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Higiene del recién nacido


Enviado por   •  28 de Febrero de 2023  •  Tareas  •  1.957 Palabras (8 Páginas)  •  36 Visitas

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Higiene del recién nacido

    La higiene del recién nacido debe ser prioridad desde el día del parto, siendo los primeros responsables en aplicar los cuidados pertinentes el personal de salud, en este caso los enfermeros y sus auxiliares. Es importante el hecho de mantener los conocimientos necesarios a la hora de aplicar los protocolos de higiene hacia el recién nacido, con bases científicas que hagan énfasis en el hecho de mantener la integridad física del recién nacido al momento de sus cuidados.

    El primer paso a seguir para la higiene del neonato consiste en el lavado de manos del personal de enfermería a la hora de mantener un contacto con la piel del recién nacido. Es importante recalcar que el principal objetivo del personal de enfermería al momento de higienizar  es procurar el cuidado de la piel del recién nacido, ya que este órgano establece la protección primaria del organismo del neonato, así como su comunicación con el mundo exterior, siendo la consecuencia de su mal cuidado la puerta de entrada a agentes infecciosos. Los recursos que se utilizan para realizar este proceso de higiene son:

  1. Agua
  2. Jabón neutro
  3. Toalla
  4. Esponja desechable
  5. Bañera para RN
  6. Termómetro

    Cabe destacar que dichos implementos se usan dependiendo del tiempo de vida que lleve el RN, ya que el proceso de higiene es distinto en las primeras 48 horas. En las primeras 48 horas, no se debe aplicar en el neonato el baño o la limpieza con inmersión ya que al nacer la piel del neonato está cubierta por vérnix caseosa la cual es una capa grasa, de aspecto aceitoso, que se puede observar, sobre todo, cabeza y pliegues de las extremidades del bebé. Esta está formada por una secreción sebácea, células descamadas y lanugo que protege la piel del bebé de la acción del líquido amniótico antes del nacimiento y que tiene propiedades hidratantes, antimicrobianas y antioxidantes en el neonato en sus primeras horas de vida. Este proceso de las primeras 48 horas consiste en, limpiar la sangre y meconio en caso de su presencia en partes fundamentales como la cabeza y cuello usando una esponja con muy poco jabón neutro o sin él, humedecida en agua y secar con una toalla muy suave sin frotar, solo dar pequeños toques con suavidad y delicadeza.

    Luego del plazo de las 48 horas se efectúa la higienización mediante la inmersión, aquí se deben tomar en cuenta diferentes parámetros que tienen como finalidad evitar a toda costa los riesgos de hipotermia, por ende se toma la temperatura corporal del neonato, si esta se encuentra por debajo de 36,5 C no se baña mediante inmersión. Es importante mencionar que se debe tomar en cuenta la temperatura ambiental, siendo la mas recomendable de 22-25 C.

    La persona encargada de bañar al bebé debe lavarse las manos, luego calentar el agua en una temperatura entre 35 y 37 grados, llenar la bañera de bebé con una profundidad de agua de 10-15 cm. La persona encargada, debe frotar suavemente al recién nacido con cautela de no irritar la piel, lo debe frotar con una esponja desechable con muy poco jabón o sin él. Luego debe secarlo de manera suave sin frotar la piel, solo dando toques, sin embargo es importante mantener un buen secado, ya que la presencia de humedad ralentiza el proceso de necrosis y cicatrización  del muñón del cordón umbilical.

    El cuidado y limpieza del ombligo debe realizarse con mucha cautela desde las primeras horas de vida, ya que este cuenta con bacterias desde antes del nacimiento, por ende, es importante mantener un cuidado constante, así como un estado seco del mismo ya que la presencia de humedad no contribuye a la cicatrización y mantiene así un estado constante de riesgo de infección.

Higiene del lactante menor

    Luego de cumplir el lapso de recién nacido, se establece el tiempo de lactante menor el cual está comprendido desde el primer mes hasta el primer año. Es importante diferenciar los métodos de higiene entre los recién nacidos y lactantes menores, si bien en general se mantienen algunas medidas si existen ciertas diferencias.  El cuidado del recién nacido se resume a baño sin inmersión, baño con inmersión y cuidado del ombligo del neonato, siendo lo que diferencia la higiene entre el recién nacido y el lactante menor la presencia continua y rutinaria del baño con inmersión, sin embargo, manteniendo el mismo procedimiento de la toma de temperatura, la cual tiene que estar mayor o igual a 36.5 C, el uso de poco jabón, el frotamiento suave en la piel del bebé etc.

    A diferencia de los recién nacidos, los cuidados del lactante menor se implican más a los padres, rara vez se ve la intervención de personal médico. En los primeros meses de este lapso, se debe mantener un bañado diario, y se debe vestir al niño con ropa limpia y planchada, luego con la llegada de nuevos hábitos del niño como el hecho de comer solos o comenzar a gatearse debe tener presente que el lavado de manos debe ser primordial para mantener una buena higiene que evite a toda costa las enfermedades infecciosas.  

     Es necesario limpiar muy bien áreas específicas del cuerpo como en los oídos que se debe limpiar sólo la parte externa y visible con una gasa húmeda. La cera que segrega el oído sirve como defensa y se debe intentar extraerla. La nariz se obstruye con facilidad, aunque la cantidad de moco no sea abundante. El estornudo, que se produce con bastante frecuencia, es la forma en que el bebé limpia sus mucosas. Se debe de tener en consideración el cambiado de pañales constantemente, a penas este la presencia de evacuaciones y micciones para evitar infecciones urinarias en el lactante.

Higiene del lactante mayor

    Se conoce como lactante mayor a aquel bebé con una edad de 1-3 años, la higiene de estos se diferencia porque al bebé al cumplir su primer año comienza adquirir nuevos hábitos y conocimientos que lo van a conducir a formar cierta independencia motora. En este lapso de vida la responsabilidad de la higiene se centra en los padres, sin embargo, se adquiere la responsabilidad de enseñar poco a poco hábitos de higiene hacia los niños. En el primer año de vida, cuando el niño pasa a ser lactante mayor generalmente se mantienen los mismos cuidados que un lactante menor, sin embargo, a medida que el bebé crece se van incrementando otros tipos de higiene, como por ejemplo la higiene bucal. Al tercer año, se puede enseñar de manera rutinaria la higiene personal al niño, enseñándole en que momentos se debe lavar las manos, enseñado así la manera correcta para hacerlo, también el cepillado aplicando este 3 veces al día e igualmente enseñado al niño como hacerlo.

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