La Impresionante Historia Del Cine Mexicano

La impresionante historia del cine mexicano

Creado en 1896 por los hermanos lumiere, el cine ha sido uno de los inventos más deslumbrantes de la historia, que hasta la fecha sigue siendo majestuosa. Pero como llego el cine a México y como es que se hizo tan popular, bueno en 1897 llego a Veracruz una cámara cinematográfica, replica de la que había causado tanto estruendo en Francia, y se preguntaran porque a México, es preciso decir que fue gracias a Porfirio Díaz. Después de esto empezaron a salir poco a poco los primeros cineastas de México, como lo fue el mismísimo Porfirio quien es sin duda el primer actor mexicano, o como pudo ser el general Doroteo Arango quien es considerado también uno de los primeros actores del cine mexicano. Entérate de todo esto y de mucho más con este ensayo.

Han pasado tantos años desde la primera grabación a blanco y negro hasta hoy en día con la definición más alta de todas que es el 4d. Pero a qué se debe esto, bueno después de haberse arribado la cámara cinematográfica a México empezaron a salir las primeras grabaciones cortas (cortometrajes). El primer cortometraje registrado en México fue manda de Porfirio Díaz, ya que según él quería que todos lo vieran, el film se llamaba ‘’el presidente Porfirio Díaz paseando a caballo en el bosque de Chapultepec’’ que como lo dice el titulo el presidente se mostraba paseando en su caballo, y duraba aproximadamente 2 min, que en lo que a mí concierne, solamente alguien podría ver una película de esas si le pagasen. Sin embargo el presidente Porfirio Díaz no fue el único actor de la época, pues en 1911 el general Doroteo Arango más conocido como Francisco Villa, consigue una cámara cinematográfica para grabar sus asaltos y los múltiples asesinatos, para después de mostrárselos a sus colegas, pero hay reportes que datan que el mismísimo general actuaba en sus películas, mientras era grabado por un cineasta gringo, y que después mandaba la cinta EUA. Esto lo hacia desde mi punto de vista para que lo reconocieran como persona internacionalmente.

Poco después, en 1917 y 1920 hubo en México una época de oro del cine, situación que no se repetiría sino hasta tres décadas después. Es curiosa la coincidencia de que la mejor época del cine silente mexicano se inicie durante los años de la Primera Guerra Mundial, mientras que la mejor época de nuestro cine sonoro coincida con la Segunda Guerra. Creo que se levantaba mas la época de oro mexicano en periodos de guerra por el simple hecho de que en ellas entraban las grandes potencias y por ello mantenían sus recursos en armamentos y soldados, dejando sin importancia a las industrias del entretenimiento. Algunos de los filmes que se hicieron famosos en este periodo podrían ser En defensa propia (1917), La tigresa (1917) y La soñadora (1917), producidos todos por la Compañía Azteca Films. Esta firma, fundada por la actriz Mimí Derba y por Enrique Rosas, constituyó la primera empresa de cine totalmente mexicana.

En la década de 1920 a 1929 fue testigo de la transformación del mundo. La Primera Guerra Mundial había alterado radicalmente los valores de gran parte de la sociedad, y la gente trataba de olvidar el horror vivido hasta 1919. En los "alegres veintes" nacieron la radio, el jazz y las faldas cortas, así como el fascismo, el nazismo y la depresión económica norteamericana. En 1927 el cine habló por primera vez. El cantante de jazz (The Jazz Singer, 1927) de Alan Crossland, se convirtió en la punta de lanza de una novedad cinematográfica: el sonido. A partir de ese momento, el cine apostó todo a las palabras y a la música, inaugurando una nueva era en su historia, llamada cine sonoro.

Algo curioso que sería bueno aclarar es que a pesar de que el sonido se estaba incorporando al cine en 1927, no fue sino hasta 1931 cuando se realizó la primera cinta sonora mexicana con una nueva versión de Santa, dirigida por el actor español-hollywoodense Antonio Moreno e interpretada por Lupita Tovar.

La industria del cine mexicano hizo entre el 1932-1936 varias películas, consideradas hoy como antecedentes de la época de oro mexicano como fue, El prisionero 13 (1933), El compadre Mendoza (1933) y Vámonos con Pancho Villa (1935). Estas películas revelan que de Fuentes dominaba las técnicas norteamericanas de filmación, y que además demostraba una sobriedad increíble para la época en el tratamiento del tema de la revolución. Pero sin duda la que marcó el inicio de una nueva era fue Allá en el Rancho Grande (1936) de Fernando de Fuentes. En mi parecer las películas que llevan al limite el tema de la revolución o de guerras son demasiado aburridas, pero cuando vi la de “Allá en el rancho grande”, me quede satisfecho.

De hecho Allá en el Rancho Grande (1936) fue la primera cinta mexicana que mereció estreno en los Estados Unidos, con subtítulos en inglés, claro esta. También mereció el honor de ser la primera cinta nacional en ganar un premio a manera internacional, por mejor fotografía, otorgado a Gabriel Figueroa en el Festival de Venecia de 1938. Este filme cautivó al público en todos los países de habla española, y abrió las puertas a la época de oro.

Poco después llego la segunda guerra mundial, la cual hizo muchos estragos en Europa y Asia durante el 39-45, sin embargo cuando entran en guerra se ve realmente la época de oro. En esos años, el cine mexicano abordó más temas y géneros que en ninguna otra época. Obras literarias, comedias rancheras, películas policíacas, comedias musicales y melodramas, formaron parte del inventario cinematográfico mexicano de aquellos años (de hecho algo muy interesante es que a los mexicanos les gustaba mucho combinar los géneros cinematográficos). Mientras que Hollywood se centralizo más en las guerras lo cual era un género muy desagradable para los mexicanos.

El cine de Emilio Fernández fue el único de esa época que mantuvo una relación abierta con el tema revolucionario. Curiosamente, el cine mexicano de la época de oro ha quedado "marcado" por la estética de la revolución, aunque en realidad fueron pocas las películas que se realizaron con ese tema durante la guerra, y casi todas fueron filmadas por Fernández. Emilio Fernández inició su carrera en Hollywood, como actor en el "cine hispano". Después de una breve carrera como actor en nuestro país, Fernández debutó como director con La isla de la pasión (Clipperton) (1941). En 1943, respaldado por la compañía Films Mundiales, formó mancuerna por primera vez con el fotógrafo Gabriel Figueroa, el guionista Mauricio Magdaleno y los actores Dolores del Río y Pedro Armendáriz. Este equipo de trabajo sería el responsable

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