ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Sol De Medianoche Capitulo 1


Enviado por   •  30 de Abril de 2013  •  1.563 Palabras (7 Páginas)  •  552 Visitas

Página 1 de 7

Stephenie Meyer, Sol de Medianoche

Capítulo 1: PRIMER ENCUENTRO

Éste era el momento del día en el que más deseaba ser capaz de dormir.El instituto.O sería más apropiado emplear el término “purgatorio”? Si existía algún modo de purgar mis pecados, esto tenía que contar de alguna manera. El tedio era a lo que menosme había conseguido acostumbrar y, aunque parezca imposible, cada día me resultabamás monótono que el anterior.Supongo que ésta era mi manera de dormir, si el sueño se define como un estado inerteentre periodos activos.Me quedé mirando fijamente las grietas del enlucido de la esquina más lejana de lacafetería, imaginando dibujos en ellas. Era una manera de sofocar las voces que parloteaban dentro de mi mente como el gorgoteo de un río.Ignoré el centenar de voces por puro aburrimiento. Cuando a alguien se le ocurre algo,seguro que ya lo he oído con anterioridad más de una vez. Hoy, todos los pensamientosse centraban en el trivial acontecimiento de una nueva incorporación al pequeño grupode alumnos. No se necesitaba mucho para provocar su entusiasmo. Había visto pasar repetido el nuevo rostro de un pensamiento a otro, desde todos los ángulos posibles.Sólo era otra chica humana. La excitación que había causado su aparición resultaba predecible hasta el aburrimiento, era como mostrar un objeto brillante a un niño. Lamitad del rebaño de ovejunos varones se imaginaba ya enamorándose de ella, sólo porque era algo nuevo que mirar. Puse más empeño en no prestar atención.Sólo hay cuatro voces que bloqueo por una cuestión de cortesía: las de mi familia, misdos hermanos y mis dos hermanas, quienes están tan acostumbrados a la ausencia deintimidad en mi presencia que rara vez se dan cuenta. A pesar de ello, les concedo todala privacidad posible. Procuro no escucharlos si puedo evitarlo.Lo intento con todas mis fuerzas, claro, pero aún así…me entero de cosas.Rosalie pensaba en ella misma, como de costumbre. Había captado su reflejo en lasgafas de sol de alguien y se regodeaba de su propia perfección. La mente de Rosalie eraun charco poco profundo de escasas sorpresas.Emmett estaba echando chispas después de haber perdido un combate de lucha libre conJasper la noche anterior. Necesitaba de toda su escasa paciencia para llegar al final delas clases y organizar la revancha. Nunca he sentido que me entrometía en sus pensamientos porque nunca había pensado nada que no pudiera decir en voz alta o poner en práctica. Sólo me siento culpable al leer la mente de los demás cuando meconsta que les gustaría que ignorase ciertas cosas. Pero si la mente de Rosalie es uncharco poco profundo, la de Emmett es un lago sin sombras, tan transparente como elcristalY Jasper estaba… sufriendo. Reprimí un suspiro.

Edward.

Alice me llamó por mi nombre, pero sólo sonó en mi cabeza y le dediqué deinmediato toda mi atención.Era lo mismo que si la hubiera oído hablarme en voz alta.Me alegraba que en los últimos tiempos hubiese pasado de moda el nombre que mehabían puesto. Menos mal, ya que hubiera resultado un fastidio volver la cabeza3

Stephenie Meyer, Sol de Medianoche

automáticamente cada vez que alguien pensara en algún Edward…En ese momento no me volví. A Alice y a mí se nos daban muy bien esasconversaciones privadas, y era raro que nos pillaran durante las mismas. Mantuve lamirada fija en las líneas que se formaban en el enlucido.

Cómo lo lleva?,

me preguntó.Torcí el gesto, pero sólo pareció que había cambiado ligeramente la posición de la boca,nada que pudiera alertar a los otros. Era fácil que pensaran que lo hacía por aburrimiento.El tono de la mente de Alice ahora parecía alarmado y leí que vigilaba a Jasper con suvisión periférica.

Hay algún peligro?

Ladeé la cabeza hacia la izquierda muy despacio, como si contemplara los ladrillos de la pared, suspiré, y luego me volví hacia la derecha, de nuevo hacia las grietas del techo.Sólo Alice se dio cuenta de que estaba negando con la cabeza.Ella se relajó.

Avísame si la cosa se pone fea.

Moví sólo los ojos, primero arriba, hacia el techo, y luego abajo.Gracias por ayudarme con esto.Me alegré de no tener que contestarle en voz alta. Qué le podría haber dicho?Encantado? En realidad no era así. No disfrutaba asistiendo al debate interior de Jasper.Era necesario pasar por todo esto? No era un camino más seguro admitir simplementeque él nunca sería capaz de controlar su problema con la sed como los demás, en lugar de tentar continuamente sus límites? Por qué coquetear con el desastre?Habían pasado ya dos semanas desde nuestra última expedición de caza. No era un periodo de tiempo excesivamente insoportable para el resto de nosotros. Algo incómodoa veces, si un humano caminaba muy cerca de nosotros o si el viento soplaba

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9.6 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com