Historia de la podología en América
carlissplayaApuntes12 de Julio de 2023
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Historia de la podología en América
La profesión de Podólogo es antigua, desde el comienzo de la prehistoria, evolucionando de acuerdo con la evolución de la propia sociedad.
A pesar de tener muy poca información histórica y científica, podemos constatar que en el nuevo continente llamado América, las cosas no fueron muy distintas a la historia que podemos recopilar sobre los inicios de la podología en el mundo.
Civilizaciones enteras caminando y construyendo imperios, llegan a sorprendernos por sus conocimientos adquiridos en la práctica de los tratamientos para la salud del pie.
El uso de hierbas medicinales, confección de herramientas para hacer limpiezas, tratar dolencias, heridas y patologías. Los ritos realizados para aliviar el cansancio tras mucho andar, son algunos de los componentes que podemos rescatar de los registros históricos de los pueblos originarios de América.
Tras la llegada de los europeos al continente americano, la historia se muestra mucho más clara.
Los podólogos del tiempo de la colonia en América son considerados curanderos, nombrándolos de distintas formas según el territorio, pero manteniéndolos al margen del área de la salud formal.
Así, pasan siglos en los que la práctica podológica solo se podía aprender de aquellos que conocían el oficio, formando clanes herméticos que resguardaban celosamente estos conocimientos.
Es mucho más tarde, en el siglo XIX, que se reconoce, se acepta y se incorpora la podología en el mundo académico, en la medicina y en área de la ciencia y la investigación, bajo la influencia de profesionales venidos del viejo continente.
Son los mismos practicantes, ya reconocidos como podólogos, que, habiendo adquirido los conocimientos necesarios, formándose en centros educacionales, asociándose, creando gremios para resguardar la profesión de la amenazante charlatanería, ponen todo su esfuerzo para lograr formalizar las normas que deberán regir esta profesión; sus competencias, su formación académica, su perfil profesional, su campo de acción, su resguardo y seguridad. Así como también, dar a conocer su importancia para la sociedad y la necesidad de formar parte de los equipos multidisciplinarios de la salud, entre otros.
Antes de la conquista
Estudios realizados por el podólogo José Eduardo Alvarado Villanueva, remontan la podología hasta la época de los Aztecas.
Los Aztecas recurrían al cuchillo de piedra o en su defecto, a cualquier otro objeto filoso al cual llamaban Izteximanloni, para cortar las uñas.
Tenían la creencia de que las uñas no se debían tirar, sino arrojarlas al agua para evitar la pérdida del Tonalli (fluido mágico) que ellos creían que tenemos en el cuerpo.
Para tratar las durezas o callosidades que llamaban Caczolli, usaban piedra pómex, que es una roca volcánica muy porosa y ligera con la cual lograban un verdadero alivio frotando con ella las partes del pie afectadas.
Los Aztecas también trabajaban el material llamado hule para hacer sus calzados, mucho antes que los europeos comenzarán a trabajar el caucho.
Los “corredores” que hacían llegar los diferentes alimentos a la cocina del emperador Moctezuma haciendo largas caminatas a través de todas las regiones del país, eran relevados cada 5 o 6 kilómetros, utilizando el sistema de postas. Llegaban a sentir tal cansancio, que escogían del bosque determinadas hierbas con las que hacían un manojo y se “barrían” con él las piernas y los pies, colocándolo después sobre un montículo de piedra con el objeto de que el cansancio quedara en dicho lugar. No se debían tocar estas piedras ya que quienes lo hacían recibían el cansancio abandonado y también sufrían del robo del calor, así como el ataque de fuerzas nocivas que se manifestaban en dolor de tobillos y muñecas.
Tiempos de colonizadores
Existe un relato sobre un acontecimiento ocurrido en tiempos de conquista en Cuba. Cuenta que, en una visita del rey de España a la isla, este necesitó de cuidados podológicos (en Cuba se les conocía como callistas) para la infanta heredera, por lo que hizo llamar a un conocedor de este oficio. Fue un ciudadano de la raza negra conocido como Blas Gil, quién trato las dolencias de la pequeña. Fue tal su trabajo realizado que el rey maravillado, le otorga el título de caballero de la corte.
La importancia de los pies sanos para el ser humano es fundamental, tanto así, que sabiendo esto Hernán Cortes en la lucha contra el imperio Azteca, decide torturar al rey Cuauhtémoc, quemándole los pies para así conseguir una declaración del lugar donde estos escondían el oro, sin conseguir su objetivo. Cuauhtémoc continuó su batalla en defensa del imperio, hasta su muerte al poco tiempo, también por orden de Hernán Cortes.
En la actualidad existe una localidad de México en la cual se realizan rituales a los ciudadanos y turistas en donde los pies son expuestos al fuego a voluntad, en ocasiones causando severos daños a quienes se someten a este rito.
Así también, los indígenas de este país mantienen castigos en donde las personas que son acusadas de actos inmorales, son apresadas de los pies a un tronco por días enteros bajo el sol, impidiéndoles la movilidad de estos.
La historia pos conquista de América está marcada por los viajes realizados en navíos que atravesaban el atlántico desde el viejo continente. Estos viajes eran en barcos rudimentarios y duraban semanas, hasta meses. Por esta razón es que formaban parte de la tripulación los llamados barberos, que hacían la labor de médicos, realizando curaciones hasta cirugías y amputaciones. Es el instrumental utilizado y el conocimiento de estos barberos por lo que se adopta este término a los curadores de pies en algunas regiones de América.
La profesión de Podología comienza a practicarse en Cuba a inicios del siglo XVII por un grupo personas no facultativas denominados Flebotomianos o Sangradores, estos realizaban tareas de Medicina, Estomatología y Podología.
Entre los siglos XVI Y XVIII el oficio de cuidado y tratamiento de los pies es realizado por personas que iban aprendiendo de forma empírica de quienes lo practicaban y este conocimiento se mantenía resguardado celosamente por las familias o clanes que lo ejercían. Sin embargo, de estos clanes quedan, aún en la actualidad, personas que practican la podología de forma no regulada y sin estudios formales y producto de esta no regulación es que se corren grandes riesgos en materia de bioseguridad y control de infecciones que mantienen en alerta a las autoridades sanitarias por la amenaza a la salud pública.
Tiempos modernos
El siglo XIX está marcado por grandes acontecimientos. Los estudios de la mente, las teorías microbianas, los descubrimientos e inventos de la electricidad. La creación de las vacunas, la anestesia, el trabajo en ADN, la invención del estetoscopio, el descubrimiento de los rayos x entre otros. La segunda revolución industrial y en nuestra América, las independencias.
Estos procesos de independencias fueron seguidos por la elaboración de las constituciones. Leyes, normas y reglamentos que se fueron instaurando rápidamente.
América tomaba una nueva forma. la influencia europea, se hacía visible. El mundo entero estaba cambiando. Las pestes comenzaban a menguar gracias a los trabajos científicos realizados en medicina. los procedimientos médicos estaban adquiriendo mayor disciplina y se comenzaban a homologar las prácticas de sanidad a nivel mundial.
Es así, que a mediados del siglo XIX llega a la ciudad de Montevideo (Uruguay), el pedicuro francés Puyamerou, seguido por el italiano Di Giuli y por el español Carmona. Uruguay no tarda en reglamentar oficialmente la pedicura, en 1935. Convirtiéndose en la cuna de la podología en América Latina.
el 22 de noviembre de 1965, nació la Federación Uruguaya de Pedicuros. En 1969 se otorgó la personería jurídica y pasa a ser Unión Uruguaya de Pedicuros y Podólogos como se conoce hasta ahora. Esta institución ha organizado 17 congresos nacionales y diversos congresos latinoamericanos y ha llevado a cabo 2 congresos mundiales donde se han organizado jornadas podológicas teórico prácticas.
en Cuba, cuando surgen en 1860 las carreras universitarias de Medicina y Cirugía Dental la actividad de Podología pasa a ser realizada por los practicantes de Medicina, título que poseía Gabriel J. Aniceto quien recibió el título de Médico Practicante en la Universidad de la Habana, el 14 de junio de 1888. Aniceto como se le conocía, venía ejerciendo la profesión desde 1876, había emigrado desde muy joven desde Andalucía, España.
El año 1914 fue un año importante para la profesión de Podología ya que en este año se concluye y publica; por Gabriel J. Aniceto, el libro titulado “Manual del profesor pedicuro. Tratado práctico de las afecciones córneas y uñas de los pies desde el hombre primitivo hasta nuestros días” con 236 páginas y algunas ilustraciones. El primer libro publicado en castellano que habla de esta profesión. Este libro fue el compendio de varios artículos publicados como folletos en años posteriores.
Mediante el acuerdo de la Junta Nacional de Sanidad y Beneficencia aprobado el 6 de mayo de 1915 por el secretario de la época, Enrique Núñez de Villavicencio y Castro Palomino, se oficializaba la especialidad que en aquel momento se denominaba Cirugía Pédica, publicado en la Gaceta Oficial del 20 de septiembre del mismo año. Al ser Diego Arrondo Martínez el primero en obtener el título el 24 de septiembre de 1915, esta fecha se instituyó como el Día del Podólogo en Cuba.
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