Bases sobre una nueva visión de lo Humano

Posteriormente, en la época del Realismo se produce un fuerte cambio de lo intelectual a una didáctica diferente basada en una teoría del aprendizaje moderno. En lo referente a la educación física la pedagogía del realismo hace hincapié en la importancia de la misma, recogiendo la aportación del renacimiento y la nueva corriente empirista que ya no exige al cuerpo ninguna trascendencia fuera de su propia realidad; su educación es conveniente por sí misma.

Finalmente en tiempos del Naturalismo se destaca que todo lo que es natural avanza por sí mismo como ideal de humanidad, por lo que la sociedad se aleja del deporte y de los juegos al aire libre, sustituyéndolos por los de salón con lo cual se abre paso al sedentarismo y el alejamiento de la naturaleza. Es así como Rosseau se revela contra lo artificial de la cultura señalando que la naturaleza es fundamental para la naturaleza humana.

Bases sobre una nueva visión de lo Humano

A partir del siglo XVIII se busca entender al hombre en su integridad y consiguientemente la educación debe tratar de armonizar cuerpo y espíritu. Frente a la concepción individualista de ser humano, el neohumanismo que ahora comienza aspira a situar al hombre como ser social, y como miembro de cierta clase social, y de ver el modo en que la conducta individual puede ser útil a la comunidad (humanismo social).

Entre los años 1746-1827, con Pestalozzi se asientan las bases de la nueva pedagogía social y de la educación popular moderna. Este intento pedagógico supone romper con la concepción individualista (Locke), y promover una escuela para todos.

Pestalozzi como discípulo y continuador de Rousseau acepta que el centro de interés educativo es el niño como individuo, pero convencido de la interacción individuo-sociedad y su mutuo desarrollo.

El objeto de la educación, en este contexto, es preparar a los hombres para lo que deben ser en sociedad, solo por obra de la educación se alcanza la naturaleza humana.

Su ideal educativo es la armonía de la educación con la naturaleza. Se entendía (Ceccini 1999) que La naturaleza concibe al niño como un todo indivisible, como una unidad orgánica esencial, provista de múltiples talentos, del corazón, del espíritu y del cuerpo. Esta misma naturaleza exige que ninguno de los talentos sea relegado. Cuando la naturaleza actúa sobre el niño puro y fiel, desarrolla también los dones del corazón, del espíritu y del cuerpo, en una unidad armoniosa.

A esta educación, que trata de desarrollar y cultivar las disociaciones y aptitudes humanas basándose en la idea de naturalidad, es la que Pestalozzi llama “educación elemental”.

Esta armonía de la educación con la naturaleza consta de 5 elementos según Natorp:

1. Principio de la Espontaneidad: educar conforme a las leyes de la

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