La cultura de la muerte

ÍNDICE:

PRESENTACIÓN DEL TEMA:

El presente trabajo aborda el tema de la cultura de la muerte desde el punto de vista de la tanatología, tomando en cuenta principalmente sus manifestaciones representativas, tradiciones y costumbres generales en México y Japón, para tener una visión general de la forma en la que la gente de estos países maneja particularmente el tema de la muerte.

Además de presentar una reseña y opinión personal de dos obras cinematográficas, “Macario”, representativa de la cultura occidental, adaptada al concepto que se tiene de la muerte en México, por otro lado “Violines en el Cielo” u “Okuribito” que trata esencialmente de el ritual ceremonial de preparación de un cadáver para su posterior despedida por parte de los familiares en Japón.

Al final se expondrán las conclusiones respectivas del trabajo, señalando las diferencias más contrastantes entre las dos culturas anteriormente mencionadas.

INTRODUCCIÓN AL OBJETO DE ESTUDIO:

La siguiente obra es realizada con el objetivo de entender, conocer y comprender a la figura de la muerte, su concepto y sus manifestaciones en la cultura mexicana y japonesa.

Así mismo, tener presentes las diferencias generales más destacables entre ambas culturas a través del análisis de algunas de sus más representativas manifestaciones en cuanto a tradición, costumbres, vivencias, experiencias y actos humanos que se tienen respecto al concepto de la muerte.

Al final, se pretende conseguir un conocimiento general y una noción más detallada de las principales diferencias en el modo de ver el tema de la muerte y las generalidades características que la rodean y en qué medida es que éstas influyen la conducta y pensamiento de la gente en las naciones antes mencionadas.

DESARROLLO DEL TEMA:

LA CULTURA DE LA MUERTE EN MÉXICO:

El fenómeno de la cultura de la muerte en México ha traído un conjunto de creencias, ritos y tradiciones, actualmente y sobre todo en las regiones rurales y semiurbanas, aunque se siguen realizando ceremonias del día de muertos festejando así a la figura de la muerte y todo su concepto, en las cuales por tradición se elaboran y adornan bellos altares en los hogares y se llevan ofrendas a los muertos en sus tumbas en los cementerios.

Actualmente debido a la relación que se tiene con el mundo occidental y la tendencia de adoptar costumbres e imitar celebraciones populares influenciados principalmente por los Estados Unidos, se han conjugado, tanto las antiguas creencias como tradiciones, modismos, costumbres y actividades, como las actuales.

En años pasados se tenía el concepto de que ocurría una transmutación del alma a la espera de un juicio final y al parecer, hasta la fecha se conserva dicha creencia.

La idea del recorrido del alma a través de este juicio mientras los despojos mortales de quienes habrían de enfrentarse a este tipo de prueba permanecían en tumbas o sepulcros y la misma inhumación se han convertido en tradiciones con sus distintos y respectivos simbolismos.

En México actualmente la principal manifestación de un acto humano que de valoración al concepto de la muerte, es la celebración del día de muertos, que así como otras tradiciones, se ha visto influenciada por diferentes factores a través de tiempo y espacio, aún así, aunque se ha perdido, sobre todo en las grandes ciudades, el interés por celebrar esta costumbre, aún conserva sus raíces esenciales.

Por contrastar con lo anterior tenemos que en las zonas rurales como ya dijimos, las costumbres aún están muy marcadas y presentes.

La celebración del día de muertos en México, en este caso, se ha visto influenciada debido a la conquista española, ya que, como bien sabemos, somos una mezcla mestiza de dos culturas muy opuestas, y a causa de ello, muchas de la tradiciones originales de nuestro pueblo se han perdido.

En un inicio la celebración de la muerte en México no era como la conocemos actualmente, pues esta estaba regida por las características que le habían impreso nuestros antepasados en común.

La esencia de las prácticas originales de la celebración del culto a la muerte como hasta hoy se conservan, era ofrendar flores de Cempasúchil a los altares, tumbas, sepulcros o viviendas donde se localizara el muerto que habrían de celebrar.

En cambio, una de las prácticas que actualmente ya no se utilizan pero que con anterioridad era prácticamente una costumbre, era la de subir al techo de las casas a gritar el nombre de los antepasados orientándose hacia el norte.

Otra parte importante de esta representación es la de ofrendar alimentos a los difuntos ya que, según se cree, esto les sirve para que ellos en el día de la celebración puedan llegar a la ofrenda en forma de almas y que puedan alimentarse con la esencia de esos alimentos que les han ofrecido a manera de hacerles más fácil su viaje en el plano existencial en el que se encuentren.

Incluso hasta la fecha la idea de brindar alimentos a las ofrendas de los difuntos es también para que ellos disfruten de lo que por lo general se trata de sus platillos favoritos.

Lo anterior nos permite señalar que en México como en otras partes del mundo se busca dar aliento a los muertos, ayudarlos en cierto modo en su travesía por el inframundo, sin embargo, también podemos comprender que por el detalle de ofrendar a los difuntos su comida favorita, no solo se toma como una muestra de afecto más, sino realmente como una invitación a que estos celebren su día junto con sus familiares que

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