La escena que la abuela pregunta a los niños como se bañan ellos.

La escena que la abuela  pregunta a los niños como se bañan ellos. Los niños  responden que se bañan todos juntos, con sus padres. Esa situación horroriza a la abuela. Esta situación va en contra de los matrices de aprendizaje de la abuela.

Cuando ante situaciones familiares o sociales nos impactamos y no encontramos respuestas para dar cuenta de nuestra  experiencia cotidiana, esto es indicador de que nuestra matriz está en crisis y puede ser problematizada.

La crisis es fundamental, en tanto posibilidad de crecimiento, porque rompe la familiaridad encubridora de nuestros modelos internos de aprendizaje y vínculo.

La escena cuando Ana discute con la madre, le reclama que quiere la vida que llevaba antes, con su niñera su casa grande, su comida y su baño de todos los días. La madre le dice que para ella también es difícil pero antes los gritos de la niña la madre se enoja y la mete bajo la ducha con agua fría Ana ante esto le grita que la odia.

El conflicto que K. Lewin denomina atracción-rechazo, es el tipo de conflicto que Bleuler llamo ambivalencia y consiste en la coincidencia sobre el mismo objeto, al mismo tiempo, de actitudes, impulsos o afectos contradictorios.

Es el caso, por ejemplo de amar y odiar a una misma persona, al mismo tiempo.

El conflicto de ambivalencia es un tipo de conflicto que va acompañado de gran tensión y/o ansiedad, de una situación de gran inseguridad, porque peligra  el objeto que uno quiere, por el odio o rechazo que se tiene al mismo tiempo. Va acompañado de depresión y culpa.

Cuando la niña se cambia de colegio de uno privado de monjas a uno público. Porque ella va a cambiando su forma de ver el mundo y la realidad que la rodea.

La experiencia en la que realiza ese aprendizaje explicito es a la vez fuente de otro aprendizaje. Esa experiencia deja en nosotros una huella, se inscribe en nosotros de determinada manera, afianzando o inaugurando una modalidad de ser-en-el-mundo y de ser-el-mundo-para nosotros. De interpretar lo real. Este es un aprendizaje implícito, profundo, estructurante de la subjetividad. Es un aprender a aprender como una forma particular de constituirnos como sujeto del conocimiento.

Cuando decimos que aprendemos a aprender estamos señalando que aprendemos a organizar y significar nuestras experiencias, sensaciones,  percepciones, emociones, pensamientos. Construimos así hábitos de aprendizaje, maneras de percibir secuencias de conductas.

Cuando  llevan a la niña a la manifestación y empiezan a reprimir. La niña ante esta situación queda paralizada.

El conflicto es sustancial con la vida misma y tanto significa un elemento propulsor en el desarrollo del individuo como puede llegar a constituir una situación patológica; hay  en esto también un pasaje gradual e indiviso entre normalidad y patología, dado por un incremento cuantitativo y un cambio cualitativo de los conflictos. Lo ideal no es la ausencia de conflictos, porque ellos constituyen la contradicción en la unidad de la conducta y, por lo tanto, su fermento dialectico de cambio y transformación; lo que importa no es adherirse esa idea que son incompatibles con la realidad de los fenómenos, sino estudiarlos tal como son: única manera dirigirlos. Lo que importa es el destino de los conflictos y la posibilidad de resolverlos o sobrellevarlos.

...