Un Mundo Feliz: Ensayo

¿Felices, pero controlados y discriminados?

Aunque al leer libro “Un mundo feliz” pensemos que es una historia descabellada o fuera de lugar por el año en el que fue escrita (1932), o que es una historia que va mucho hacia el futuro, creo que sin pensarlo dos veces todo lo escrito y descrito en el libro son situaciones que nos pisan los talones.

Vivimos en un mundo que nos exige todo de manera rápida e inmediata y eso mismo ha provocado que nos deshumanicemos, e incluso, que despersonalicemos a todos los que nos rodean.

No tenemos una idea clara de lo que significa la palabra “felicidad”, somos una sociedad con un concepto falso y erróneo de lo que es la felicidad. Y una condición de los seres humanos es buscarla no importando el medio por el cual la logremos encontrar. Nos han hecho creer, a través de los medios (televisión, revistas, radio, redes sociales, etc.), que para ser felices hay que trabajar para conseguir todo aquello que podamos comprar y poder vivir con ciertas comodidades, lujos y beneficios, y sólo entonces seremos felices.

Creemos que al comprar y usar lo que nos causa un sensación de placer o cuando cumplamos nuestros deseos, aunque parezcan infantiles, seremos muy felices y nada más nos hará falta. Pensar que la felicidad está en obtener algo ajeno a nosotros es como pensar que tomando refrescos light bajaremos de peso. ¡Esto es falso y absurdo!

Creemos que ser felices es estar contentos o vivir sonriendo, pero es algo que va más allá. Conseguimos la felicidad cuando no la vemos como una meta, sino como un proceso para llegar a dicho fin, independientemente de que alcancemos o no llegar a la meta.

Todos hemos experimentado ser felices y puedo poner varios ejemplos: estar satisfechos con lo que hemos logrado, cuando no nos comparamos con nadie; es aquella sensación de bienestar y tranquilidad. Con esto quiero decir que la felicidad es un momento, pero además un estado, más no un final.

Investigando un poco sobre lo que es la felicidad, encontré algo que me llamó mucho la atención, además de que estoy completamente de acuerdo:

“La felicidad está íntimamente relacionada con nuestra autoestima y expectativas”.

Esto es muy cierto, si nosotros tenemos autoestima y un buen autoconcepto, entonces nuestras expectativas serán apropiadas a lo que podamos lograr, pues conocemos nuestras habilidades y debilidades. Mientras que si no tenemos autoestima y nuestro autoconcepto es pobre, nuestras expectativas serán inalcanzables o estarán muy por debajo de lo que podamos lograr.

Regresándome un poco al libro, éste nos plantea una felicidad absoluta, ya que las personas viven en un mundo “perfecto”. Y es aquí cuando te percatas de que el mundo en el que viven para nada es perfecto y mucho menos feliz, pues vivían en el control absoluto.

El control que se siente en el libro, empieza cuando no se educa realmente, sino se condiciona a las personas para que se sientan felices y plenos de pertenecer a su grupo, y que además les guste el trabajo para el que fueron destinados. Fueron preparados para encontrarse y sentirse contentos con las condiciones que tienen, y si por algo no se sienten así, entonces existen drogas que los hacen olvidar y sentirse bien.

Lo mismo pasa hoy en día en nuestra sociedad, la educación brindada en los primeros años escolares es paupérrima. Nos mantienen en un estado de ignorancia para que no podamos saltar de lo que nos dicta el gobierno. De igual modo, tanto en casa como en la escuela nos enseñan a no ser autodidácticas, nos enseñan a que los maestros son los que te deben de dar toda la información y conocimientos, así es como “podemos” exigir calidad en la educación. Pero, ¿cómo somos capaces de exigir calidad, si no somos capaces de abrir nuestra mente para explorar por nuestros propios medios?

Existen formas que ayudan a la gente a olvidar un poco en la realidad en la que viven, lo que a su vez contribuirá a que no se sientan tristes, por ejemplo y por mencionar algunos, el alcohol, drogas, comida, dormir, hacer ejercicio. Y todo esto crea adicción, pues nos

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