tenían uso de razón y siempre fueron los mejores amigos. El protagonista es Joaquín Monegro, el cual toda su vida estuvo viviendo bajo la sombra de su amigo Abel Sánchez, porque Abel era el tipo más agradable de todos en el colegio, el carisma y aquella fama natural que poseía eran suficientes para ser considerado como el chico más querido por todos. Por otro lado se encuentra Joaquín, un chico serio y se le reconocía por la gran inteligencia y el alto rendimiento escolar que poseía, sin embargo, carecía de amigos y popularidad como su amigo Abel, para remediar esto intentaba ser más como Abel, pero le salió mal, porque seguía en la misma situación e incluso llegó a aislarlo aún más de lo que ya estaba, cosa que Joaquín sufrió durante todo el periodo de sus estudios, siempre opacado por su amigo y envidiándolo.

Cambiando de tema, Joaquín estaba enamorado profundamente de Helena, su prima, la cual era una chica vanidosa y materialista que no le hacía ni el menor caso, por el hecho de ser así y de que eran primos, familia. Joaquín decidió contarle de esto a su gran amigo Abel, el cual para conseguir que ella se enamorara de su amigo, se ofreció en ir a conocerla para hacer un retrato, Joaquín aceptó aunque dudoso. Desde el día en que empezaron las sesiones para el retrato, Helena y Abel empezaron a conocerse, y terminaron enamorados y siendo novios, cosa que en un principio Abel se encargó de mantenerlo en secreto a su amigo. Pero como se sabe: todas las mentiras con el tiempo salen a la luz, por lo que Joaquín no tardó en saber que su gran amada y su mejor amigo llevaban tiempo con una relación de noviazgo, lo cual no pudo soportar y terminó tomando esto como una infamia, un arrebato de lo que le pertenecía. Pero decidió tragarse su coraje e hipócritamente le decía a Abel que no se preocupara, que se resignaría.

Pasó el tiempo y cuando los dos terminaron la universidad, Joaquín se recibió de médico, mientras que Abel de pintor. Seguían siendo buenos amigos y aquella gran e inmensa relación no dejó de estar presente. Sin embargo, aquella envidia que Joaquín sentía desde niño por su casi hermano Abel, continuaba. Mientras veía cómo triunfaba Abel con sus excelentes pinturas, se retorcía como un gusano en el anzuelo por ver la fama y la gloria que estaba obteniendo como novato. Él, por otro lado, era un maestro en la medicina, pero aún no conseguía la suficiente clientela como para hacerle ver a la comunidad su gran talento.

Por consiguiente, Abel y Helena después de algún tiempo de noviazgo,

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