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ANÁLISIS EXTERNO DE LA ORGANIZACIÓN

Carla2402934 de Marzo de 2014

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D) ANÁLISIS EXTERNO DE LA ORGANIZACIÓN:

• SECTOR ECONÓMICO Y FINANCIERO:

La economía mundial ha seguido mostrando signos de recuperación, pero a un ritmo algo más lento al que esperábamos. Si bien hay mejoras destacables en los indicadores de actividad de Europa y China, en Estados Unidos los datos han venido por debajo de lo esperado. En este contexto hemos revisado dos décimas a la baja el crecimiento esperado en 2013 y 2014, a 2,9% y 3,6%, respectivamente. En tal sentido, seguimos esperando una aceleración del crecimiento el próximo año, lo que se ha tornado más probable con la disminución de las tensiones financieras luego de que la Fed sorprendiese a los mercados con la postergación del tapering.

Sobre la economía peruana, esperamos para este año un crecimiento de 5,3%, resultado positivo que muestra un proceso de expansión muy resistente a episodios de turbulencia externa como los registrados a lo largo de 2013. Cabe señalar que los últimos datos de expectativas empresariales y de actividad sugieren que la desaceleración mostrada por la economía peruana a largo de este año parece haber tocado fondo a finales del tercer trimestre.

Para el periodo 2014-2017, esperamos un ritmo de crecimiento promedio anual de alrededor de 5,6%, el que contará con el soporte de la aceleración temporal de las exportaciones debido a la entrada en operación de grandes proyectos mineros actualmente en ejecución (como consecuencia de esto esperamos un pico de crecimiento de 5,9% en 2015), y de una contribución sostenida por el lado de la demanda interna.

Así, las perspectivas de crecimiento para Perú, este y los próximos cuatro años, siguen siendo favorables. Sin embargo, para avanzar dentro del grupo de países de ingresos medios o cerrar las diferencias en ingreso con otros países de la región en un tiempo razonable, Perú deberá sostener tasas de crecimiento como las que exhibe actualmente por más tiempo. Para esto la economía peruana deberá reducir su dependencia de los impulsos transitorios, como los provenientes de las exportaciones de minerales, y apuntalar los factores que tienen una incidencia permanente como la productividad y la competitividad.

Para este y el próximo año se espera que el déficit en cuenta corriente se ubique en un nivel equivalente al 5,3% del PIB, el más alto desde 1998. La ampliación de este déficit se explica, por un lado, por la caída en los términos de intercambio y los menores volúmenes exportados y, de otro, por el fuerte dinamismo de la inversión (en particular, de su componente importado). Esto último es importante resaltar porque, a diferencia de lo que se ha visto recientemente en otras economías emergentes, la ampliación del déficit externo en Perú no responde a una caída del ahorro interno sino al empuje de la inversión. Además, proyectamos que el incremento de la brecha externa será transitorio y empezará a cerrase a partir de 2015 por el incremento de las exportaciones mineras, y que el déficit seguirá financiado por inversión extranjera directa dirigida hacia el sector transable de la economía. Finalmente, nuestra estimación del nivel estructural del déficit en cuenta corriente (considerando precios de metales de largo plazo y excluyendo efectos del ciclo económico) muestra que su nivel es sostenible.

Proyectamos un leve deterioro del resultado fiscal respecto de nuestras previsiones de hace tres meses. Esta previsión toma en cuenta mejoras más acotadas en los ingresos tributarios debido a un ritmo de expansión económica algo menor. Así, prevemos que este año el fisco registrará un pequeño superávit de 0,2% del PIB y déficit moderados que en promedio se ubicarán en 0,4% por año en el periodo 2014-2017. Cabe señalar que los resultados fiscales ligeramente deficitarios que se esperan para los próximos años son compatibles con una trayectoria descendente del ratio de deuda pública sobre PIB, el que proyectamos se ubicará alrededor de 15% del PIB hacia finales de 2017. Así, la sostenibilidad de las finanzas públicas quedará consolidada por lo que durante el horizonte de previsión es probable que la calificación de la deuda pública siga mejorando (actualmente en BBB+) y logre ingresar al grupo con calificación A. Un aspecto a resaltar es la modificación a la regla fiscal vigente (actualmente, bajo la Ley de Responsabilidad y Transparencia Fiscal) que contempla límites a la expansión del gasto corriente no financiero y al tamaño del déficit, incorporando elementos estructurales y una mayor institucionalidad. Si bien la nueva regla enfrentará algunas dificultades técnicas.

La medición del resultado fiscal estructural, el mayor desarrollo institucional para la formulación de la política fiscal que traerá la conformación de un Comité de especialistas y la orientación de vincular los gastos del gobierno a sus ingresos de carácter permanente es un gran avance.

La inflación convergerá gradualmente hacia el centro del rango meta durante 2014. La moderación cíclica de la economía mantendrá las presiones de demanda sobre los precios acotadas y no se esperan choques de oferta por el lado de los alimentos y combustibles. Sin embargo, la convergencia hacia el centro del rango meta enfrentará cierta inercia porque las expectativas de inflación se mantienen cerca del techo del rango meta de inflación del Banco Central (2% +/- 1 punto porcentual).

Banco Central: pausa en la flexibilización de los encajes hasta fines de año y tasa de referencia estable en 2014. La disminución de las tensiones en los mercados financieros locales ha permitido que el BCRP haga una pausa en el proceso de flexibilización de los requerimientos de encaje y una evaluación de sus impactos. En general, debido a las mejoras en la expansión del crédito y en los indicadores de actividad más recientes no esperamos modificaciones adicionales sobre este instrumento para lo que resta del año. Además, en la medida que la inflación continúe moviéndose hacia el centro del rango meta y la economía se mantenga creciendo alrededor de su nivel potencial no se requerirán cambios en la tasa de referencia. En todo caso, seguimos considerando que cualquier cambio en la posición de política monetaria se instrumentalizará en primer lugar mediante reducciones adicionales en los requerimientos de encaje.

El tipo de cambio se mantendría relativamente estable entre S/. 2,74 y S/. 2,80, pero no se descartan episodios de volatilidad por turbulencias financieras en el exterior. Luego de la corrección que se registró entre mayo y agosto de este año, consideramos que el tipo de cambio se ubica actualmente en niveles consistentes con sus fundamentos. El nivel más alto respecto de lo que esperábamos a principios de año se explica por un cierto deterioro en algunas de las variables que determinan su trayectoria en el mediano plazo (ampliación del déficit en cuenta corriente, menores términos de intercambio, ligero deterioro de los resultados fiscales). Cabe agregar que no se descartan periodos de volatilidad en las cercanías del inicio del recorte de la flexibilización monetaria por parte de la FED y la incertidumbre en por la ampliación del límite de la deuda pública en los EE.UU.

Riesgos por el lado externo podrían tener un impacto medio/alto sobre la economía peruana. Seguimos percibiendo que las principales fuentes de riesgo provienen del exterior. A corto plazo, desde los EE.UU destacan un retiro desordenado del programa de flexibilización cuantitativa de la FED y la incertidumbre vinculada a las discusiones políticas sobre los temas fiscales. Estos eventos podrían generar una reversión (o parada en los flujos de capitales), un descenso mayor en los precios de los metales y una elevación pronunciada de las tasas de largo plazo en los EE.UU. A mediano plazo, existe el riesgo de una desaceleración brusca de China, lo que induciría una caída persistente en las cotizaciones y los volúmenes de los minerales que Perú exporta. Estos eventos podrían exacerbarse por un deterioro de las confianzas a nivel local. Sin embargo, Perú continúa exhibiendo fortalezas por el lado fiscal y monetario que le permitirían implementar respuestas de política económica para atenuar estos impactos.

2. Una lenta recuperación global con riesgos sesgados a la baja

El ciclo económico mejora sobre todo en las economías avanzadas, aunque lejos todavía de una recuperación enérgica

Dos rasgos generales han caracterizado el último trimestre desde un punto de vista macroeconómico. Por una parte, la evolución de los indicadores de confianza de los agentes económicos y de la volatilidad en los mercados financieros ha continuado reflejando la baja posibilidad de eventos de riesgo extremos, disruptivos para el panorama global. Así, la recuperación económica continúa asentándose y tiene menos riesgo de descarrilar. Sin embargo, también durante el trimestre se han registrado eventos que contribuyen a un escenario de recuperación global débil, muy acotada en el horizonte de uno o dos años. Entre estos eventos cabe señalar el cierre parcial del gobierno en EE.UU. y la más o menos pronta salida de los excepcionales apoyos de liquidez.

En su conjunto, revisamos dos décimas a la baja el crecimiento esperado de la economía mundial en 2013 y 2014, hasta el 2,9% y 3,6%. La revisión de 2013 se deriva de las peores cifras registradas en EEUU, así como a la desaceleración experimentada

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