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Tercera Infancia


Enviado por   •  17 de Mayo de 2013  •  4.418 Palabras (18 Páginas)  •  825 Visitas

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Los años intermedios de la infancia, entre los seis y los once años de edad aproximadamente, son los también llamados años escolares. La escuela es la experiencia central durante este periodo; es un punto central para el desarrollo físico, cognitivo y psicosocial. Como se desarrollara en el contenido los niños se tornan más altos, pesados y fuertes y adquieren las habilidades motoras necesarias para participar en juegos y deportes organizados, los avances importantes en pensamiento, juicio moral, memoria y alfabetismo. Las diferentes individuales se vuelven más evidentes y las necesidades especiales se tornan más importantes a medida que las competencias afectan el éxito en la escuela.

DESARROLLO DISCIPLINARIO

En esta etapa el niño es realista y objetivo, es extrovertido y tiene regresiones egocéntricas, acepta pasivamente las normas y se inicia el proceso autonómico.

Las relaciones con el grupo ya no son inestables, sino que tiene manifestaciones de cooperación.

Es importante para que llegue a comprender y asumir las normas de convivencia, favorecer esta autonomía; por tanto debe empezar por tener un 'conocimiento de sí mismo, aceptar y valorar su propio trabajo, para aumentar su nivel de autoestima.

El niño que posee una autoimagen positiva actúa con seguridad y, cuando realiza conductas sociales, no busca en ellas una constante autosatisfacción, sino que las hace de una manera natural para ayudar al otro. En cambio el niño de baja autoestima suele actuar con el propósito consciente o inconsciente de procurarse una aprobación social que mejore su nivel de relación. Un niño con elevada valoración de sí mismo, supera mejor los problemas y no rechaza emprender nuevas tareas.

Técnicas para lograr un clima favorable

Las técnicas y procedimientos generales que hemos citado para la segunda infancia, también consideramos conveniente tenerlos presentes en esta etapa.

Decimos técnicas y no métodos para dar a entender que no se trata de una simple construcción teórica e ideal, ni de un único camino a seguir, sino una forma de trabajo con una serie de ejercicios, que tienen la ventaja de haber nacido de una necesidad constatada y apremiante, de haber sido experimentados, revisados y valorados y de evolucionar en el marco de nuestras clases.

Estas técnicas o artes necesitan como todas una porción más o menos decisiva de consideraciones psicopedagógicas para fundamentar sus contenidos, pero sobre todo precisan de un trabajo adecuado, ilusionado y constante. De ahí que los hayamos agrupado en una serie de consideraciones:

1. Potenciar un autoconcepto positivo en los alumnos.

2. Crear una dinámica de clase, que permita trabajar con distensión, alcanzar los objetivos y contenidos propuestos y evitar cansancios inútiles.

3. Enunciar una serie de propuestas encaminadas a la adaptabilidad del maestro a situaciones nuevas, que cada uno deberá elegir y potenciar subjetivamente.

4. Tácticas o ejercicios para suprimir o eludir conductas disruptivas. Creemos que sería aconsejable limitar la actuación del maestro a dar unas normas o castigos para cada falta porque cada conducta tiene un abanico de causas y soluciones que dependen mayoritariamente de:

- la relación maestro-alumno;

- la psicología del niño;

- el grupo-clase;

- los valores que quedan definidos en el proyecto educativo del centro.

Nosotros somos partidarios de prevenir más que de suprimir conductas disruptivas. De ahí que las tácticas que proponemos sean una serie de ejercicios que previenen la indisciplina, porque favorecen la relación del grupo clase, con alumnos y maestro, potencian la individualidad de cada niño sin detrimento de la personalidad de los demás y ayudan a crear un clima agradable, activo, alegre ...

CREAR UNA AUTOIMAGEN POSITIVA

El aceptarse a sí mismo es difícil, ya que la autoimagen que tienen los niños en esta edad, va en función de lo que opinan de ellos los educadores (padres, maestros) y sus compañeros. Como están en una etapa de formación de su personalidad y son muy vulnerables, lo que piensan o dicen los demás de ellos les hace cambiar la conducta.

En la época que les toca vivir, sus padres, por causa del trabajo, viajes o separaciones, no les pueden ofrecer un buen patrón de conducta porque falta tiempo, o por el nerviosismo que les crea la vida misma. El maestro es entonces el líder para ellos, por lo que es conveniente aprovechar esta buena relación para reafirmar su yo, ya que si uno es capaz de ir aceptándose a sí mismo, fácilmente aceptará a los otros y le irán desapareciendo los miedos al ridículo, las angustias; aceptará sus propios defectos y fácilmente aceptará los de los demás.

En principio debemos tener el cuidado de valorar el aspecto físico del niño y motivarle para que venga limpio y aseado, pues es ya mayor y él mismo puede cuidar de la limpieza de su cuerpo (ducharse en casa y si en la escuela se ensucia, lavarse la cara, las manos), así como del vestir (intentar no ensuciarse, llevar la camisa en su sitio y no por encima de los pantalones). El maestro tiene que convencer al niño de que será mucho mejor aceptado por la sociedad y por los amigos si va limpio y aseado.

Si a algún alumno le cuesta aceptarse porque se ve la nariz larga, o barrigudo..., también es tarea del profesor hacer resaltar que no todos podemos ser iguales, ya que esto sería muy monótono y aburrido; además éstas pueden ser características que a ellos no les gustan pero que los demás pueden encontrar graciosas y a la vez ser un motivo de aceptación para el grupo.

Con todo esto queremos decir que el niño debe conocer y aceptar su propio cuerpo como primer paso.

En segundo lugar, establecer contacto con los padres para ir adquiriendo unos principios de autonomía, como pueden ser:

- comer variado;

- ducharse, lavarse, peinarse;

- desplazarse de casa a la escuela si el trayecto no es muy complicado;

- saber guardar sus cosas, trabajos, juegos, ropas ... ser ordenado;

- vestirse y desvestirse con soltura;

- saber ir de compras.

A continuación resaltaremos unos cuantos puntos positivos para favorecer

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