Un Mundo Feliz- Ensayo

UN MUNDO FELIZ

Un mundo feliz es una maravillosa historia escrita por Aldous Huxley en 1932. El año en el que fue escrita esta novela es lo más sorprendente e interesante de la historia (1932).

Aldous Huxley Nació el 26 de julio de 1894 en Godalming, Surrey (Gran Bretaña), en el seno de una familia de gran tradición cultural.

Su abuelo fue el célebre biólogo Thomas Henry Huxley y su padre, Leonard Huxley, también biólogo. Su madre fue Julia Arnold, una de las primeras mujeres en estudiar en Oxford, nieta del poeta Matthew Arnold y hermana de la novelista Mrs. Humphrey Ward.

Cursó estudios en las universidades de Eton y de Oxford. Trabajó en varios periódicos y publicó cuatro libros de poesía antes de la aparición de su primera novela, Los escándalos de Crome (1921). Las novelas Heno antiguo (1923) y Contrapunto (1928), que ilustran el clima nihilista de la década de 1920, y Un mundo feliz (1932), una visión deshumanizada y utópica del futuro que le lanzó a la fama.

Aldous Huxley falleció el 22 de Noviembre de 1963 en Los Ángeles, ciego, el mismo día que el presidente J.F.Kennedy fue asesinado.

Aldous Huxley ha creado en esta novela un mundo llamado Utopía, donde todo es relativamente perfecto: todo funciona, ya que cada individuo cumple con una misión, puesto que las personas aprenden a través de la hipnopedia como deben comportarse y aceptar su destino; ser Alfas, Betas, Deltas, Gammas o Epsilones, la gente es “feliz” y la sociedad se basa en la estabilidad. Para que la estabilidad fuera posible, en Utopía las personas no aman, se crían en botellas (para evitar apegos sentimentales) y son programados para “Ser felices” y disfrutar su vida. En Utopía no se permite el arte, ni la religión (solo se venera a Henry Ford). El gobierno incita y educa al pueblo para tener relaciones sexuales con diferentes personas y divertirse. El soma es algo esencial en la historia: es como una droga que mantiene “felices” a las personas.

Los personajes de la historia tales como son Lenina Crowne, Bernard Marx, John el Salvaje, me trasladaron a dos mundos diferentes: a Utopía y a la reserva de los salvajes.

Las situaciones, los lugares, las circunstancias y la historia en sí, me hicieron plantearme dos cuestionamientos ¿qué es la verdadera felicidad? ¿Dónde encuentro la verdadera felicidad? ¡Vaya preguntas!

En Utopía todo era perfecto, como un engrane. Cada diente del engrane hacía funcionar la rueda; es decir, cada persona en Utopía cumplía una función y lograba ser una sociedad sin errores, maravillosa. Pero ¿qué hay con las personas, su vida, sus intereses? La gente de Utopía era “Feliz” porque vivía en la ignorancia de sus sentimientos, no vivía riesgos, no hacían sacrificios, no NADA y bueno, además que tomaban soma a toda hora. Las personas de Utopía evitaban el sufrimiento y el envejecimiento con procesos químicos. En realidad únicamente cumplían con su objetivo en la sociedad, eran parte de algo, algo “perfecto”. La gente de Utopía se perdían de muchas cosas que vivimos los seres humanos día con día como las emociones, la bendición de tener hijos, tener valores, familia…

En una parte de la historia se nombra un lugar donde hay personas que, para el lector, son normales, pero para Utopía, son “salvajes”. La reserva es un lugar donde existía Dios, el arte, el respeto, los riesgos, las aventuras.

La historia de Un mundo feliz, a través de sus personajes te llevan a reflexionar y a darte cuenta que todos debemos encontrar lo que nos hace feliz. Ser programada y cumplir solo un objetivo debe ser algo espantoso. El ser humano debe ser intenso en su manera de vivir, debe ser apasionado y debe ir en busca de algo y acumular en su vida algo más allá de dinero y fama: debe acumular recuerdos, amigos e historias. Estos son los que te llevan a la verdadera

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