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Resumen Del Caballero De La Armadura Oxidada


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2012  •  1.666 Palabras (7 Páginas)  •  719 Visitas

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Ésta es la historia de un caballero bueno, generoso y amoroso, de una tierra muy lejana, al que le apasionaba rescatar damiselas en peligro.

Cuando salía a batallas que era casi siempre, usaba una herradura muy especial, la cual tenía un brillo que lo caracterizaba, a demás de un gran entusiasmo que lo hacía dirigirse a varias direcciones a la vez, lo cual no es tan fácil.

El caballero tenía una esposa muy tolerante y fiel, de nombre Julieta, escribía poemas y cosas hermosas y tenia debilidad por el vino. También tenía un hijo de nombre Cristóbal, con el que aspiraba a que fuera un gran caballero como él. Julieta y Cristóbal veían poco al caballero, siempre estaba en batallas o admirando y arreglando su armadura, preparándose para una nueva batalla. El caballero tenía tanta admiración a su armadura que, poco a poco se fue enamorándose de ella, a tal punto que ya no se la quitaba para comer, ni para dormir, su familia se olvidó de cómo era su aspecto sin esa armadura.

Cristóbal deseaba volver a ver a su padre sin el reflejo de esa armadura, y Julieta poder dormir tranquila sin el ruido que ocasionaba la misma. En el poco tiempo libre que pasaba el caballero con su familia, éste se pasaba horas platicando sobre sus aventuras y hazañas en sus batallas, y si Julieta o Cristóbal hacían preguntas, los acallaba enseguida.

Un día Julieta enfrento al caballero haciendo reproches - Ahora amas más a la armadura que a mí misma, y el caballero respondió - ¿a caso no te amé lo suficiente como para rescatarte de ese dragón y ponerte en éste castillo lleno de piedras preciosas? Julieta respondió – Entonces amabas la idea de rescatarme, no me amas a mí, si me amas, entonces quítate esa armadura para ver quién eres en realidad. El caballero respondió – no debo quitármela, debo estar preparado para salir en cualquier dirección en cuanto se necesite. Julieta responde – pues entonces tomará a Cristóbal y nos marcharemos lejos de ti. El caballero después de meditarlo, tomo la decisión de seguir llevando puesta su armadura, finalmente no valía la pena si al final perdía a Julieta y a Cristóbal.

Un día, el caballero trató de retirarse el yelmo, pero no pudo, no se movía, estaba enganchado, desesperado, trató de mover la visera, pero por desgracia, también estaba atascada. El caballero corrió desesperadamente hacia la tienda del herrero del castillo, y le pidió que lo ayudara a quitarse la armadura, después de varios intentos del herrero, sintió lastima por el caballero de no poder ayudarlo. Y exclamó – estáis en una situación incómoda caballero, pero no te deis por vencido.

Esa noche, Julieta introducía la cena por los orificios de la visera del caballero, fue tanto su desespero que le arrojo el plato de puré en el yelmo, y el caballero ni sintió el golpe, solo el puré que escurría de entre la visera. El caballero quiso hacer memoria de cómo se sentían las cosas sin esa armadura, y no logro recordar, fue tanto tiempo que la llevaba puesta que ya no sentía casi nada. El caballero se deprimía cada vez más al no poder retirarse esa armadura, y Julieta era cada vez más fría. El caballero temía que su mujer ya no lo amara y terminara por marcharse junto con su hijo. Tenía que quitarse esa armadura, pero no sabía cómo lograrlo.

Decidido a quitarse la armadura, el caballero, sin previo aviso, se fue del reino. En las afueras del reino, se encontró con un bufón de nombre Bolsoalegre, el cuál aconsejo a al caballero ir a visitar al mago Merlín, quizá el mago, pueda ayudar al caballero a quitar esa armadura. El caballero giró su caballo y con grandes esperanzas en el corazón marcho en busca del mago Merlín en el bosque.

No fue tarea fácil encontrar al astuto mago. Había muchos bosques por recorrer y solo un Merlín. Después de meses de buscar en vano, el caballero estaba bastante desanimado, triste y muy cansado. Una mañana, cuando se veía al caballero más no poder, encontró al mago, lo reconoció en seguida. Merlín estaba sentado en un árbol con una larga túnica blanca. Los animales del bosque estaban reunidos a su alrededor, y los pájaros estaban descansando en sus hombros.

Cansinamente el caballero descendió del caballo. Os he estado buscando! – dijo el caballero al mago. El caballero dejo caer su cuerpo envuelto de hierro sobre el césped. Merlín lo miró con compasión, y exclamó – eres muy suertudo, eres muy débil para correr, no se puede correr y aprender a la vez. El caballero le respondió – me quedaré el tiempo necesario para aprender cómo salir de esta armadura. Merlín le acerco una copa de plata al caballero, y le dijo – bebed esto.

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