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Resumen Caballero De La Armadura Oxidada


Enviado por   •  7 de Abril de 2013  •  3.090 Palabras (13 Páginas)  •  597 Visitas

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Comentario

Me pareció un buen libro, ya que esta interesante y claro habla del Cid un personaje sumamente importante para la literatura y así.

En algunas partes se me hizo aburrido ya que usaban un lenguaje extraño y a la vez antiguo…

No se había partes en las que no entendía muy bien, pero en si sí me gusto y me gustaría volverlo a leer para entenderlo mejor, ya que estuve algo apresurada y no me dio tiempo de comprenderlo del todo bien. Pero lo que entendí me pareció muy bueno y la verdad vale la pena leerlo.

Aparte tiene algo de misterio y amor a la misma vez y eso me pareció súper padre.

¿Qué si lo volveria a leer? Claro y ahora si con calma, ya que es un libro que creo todos debemos leer algunas vez, es muy importante para la historia y para la formación y las bases de la literatura.

Prologo

Rodrigo Díaz es enviado al reino de Granada a cobrar tributos a los reinos vecinos de la cuidad de Castilla y sometidos a esta. Cuando regresa se le es acusado de haber robado parte de esta recaudación, entonces, el Rey Alfonso VI lo destierra y le da un plazo para que abandone Castilla. El Cid emprende un viaje hacia Burgos acompañado de Alvar Fañez. La gente de ese pueblo no se atreve a darles hospitalidad al Cid, pues tenían miedo de caer en la ira del rey Alfonso.

En Burgos se le une Martin Antolínez, el cual le proporciona el dinero que necesita mediante una treta para tramar algo hacia los judíos “Raquel y Vidas”, a los que le entrega una arca llena de arena haciéndoles creer que no contienen oro ni piedras. Se dirige el Cid al monasterio de San Pedro Cardeña, donde están su mujer y sus hijas, se despide rápidamente pues el plazo del destierro se acerca.

El Cid emprende sus conquistas por las tierras de Moros para recobrar el honor perdido. Va ganando tierras importantes como Castejón y Alcocer. Después de hacer tributaria toda la región desde Zaragoza a Teruel, llegando hasta Morella, donde lucha contra al conde de Barcelona al que lo hace su prisionero.

En el enfrentamientocontra el conde de Barcelona, sale victorioso y gana la espada “Colada”, que es la que vale mas de mil barcos. Después de tres días deja al Conde en libertad. El Cid envía a Fanez hacia Castilla, con un presente de treinta caballos para el Rey Alfonso. El Cid envía otros cien caballos hacia su Rey Alfonso con Alvar. Y también nombra obispo de Valencia al clérigo Don Gerónimo.

Alvar consigue el permiso del Rey Alfonso para llevar a la esposa (Doña Jimena) e hijas (Elvira y Doña Sol) del Cid a Valencia para encontrarse con el. El Rey acepta.

El Cid recibe a su esposa con alegría y le muestra las tierras Valencianas conquistadas.

Los moros intentan por segunda vez recuperar Valencia, ayudados por el Rey de Marruecos, pero vuelven a ser derrotados. Del botín de la victoria envía doscientos caballos al Rey Alfonso con Alvar por tercera vez. Tantos y tan ricos regalos producen gran admiración en Castilla hacia el Cid.

Los infantes de Carrión, conociendo la buena fortuna del Cid, solicitan casarse con las hijas, con la intensión de enriquecerse. El Rey se entrevista con el Cid a orillas del Tajo y le concede el perdón.

El Rey Alfonso le propone al Cid casar a sus hijas con los infantes de Carrión ya que estos le habían pedido su petición. Aun en contra de su voluntad, acepta para no agraviar al Rey.

El Campeador se regresa a Valencia con los infantes de Carrión y con sus hijas, celebran las bodas de Doña Elvira y de Doña Sol. El Cid pronuncia una fiesta que dura quince días, y entrega a sus nuevos yernos dos de sus más preciados tesoros: la Espada Colada y la Espada Tizona. Ambas eran símbolo de sus victorias en la guerra contra los moros.

Llegando a castilla, en las tierras de Robledal de Corpes, los infantes de Carrión azotan a las hijas del Cid con las riendas de sus caballos, hasta dejarlas casi muertas.

“Mio cid”

Cantar 1”destierro del cid”

En el S. XI cuando gran parte de España estaba ocupada por los moros, don Alfonso VI, rey de Castilla y de León, le pidió a Ruy Díaz de Vivar Mío Cid, que era un caballero que se encontraba bajo sus órdenes, que fuera hasta Sevilla y luego a Córdoba a recoger los tributos que anualmente los reyes de estas ciudades debían pagarle.

Almutamiz, que era el rey de Sevilla, fue atacado por los hombres de Almudafar, rey de Granada. Cuando Ruy Díaz se enteró, mandó cartas a los de Granada, para que no atacaran Sevilla, o el ataque les sería devuelto.

Ya que estos hombres ignoraron la advertencia y atacaron, Ruy Díaz contra-atacó, saliendo victorioso. Apresó personas durante 3 días y recogió las riquezas que éstos llevaban. Devolvió al rey Almutamiz todo lo que le habían robado los de Granada. Desde entonces, moros y cristianos le llamaron el Cid Campeador, que quiere decir: Batallador.

Almutamiz le dio muchos regalos, y además del tributo, le envió otras riquezas, por lo que el rey Alfonso VI de Castilla, lo recibió con distinciones, y le agradeció todo lo que había hecho.

Esto causó que muchas personas sintieran envidia y odio por Ruy Díaz de Vivar, por lo cual fueron con el rey Alfonso VI, y enfurecidos, le contaron mentiras sobre el Cid Campeador, por lo que el rey de Castilla, se enfureció bastante, desterrando a Ruy Díaz de Vivar, dándole un plazo de 9 días.

El Cid Campeador, se entristeció por lo sucedido, pero no podía hacer nada al respecto; así que fue en busca de sus parientes y compañeros, y les explicó lo que había pasado, y quería saber quienes estaban con él.

Minaya Álvar Fáñez, primo de Mío Cid, respondió que lo seguirían y serían sus fieles vasallos; todos estuvieron de acuerdo y el Cid agradeció su apoyo. Entonces salió de Vivar, para dirigirse a Burgos.

Todos los habitantes se encontraban tristes por la partida de Mío Cid, y querían proveerle de algo, pero no podían, ya que el rey Alfonso VI lo prohibía con una carta que había sido enviada, diciendo que quien lo hiciera o siguiera, sería despojado de sus tierras, ojos y hasta el cuerpo y alma.

Todas las casas estaban cerradas, y al llegar a una, salió un niña de 9 años que le dijo al Campeador que en buena hora ciñó la espada, lo de la carta, y también que mejor se fuera con Dios y siguiera su camino. Con esto, el Cid comprendió que no contaba con el apoyo de su rey. No pudo comprar nada, ya que nadie podía venderle, y se escondían de él.

Martín

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