Cuadro de equivalencias entre las películas ‘La naranja mecánica’ y ‘The neon demon’

A CLOCKWORK ORANGE

THE NEW DEMON

REPRESENTACIÓN

Las situaciones de índole sexual y violencia desmedida son cuestiones recurrentes dentro de la trama, y aunque sean verosímiles, no son realistas sino que recurren a una representación costeada por unos códigos estéticos particulares. El juego de los colores y la iluminación, crea una atmósfera para estas situaciones en concreto. Pero no se trata de una atmósfera que encaja a la perfección -pudiendo serlo- sino de una que contrasta gracias a sus colores vivos, su estilo algo psicodélico y sus recursos como el objetivo ojo de pez y el ángulo nadir (subjetivo) que en una escena como la del escritor, obliga al espectador a ver lo que ese personaje ve y a sufrir lo que ese personaje sufre.

En esta película se hace una clara representación de la deshumanización del individuo de la industria de la belleza. Esto viene dado por la degradación del personaje, pero también por el plot twist de la escena final en la que Sara recurre al canibalismo con una única intención: obtener la belleza de la protagonista. Una escena cargada de simbolismo que representa los alcances de una sociedad cargada de canones de belleza que al fin y al cabo son intangibles pero hacen lo posible para poseerlos.

REALIDAD

A pesar de lo distópica que pueda ser, la naranja mecánica muestra una realidad social existente, sólo que lo hace a través de la sátira que en este caso sería el cómo. Es por esa razón que hay que verla con detenimiento, para entender cuáles son esos temas que aborda y critica (el qué). La paternidad negligente, el abandono social de los jóvenes, el abuso de poder, serían algunos de ellos. Todos orientados por la personalidad del protagonista que finalmente es quien abre los ojos del espectador, lo aleja de su comodidad para que pueda reconocer esa realidad. Esta situación reafirma la premisa “la verdadera materia prima del cine es la mente humana”, pues fue el director quien se valió de toda esa problemática social y la condición del personaje para desarrollar el argumento de la película.

Este es un cine conceptual. Amplía y desplaza los límites de la realidad a través de la atmósfera, la construcción de los espacios y de los personajes. Un restaurante deja de ser un restaurante para convertirse en una guarida. Se sabe que es un restaurante, pero el director no quiere que veamos eso y para ello modifica el espacio. En reemplazo de todo lo que implica el concepto de “restaurante” se muestra un espacio oscuro y sombrío, un agujero secreto al que sólo pueden entrar unos pocos. Y que decir de los personajes, viviendo todo eso sin ninguna sensación de extrañeza, lo que nos dice que esa es su realidad y que es tan diferente a la nuestra que sabemos que el director cumplió con el objetivo.

DISTORSIÓN

La distorsión de la realidad se presenta en muchos aspectos de la película. Crean un universo propio en el que normalizan la existencia de una leche mezclada con drogas, un protector testicular como prenda de diario e incluso situaciones como la violación de una mujer mientras cantan una canción totalmente sacada de contexto. En realidad, si nos fijamos en todo lo que atraviesa el protagonista, nos damos cuenta de que cada detalle es distorsionado en la medida de lo posible, pero esa distorsión toma otro significado, es más simbólica, menos literal. Es así como el director transgrede la realidad del espectador, lo conduce a observar situaciones límite y espera que tengan contestación. Tal como el proceso de estímulo-respuesta de la terapia conductista que el protagonista sufre.

Se vive una distorsión de la realidad a partir de códigos como la luz y el color, siempre presentes y con una intensidad propia del neón, sin importar la escena y el contexto como si se tratara de otra dimensión. La decoración de los espacios también luce deformada y asimismo planos con tono experimental en el que se hace evidente el uso de los triángulos que siempre están acompañando a la protagonista casi como si se tratara de la proporción divina que ella significa, porque lo tiene todo.  

ADAPTACIÓN

Cuando los teóricos mencionaban que el cine tenía su propio lenguaje, no pensaron que iba a ser tan literal hasta que se hizo pública esta película. Y aunque es un elemento creado por el autor del libro, cobra real sentido cuando se escucha a los personajes hablar. Es importante resaltar que este lenguaje que se menciona -el nadsat- no es un elemento que crearon desde cero, sino que es un juego de palabas reales, un argot contemporáneo que combina el idioma ruso y la fonética inglesa. Es decir, que se hace una adaptación de nuestro lenguaje al servicio del argumento. En este caso por la psicología de los personajes y el tono absurdo de su comportamiento.

Color y más color. Este es el común denominador de todos los actos de la película y en el caso de la adaptación, se trata de una resignificación de la psicología del color. El dorado juega con la inocencia, el rojo con la pasión, el violeta con el glamur y el azul -extrañamente- hace presencia en las escenas de muerte.  

TRANSFORMACIÓN

La carta de presentación de la naranja mecánica muestra a un Alex desafiante ante la cámara, un joven seguro de sí mismo y orgulloso de sus actos anarquistas. En ese primer acto, ese personaje sufre una pequeña transformación por lo menos desde la mirada del espectador: después de una noche de mucha violencia, sexo y adrenalina, Alex vuelve a su casa en donde vive con sus padres, quienes le reprochan su ausencia y le hablan sobre la escuela. Sin embargo, dentro de ese universo, Alex sigue siendo el mismo. Ya en el acto siguiente, el personaje si sufre una transformación evidente: sus amigos lo traicionan, es él quien pasa a ser víctima de violencia y lo someten a este tratamiento Ludovico que propone un punto de inflexión del personaje y se hace obvio a través de códigos como el vestuario y el cambio de actitud que lo advierten vulnerable. No obstante, ese no es su final. Después de ser humillado e inducido al suicidio, Alex vuelve a ser quien era y todo se refleja en el montaje de estas imágenes fantasiosas de sexo y poder.

En este caso, al igual que con la naranja mecánica, la transformación la sufre la protagonista y todo esto está dado gracias a elementos como el vestuario y el maquillaje. A medida que avanza la trama, el estilo de Jesse es más intenso, más atrevido. Empieza con una predominancia de los colores brillantes para terminar con el rojo como foco central. Esto en beneficio de esa transformación simbólica de inocencia a malicia todo atravesado por la lujuria como parte de la construcción y metamorfosis del personaje.